La
avioneta en la que el titular del Poder Ejecutivo se trasladaba
de Tegucigalpa al puerto de Tela a unos 350 kilómetros de
la capital, se precipitó al mar el domingo anterior, luego
de apagársele el motor.
El
gobernante, su hija Lorena, Michael Dieckman y el piloto salieron
ilesos, pese al fuerte impacto de la aeronave. Después del
susto, Maduro, el domingo mismo, se reintegró a sus labores
en Casa Presidencial.
¿Es
un milagro que se encuentre vivo?
Me
siento realmente muy dichoso, le doy gracias al Señor por
habernos salvado a mi hija Lorena a Michael Dieckman, que me acompañaba,
y al capitán Boanerges Torres, que era el que piloteaba la
nave, por habernos permitido seguir con vida. Me siento privilegiado,
me siento dichoso y muy afortunado y también listo para trabajar.
Siento
que al salir de eso uno se da cuenta nuevamente, renovadamente del
valor de la vida y, en el caso mío, cuando estábamos
por impactar además de acordarme de Aguas, de los niños,
de Lorena mi hija, que estaba detrás de mi, me acordé
también de todo lo que tenía por hacer todavía.
Ese
tipo de avión de tren de aterrizaje fijo, cuando impacta
en el agua automáticamente se va de pique para abajo, se
sumerge hasta abajo; estábamos debajo de agua totalmente,
el avión se estaba llenando de agua.
Yo
estaba suspendido porque estaba el avión vertical de punta,
estaba suspendido por la faja de seguridad y el agua la sentía
al pecho y yo pensaba que iba probablemente a morir y sentía
todo lo que tenía pendiente por hacer como presidente de
la República, tanta agenda, tantas cosas que todavía
me faltan.
Así
que quiero decir que voy a estar trabajando con energías
renovadas, con esa motivación que solamente la da aquel que
siente el valor supremo de la vida, que nos da Dios todos los días,
que sabe que hay que aprovecharla, hay que trabajar en forma renovada
por el resto de los días de la presidencia y por el resto
de los días de mi vida, sirviendo a ese pueblo que tanto
quiero.
En
Tela me llegaron a ayudar a salir del agua centenares de teleños,
de hondureños. Me aplaudieron, me acogieron con un cariño
increíble. Nunca he sentido el cariño, ese sentimiento
de estar vivo y de estar acompañado del cariño de
mis compatriotas, y eso yo lo voy a retornar a cada uno de mis compatriotas
con trabajo y con dedicación cada día de mi presidencia
y de mi vida.
¿Evitó
el piloto una tragedia mayor?
Habían
miles de bañistas en la playa y en el agua y haber caído
en la dirección que íbamos, porque estábamos
cruzando la plaza para volver agarrar la dirección de la
aproximación final de la pista, hubiera sido una tragedia
de haber caído sobre la gente.
Todo
eso gracias a Dios fue evitado y aquí me encuentro, feliz
de estar con vida, feliz de estar sirviendo al pueblo hondureño,
feliz de estar en compañía de mi hija Lorena, de Michael
y el capitán Torres y feliz de estar con Aguas, con mis hijos
y con mis hijas y de seguir sirviendo a este pueblo que tanto quiero.
¿Después
de este incidente se siente cómo que vuelve a la vida?
Así
me siento, porque en estos instantes, no estoy seguro cuántos
fueron, pero desde el momento que se apagó el motor y que
pegamos en el agua, quizás unos 20 segundos, 15, 20, 30 segundos
como máximo, le pasan por la mente muchísimas cosas.
Obviamente los seres queridos: Aguas, los niños, estaba muy
preocupado por Lorena que me acompaña y estaba detrás
de mi, en la segunda fila de asientos.
Pensé
en toda la agenda incompleta que tengo. En el momento de impactar
uno no sabe qué va pasar, el impacto es fuertísimo,
es una desaceleración instantánea, es prácticamente
como pegar con una pared, excepto que con la suerte que el agua
amortigua un poco el impacto y no deshace el avión, pero
la desaceleración es instantánea, porque al pegar
las ruedas en el agua se va de punta el avión, se inserta
en el agua y se va directamente al fondo.
Yo
me acuerdo que sentí y ví cómo el agua impactó
el parabrisas o sea la ventana frontal y ví cómo se
sumergió el avión y cómo pegó fondo
con arena.
¿Cómo
salió usted?
En
el momento quedé suspendido por la faja de seguridad verticalmente
o sea literalmente me tenía suspendido arriba porque el avión
estaba de punta hacia abajo. Logré quitarme la faja de seguridad
y empecé a buscar un lugar para salirme, ví hacia
atrás, ví que ya no estaba Lorena, entonces me di
cuenta que Michael había abierto la puerta de atrás
del avión, había sacado primero a mi hija.
