Según
las informaciones disponibles, la policía fue alertada de
las explosiones por una llamada al servicio de emergencia hacia
las 3.50 hora local (9.50 hora peninsular).
Según informaron en rueda de prensa el alcalde de Nueva York,
Michael Bloomberg, y el jefe de la Policía, Raymond Kelly,
la explosión fue causada por dos artefactos de fabricación
casera, posiblemente conectados entre sí. Kelly explicó
se trataba de artefactos "improvisados", fabricados con
granadas de juguete, que los que los elaboraron habían rellenado
con algún producto, posiblemente pólvora, y que podrían
estar unidos por una misma mecha.
Estaban en una jardinera de cemento, situada en la acera, en el
exterior del consulado, que originalmente sirve para proteger el
edificio.
La detonación hizo que algunos pedazos de cemento saltaran
por los aires y ocasionó daños en la puerta principal
y alguna ventana del edificio, donde hay otras oficinas además
del consulado.
Bloomberg precisó que no se habían recibido amenazas
antes de la explosión, y que hay tranquilidad en la ciudad,
por lo que recomendó a los ciudadanos continuar su vida con
normalidad.
El alcalde reconoció que se desconocen los motivos de la
acción, y precisó que se investiga si las cámaras
de vídeo instaladas en el edificio del consulado y en otros
cercanos han captado imágenes de la persona o personas que
colocaron los artefactos.
Por su parte, el jefe de la policía reconoció que
la explosión tuvo suficiente potencia como para haber causado
víctimas si alguien hubiera pasado en ese momento por el
lugar.
El recuerdo del 11-S
Algunos testigos dijeron haber escuchado dos detonaciones en cuestión
de segundos.
La noticia de la explosión hizo que sonara rápidamente
la alarma en Nueva York, donde todavía está muy vivo
el recuerdo de los atentados terroristas de septiembre de 2001.
Las legaciones diplomáticas de Reino Unido han sido objetivo
de ataques terroristas en el pasado, entre ellos un atentado suicida
contra su consulado en Estambul (Turquía) en 2003.
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