Agentes
estadounidenses lo detuvieron horas después de que su abogado,
Eduardo Soto, dijera a EFE que Posada Carriles había decidido
marcharse de EEUU, donde solicitó asilo político en
abril, debido a las presiones que este país y el exilio cubano
estaban recibiendo a causa de su presencia.
El
activista de origen cubano y nacionalizado venezolano es acusado
por Venezuela y Cuba de ser un terrorista internacional.
Posada
Carriles había dicho hoy a algunos medios de comunicación
que "el dictador Fidel Castro quiere crear una situación
internacional que dañe la imagen de EEUU".
Agregó
que "Castro está tratando de tirar una cortina de humo"
sobre la reciente condena a Cuba en la Comisión de Derechos
Humanos de la ONU y la asamblea de disidentes convocada para el
próximo 20 de mayo en Cuba.
Tras
la detención del anticastrista, Soto informó en una
rueda de prensa que posiblemente presente de nuevo la petición
del asilo político.
"Tenemos
que ver primero si le formularán cargos en su contra. Es
mi intención no permitir que sea deportado", indicó
el abogado.
Venezuela
recientemente solicitó a EEUU la detención de Posada
Carriles con fines de extradición a ese país donde
es buscado por la voladura de un avión cubano en el que murieron
73 personas, en 1976.
Venezuela
"ya tuvo nueve años en condenar a mi cliente y no pudo
hacerlo. Ellos no van a poder demostrar ahora que después
de unos 30 a 35 años lo pueden condenar", señaló
Soto.
Por
ese caso, el anticastrista fue juzgado en dos ocasiones en Venezuela
y absuelto, pero, según su versión, se fugó
de la cárcel en 1985 durante el proceso de apelación.
Poco
antes de su arresto, Posada Carriles declaró a algunos medios
de comunicación locales que nunca participó en ese
atentado y que estaba dispuesto a someterse a un juicio en un tribunal
internacional para afrontar las acusaciones del Gobierno cubano.
Pero
puso como condición que Cuba entregue a los responsables
del derribo de dos avionetas de "Hermanos al Rescate",
un grupo del exilio cubano, y del hundimiento del remolcador "13
de marzo", ambos en la década de los noventa.
En
el derribo murieron cuatro pilotos y en la embarcación 37
personas.
En
cuanto a la detención de su cliente, Soto expresó
que "hubo una predisposición (por parte del gobierno
estadounidense) al nosotros decir que formalmente estamos retirando
su solicitud de asilo político".
"El
retiro de su petición era una indicación de que se
iba de EEUU, y EEUU pudo haberlo dejado ir y decidió no hacerlo",
manifestó Soto, quien aseguró que desconoce el lugar
donde está detenido su cliente.
Para
el letrado "es obvio que EEUU no quería que se fuera
del país sin que lo procesaran", aunque dijo desconocer
qué cargos presentaría Washington contra su cliente.
"Existe
la posibilidad de ser acusado; las especulaciones durante todos
estos años es que el señor Posada Carriles es un terrorista,
nuestra opinión es que no lo es", añadió.
El
Departamento de Seguridad Nacional estadounidense indicó
en un comunicado que tras el arresto revisan la situación
migratoria del anticastrista ya que, según la ley, tienen
"48 horas para tomar una decisión" sobre el caso.
"Por
norma, la oficina de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus
siglas en inglés) generalmente no envía a nadie a
Cuba ni a países que cree que actúan de intermediarios
de Cuba", destaca la nota.
"Seguiremos
revisando la situación migratoria de Posada", agrega
el comunicado.
Mientras
en EEUU se desarrollaban los nuevos capítulos del caso, en
La Habana, Castro encabezó una multitudinaria marcha contra
el terrorismo, en la que denunció que el gobierno estadounidense
ha impulsado una "feroz campaña de terrorismo"
contra Cuba durante más de 45 años.
Los
manifestantes, que según fuentes oficiales sobrepasaron los
1,2 millones de personas, abarrotaron la avenida del Malecón
y desfilaron durante más de cuatro horas frente a la Oficina
de Intereses de EEUU en la capital cubana.
Desde
que Posada Carriles presentó su solicitud de asilo político
a EEUU, el líder cubano puso en marcha una campaña
para denunciar la presencia de éste en territorio de EEUU
y demandar su extradición a Venezuela o que fuera juzgado
por un tribunal internacional.
La
Habana acusa a Posada Carriles de varias atentados contra hoteles
de Cuba en 1997 y de intentar asesinar a Castro durante la X Cumbre
Iberoamericana celebrada en Panamá en el año 2000.
"Esta
no es una marcha contra el pueblo de Estados Unidos, como hemos
dicho antes y lo reiteramos hoy, es una marcha contra el terrorismo,
a favor de la vida y de la paz, de nuestro pueblo y del pueblo hermano
de EEUU, en cuyos valores éticos confiamos", señaló
hoy Castro en su alocución.
Sin
embargo, el exilio cubano aseguró antes de la detención
de Posada Carriles que con su decisión de abandonar EEUU,
Castro había perdido la campaña emprendida.
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