Él
estaba allí llamándome que me fuera para atrás,
que en este caso era irme para arriba, ya que el agua la tenía
en la parte superior del pecho; entonces logré subir hacia
arriba por encima del asiento y Michael me ayudó a salir
y salí, me quedé ahí viendo, estaba agarrado
un poco del ala viendo que el capitán saliera también.
Inmediatamente
le pregunté dónde estaba Lorena, ví que ella
estaba nadando, manteniéndose a flote en el agua, a unos
metros de donde yo estaba.
(Luego) Salió el capitán, entonces ví hacia
la playa y ví que habían centenares de personas en
el agua que venían hacia el avión, personas que estaban
ayudando, me tiraron un salvavidas, en eso se dieron cuenta que
se trataba del presidente de la República y realmente note
la sorpresa en las caras de ellos y la felicidad de ver que estábamos
todos con vida.
¿En algún momento se le hizo una advertencia
de vuelo por el clima o por el aparato?
Estaba
perfectamente bien el tiempo, en Tela había un poquito más
de humo que en Tegucigalpa, pero ayer como ustedes saben era el
primer día que se había abierto el aeropuerto de Tegucigalpa,
yo iba a ver al alcalde, a mi amigo Daniel Flores que me estaba
esperando en la pista.
Sobrevolamos
la pista para ver que estuviera libre de ganado o personas, como
es normal en pistas que no tienen torre de control y cuando estábamos
dando la vuelta en el lado este, o sea lado oriental, de la pista,
para regresar y enfilarnos es cuando se apagó el motor y
en ese momento que habíamos dado una vuelta hacia la izquierda
o sea hacia el norte y estábamos prácticamente sobre
el mar, enfilados hacia el final de la pista es que se apaga el
motor y que el capitán Torres logró las maniobras
para que todo saliera con la ayuda de Dios, todo saliera bien.
¿Fue
un milagro haber salido ileso de este accidente?
Estoy
seguro que todos los ocupantes, mi hija, Maikol, el capitán
Torres y todos igual nos sentimos sumamente agradecidos con Dios
y Nuestro Señor.
En
el caso mío de seguir sirviendo al pueblo hondureño
y de seguir en compañía de Aguas, mis hijas y mis
hijos y que ahora con energía renovada, la voy utilizar para
ser cada día más efectivo mi servicio al pueblo hondureño.
¿Qué
informe preliminar tiene sobre el estado de la nave?
La
nave es una de las naves más confiables que existe, motores
de pistón el 206, yo fui propietario de una nave casi idéntica
a ésta hace muchos años, ustedes recordarán
que yo empecé a aprender a pilotear y esta nave es muy confiable
tenía un motor prácticamente nuevo.
El
capitán Torres es de los mejores politos que hay en Honduras,
de los que mejor conocen Honduras y de los que más capacidad
tiene o sea que todo estaba en condiciones optimas. Personalmente
yo sé que la nave es muy bien cuidada, muy bien custodiada,
estaba muy bien revisada mecánicamente y yo creo que tenemos
que preguntarle más bien al capitán Torres y estoy
seguro que se hará un examen para ver qué sucedió.
Porqué
se origina la falla mecánica que hace que el motor se apague
en ese momento, si se hubiera apagado minutos antes probablemente
nos hubiéramos matado, habíamos, hace pocos minutos,
cruzado las montañas altas que están en las rutas
de Tegucigalpa y Tela.
Los
médicos qué le dijeron, ¿cuál es su
estado de salud?
Cosas
menores gracias a Dios, tengo un golpe en la rodilla que no es nada
grande, en un dedo de la mano que puse la mano para poder amortiguar
el impacto, la puse contra el panel de instrumentos, yo sabía
que en el caso mío especial estaba enfrente del impacto y
podría yo golpearme.
Tenía
miedo de perder el conocimiento sabiendo que íbamos estar
sumergidos en el agua entonces yo me di vuelta y le dije a Lorena
y Michael se ha apagado el motor y entonces, en esos instantes pasa
muchísimo por la mente.
¿Y
durmió presidente?
Dormí bastante bien, al principio la verdad es que en la
mente se me repasó varias veces el accidente y pensando en
todo lo que pudo haber sucedido.
Por
ejemplo, Lorena me dice: “papá en el momento en que
estábamos por impactar yo pensé que como íbamos
a caer en el agua, yo tenía que soltarme rápido para
salir nadando entonces, pensaba soltar la faja de seguridad antes
de impactar y no pude, se me trabó”.
Si no se le hubiera trabado, Lorena posiblemente no hubiera sobrevivido.
¿Qué
medidas tomará?
Obviamente,
tomaremos renovados cuidados y precauciones en todos los vuelos,
pero creo que no hay más que hacer que eso y ponernos en
manos de Dios que esta vez nos ayudó, quiero decirle que
llevaba el angelito de mi hijo, puesto como siempre.
Además,
tenía un crucifico que me había dado el cardenal hace
varios meses y que también lo tenía, no se me fue
de la bolsa, lo saque mojado pero allí está.
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