Vaticano.
El cardenal Óscar Andrés Rodríguez, mencionado
hasta hace poco como uno de los más fuertes candidatos
al papado, dijo hoy, desde Roma, que el electo papa Benedicto
XVI, tiene por delante la enorme tarea de continuar el legado
de Juan Pablo II y concluir los grandes lineamientos del concilio
Vaticano Segundo.
Entrevistado
por periodistas hondureños, el prelado consideró
su primera participación en el conclave que eligió
a Joseph Ratzinger en el trono de Pedro, como una de las más
sublimes y emocionantes experiencias espirituales. “Me
siento muy emocionado ha sido una experiencia inédita
que no me podía imaginar”. |
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Dijo
que gracias a la iluminación del Señor, los cardenales
que participaron en el conclave lograron elegir al nuevo jerarca
de la iglesia católica universal en la cuarta votación.
Rodríguez
señaló que el mismo día de la elección
y tras recibir la investidura como sucesor de Juan Pablo II, tuvo
un primer acercamiento con el nuevo Sumo Pontífice, quien
lo felicitó y agradeció personalmente por su trabajo
en favor de los pueblos de Latinoamérica.
“Hemos
podido hablar personalmente con él, en el momento que yo
me acerque para presentarle mis augurios y obediencia el me dijo:
Gracias por todo lo que ha hecho por América Latina y sigamos
adelante por el señor Jesucristo”, recordó.
Posteriormente
en la cena que el Papa Benedicto XVI celebró con todos los
miembros del Colegio Cardenalicio, también tuvo una segunda
oportunidad de acercarse, saludarlo y entregarle la edición
de ese día del Observatorio Romano, el periódico de
la Ciudad del Vaticano.
Los
retos
En
relación a los retos que tendrá el Papa Benedicto
XVI, Rodríguez dijo que la misa oficiada por Razinger en
la Capilla Sextina, un día antes de su elección, delineó
las grandes líneas de lo que será su pontificado,
que, básicamente, son un seguimiento al pensamiento del fenecido
Karol Wojtila.
“Es
todo un programa que básicamente sigue las grandes líneas
de Juan Pablo II, él nos ha reafirmado el Vaticano Segundo,
el gran acontecimiento de la historia de la iglesia y ¿cómo
necesita implementarse el concilio?”.
Para
el jerarca de la iglesia católica hondureña, el Concilio
Vaticano Segundo es aún después de cuatro décadas
una tarea inacabada, “estamos celebrando cuarenta años
de Vaticano Segundo y algunas cosas esta todavía sin estrenar
es una de las tarea que le toca (al papa)”.
Rodríguez
restó importancia a las críticas que desde ya ha recibido
el nuevo Pontífice por su dogmatismo en la iglesia y dijo
que contrario a lo que muchos piensan, Latinoamérica y el
mundo ha ganado con su escogencia. “Es que a veces se razona
con los criterios del mundo y resulta que con los criterios de Dios
las cosas son muy distintas”.
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