Nueva York. Congresistas demócratas y líderes
sindicales unieron hoy sus voces en Nueva York para decir no a un
Tratado de Libre Comercio entre
la República Dominicana, Centroamérica y EEUU "que
aumentaría la pobreza y haría más ricas a las
multinacionales".
El grupo usó como ejemplo el acuerdo comercial entre México,
Canadá y EEUU (NAFTA por siglas en inglés), del que
dijeron ha sido desastroso para los trabajadores, y vaticinaron
que lo mismo ocurrirá a los países que han firmado
el nuevo pacto y que buscan que el Congreso estadounidense lo apruebe.
El jueves, los presidentes de la República Dominicana, El
Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Costa Rica se reunieron
con su homólogo estadounidense, George Bush, para discutir
sobre el asunto, a la vez que pidieron a sus compatriotas que les
apoyen en esta iniciativa, un tema que mantiene dividido a la comunidad.
Edgar Romney, vicepresidente de "Unite Here", aseguró
hoy en conferencia de prensa en la sede del sindicato, que el NAFTA,
aprobado en 1994, ha llevado a miles de trabajadores al desempleo
en EEUU, así como abuso y persecución laboral y bajos
salarios en los tres países, donde ha sido "devastador"
para la clase obrera.
"Las promesas de desarrollo comercial y reducción de
pobreza en México ciertamente no eran verdad. Se economía
es más débil hoy. En algunas áreas los salarios
han bajado en más de dos tercios por ciento", aseguró.
Los
males
De acuerdo con los sindicatos, en EEUU se han perdido 780,000 empleos,
56,000 de éstos en Nueva York desde que se aprobó
el NAFTA, por la fuga de empresas. El 47 por ciento de esos obreros,
de acuerdo al Departamento del Trabajo, eran latinos.
La protección a los trabajadores y al medioambiente es una
preocupación tanto de sindicalistas como de los funcionarios
electos que hoy acudieron a la conferencia, entre ellos el influyente
congresista Charles Rangel, miembro de la Comisión de Medios
y Arbitrios, Nydia Velázquez, Joseph Crowley y Anthony Weiner.
Rangel agregó a las críticas su preocupación
por la protección laboral de los niños bajo este TLC,
mientras que Velázquez comentó que la gran mayoría
de los representantes latinos en la Cámara Baja se oponen
a ese pacto comercial.
"Sencillamente este experimento que comenzó con NAFTA
ha sido un desastre, porque se perdieron casi un millón de
empleos en EEUU y para lo único que ha servido es para enriquecer
a las grandes corporaciones", argumentó.
"Lo que hemos dejado en México es la degradación
del ambiente y la explotación de los trabajadores. Estamos
aquí para decirles a los centroamericanos que vamos a pelear
contra este tratado porque no le da ningún beneficio a ellos,
ni a República Dominicana y mucho menos a los trabajadores
de EEUU", sostuvo.
Entre el grupo estaban Francisco González, presidente de
la Central General de Trabajadores de la República Dominicana,
e Ignacio Hernández, secretario general de la Federación
de Trabajadores de la Zona Franca, que viajaron desde su país
para cabildear contra el TLC.
"Los trabajadores dominicanos sabemos que a partir de un TLC,
que no es libre ni es de comercio, firmado bajo las condiciones
actuales, la situación en República Dominicana empeorará
con la pérdida de al menos 400,000 empleos", según
diversos estudios, dijo González, quien recordó que
el 56 por ciento de sus compatriotas viven bajo niveles de pobreza.
Dijo además que 400,000 niños se dedican "a las
peores formas de trabajo infantil y ese llamado TLC no va a mejorar
ni va a cambiar esa condición, sino empeorar".
González y Hernández señalaron que aunque en
su país existen leyes de protección a los trabajadores,
-como argumentó el presidente dominicano, Lionel Fernández,
al asegurar los derechos laborales bajo el TLC- son sólo
letra muerta y que no existen garantías de que se harán
cumplir bajo el nuevo pacto.
Por su parte, Mary Sandoval, una trabajadora guatemalteca de la
industria textil en Nueva York, dijo que en su país se explota
a los obreros de las maquilas, al punto que sólo ganan 100
dólares al mes, sin ningún tipo de beneficios.
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