Tegucigalpa.
El huracán Adrián se debilitó a su entrada
a territorio hondureño y pasó a convertirse en la
depresión tropical Arlene, lo que provocará lluvias
en las próximas 36 y 48 horas, pero no en la intensidad que
se esperaba, informaron fuentes de Meteorología.
Las
lluvias que arreciaron la noche del jueves y madrugada del viernes
provocaron daños menores en la infraestructura vial de la
capital y en algunas comunidades se reportaron deslizamientos y
daños menores a viviendas.
El
presidente Ricardo Maduro y el alcalde Miguel Pastor realizaron
recorridos por las áreas más vulnerables de la
capital para coordinar directamente las acciones de asistencia
y atención a las personas afectadas. |
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A
raíz de la presencia del fenómeno se suspendieron
las actividades en el sector gubernamental y en algunas instituciones
públicas laboraron hasta mediodía, mientras que las
clases en los centros escolares fueron suspendidas desde ayer.
La
banca privada trabajó hasta la 12:00 del día, mientras
los supermercados fueron abarrotados por centenares de capitalinos
que buscan aprovisionarse de víveres, focos y candelas para
esperar la llegada del fenómeno natural.
Juan
José Reyes, de la Comisión Permanente de Contingencias
(Copeco) informó de que hasta hoy al mediodía no habían
reportes de pérdidas humanas, tampoco daños a la infraestructura,
viviendas, ni a los cultivos en el interior del país, lo
que es bastante alentador.
Dijo
que a pesar de que el huracán pasó a convertirse en
una depresión tropical, las autoridades seguirán manteniendo
la emergencia nacional y la alerta roja, principalmente en el litoral
Atlántico, en donde se espera que el meteoro llegue en las
próximas horas.
A
la normalidad
A raíz del cambio del fenómeno, Los gobiernos de Honduras,
El Salvador, Guatemala y Nicaragua retornaban este viernes a la
normalidad.
Adrián mantuvo en vilo a millones de centroamericanos, principalmente
en El Salvador y Honduras, centro de su trayectoria, ante lo que
los gobiernos de San Salvador y Tegucigalpa declararon alerta roja
y movilizaron miles de integrantes de los cuerpos de socorro, policía
y ejército.
A
las 03H00 locales de este viernes (09H00 GMT), el Centro Nacional
de Huracanes (NHC), con sede en Miami (Estados Unidos), señaló
en su sitio de internet que "Adrián se está debilitando
rápidamente tras moverse en tierra".
"Todos
los alertas para Guatemala y Honduras han sido discontinuadas por
sus respectivos gobiernos", precisó el NHC (por sus
siglas en inglés).
La
tormenta Adrián avanzaba este viernes por el territorio hondureño
en su rumbo hacia el mar Caribe, provocando ligeras lluvias en todo
el país, que se mantenía en alerta, informó
el presidente Ricardo Maduro.
No
cantar victoria
Sin embargo, Maduro dijo este viernes en un mensaje a la nación:
"Nos faltan por lo menos otras 24 horas de lluvia, así
que no debemos cantar victoria, debemos de seguir en alerta, de
seguir preparados todavía porque los niveles de los ríos
todavía no han llegado a su cauce máximo, hasta ahora
han crecido pero no a niveles de desbordamientos".
"Hemos
tenido unos deslizamientos pequeños, la policía me
reporta que no han habido tragedias en vidas humanas (..) yo caracterizaría
el fenómeno este como una tormenta de menor escala",
afirmó el mandatario.
El
presidente indicó que el centro de la tormenta se ubicaba
sobre la parte suroccidental de Honduras, entre los departamentos
de Intibucá y Lempira, fronterizos con El Salvador, y seguía
su curso hacia el noreste para salir por el centro del país
por la zona del Caribe, entre los puertos Tela y Trujillo.
Pese
a la situación de relativa normalidad, El Comité Permanente
de Contingencias (Copeco) de Honduras anunció en un comunicado
que "todos los empleados públicos laborarán únicamente
media jornada (este viernes) y se prohíbe la navegación
en el Golfo de Fonseca" (Pacífico).
La
población debe "evitar en lo posible circular por carreteras
y (...) tratar de permanecer en sus viviendas y estar pendientes
de los medios de comunicación social en los cuales se estará
transmitiendo la situación que pueda estar reinando en todo
el país. Muy especialmente se le solicita a toda la ciudadanía
mantener la calma", anotó el comunicado de Copeco.
En
El Salvador, los ciudadanos trataban también de volver a
la normalidad este viernes.
La
Policía Nacional Civil (PNC) informó en la mañana
que muchas de las personas evacuadas, unas 20.000, retornaron a
sus lugares de origen principalmente en el departamento de Sonsonate.
A
pesar de que la tormenta desapareció las escuelas se mantenían
cerradas, y las oficinas de gobierno, en virtud de un decreto, reanudarán
labores el lunes, mientras el comercio abrió sus puertas
al público temprano este viernes.
El
Comité Nacional de Emergencias (COEN) de El Salvador reveló
que las precipitaciones dejaron algunos derrumbes en carreteras
y este viernes cuadrillas del Ministerio de Obras Públicas
comenzaron las tareas de limpieza de las vías.
El
director del Servicio Nacional de Estudios Territoriales (SNET),
Antonio Arenas, señaló que la cordillera de la zona
costera de El Salvador, hizo que las ráfagas de vientos se
juntaran sobre el ojo del huracán y éste perdiera
fuerza.
Este
viernes, el día amaneció soleado en la mayor parte
del territorio salvadoreño.
El
presidente Elías Antonio Saca, destacó que el sistema
de emergencia "respondió a tiempo" para prevenir
desgracias y felicitó a las instituciones de socorro y a
todas las entidades que participaron en el plan de evacuación.
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