Compatriotas:
Hace
más de veinte años que lucho por fortalecer la democracia
en nuestro país. He sido partícipe en el esfuerzo por separar
la papeleta para el voto por los diputados y los alcaldes de la papeleta
para el voto por el Presidente de la República.
Igualmente
luché por vencer el control caudillista de los partidos fomentando
el voto directo en las urnas para escoger a los candidatos a elección
popular en las elecciones internas y primarias. Estoy convencido
que estas conquistas son fundamentales para nuestra Nación,
y hoy los hondureños nos enorgullecemos por avanzar con paso
firme hacia una democracia plenamente participativa. |
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En
la última elección interna y primaria de los partidos políticos,
por primera vez en nuestra historia, las hondureñas y los hondureños
votamos para elegir directamente, por medio de su fotografía, a
las candidatas y los candidatos a diputados al Congreso Nacional. Cada
precandidata o precandidato tuvo que luchar para lograr su elección,
y muchos, la mayoría de los electores, votaron directamente por
una o más personas, expresando su preferencia personal.
Con
preocupación he escuchado recientemente que algunas personas ahora
desean renunciar a sus candidaturas al Congreso Nacional para permanecer
en los puestos públicos que actualmente desempeñan.
Sé que esto es permitido por la Ley, pero no estoy de acuerdo con
esta postura. Sé que muchos electores se sentirán defraudados,
que sentirán que su confianza en las personas por las cuales votaron
ha sido defraudada. Esto, compatriotas, le resta credibilidad a nuestra
democracia.
Por
tanto y en aras de fortalecer nuestra democracia y de respetar la voluntad
de los electores, quiero comunicarles que aquellas personas que resultaron
electas para participar como candidatas y candidatos a cargos de elección
popular, que ostentan cargos en el Ejecutivo, y que no presenten su renuncia
a los mismos, serán separados de sus respectivos cargos.
Muchas
personas han ya renunciado a sus cargos públicos; a ellas y ellos
quiero felicitarlos por honrar su compromiso con los electores. A los
demás les solicito que actúen igualmente en consonancia
con el espíritu democrático que debe imbuirlos y renuncien
a su cargo público. Si no lo hacen, y más bien renuncian
a su candidatura al cargo de elección popular, por decisión
mía serán separados del cargo público que actualmente
desempeñan.
El
fortalecimiento de nuestra democracia es una tarea que nos compete a todos.
Gracias
por su atención y muy buenas noches.
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