Honduras:
Sin educación básica un 69% de los infantes que trabajan en el agro: OIT
  
Proceso Digital
El sesenta y nueve por ciento de los menores que realizan trabajos agrícolas en Honduras, no asiste a la escuela y labora un promedio semanal de 37.2 horas, reveló un estudio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que promueve en este país centroamericano la disminución de las peores formas de trabajo infantil,
mediante soluciones viables que permitan a los menores y adolescentes de 5 y 17 años, formas de vida y desarrollo más dignas.

 

Al término de un encuentro nacional para analizar el impacto del trabajo infantil agrícola en Honduras, como un freno a su desarrollo socioeconómico, expertos de la organización indicaron que el 69% de los 197 mil menores que trabajan en actividades agrícolas, nunca han asistido a la escuela y difícilmente podrán salir del círculo de la pobreza.

Trabajo Infantil un forma de consolidar la pobreza
Josip Margetic, asesor principal del Programa para la Erradicación del Trabajo Infantil (IPEC/OIT) es del criterio que el trabajo infantil, visto a corto plazo como una salida a la situación de pobreza, se convierte en un espejismo porque “más bien consolida la pobreza”.

“Un niño o niña que comience a trabajar a edad temprana sin poder capacitarse en la escuela, terminará desempeñando el mismo tipo de trabajo al que están condenados sus padres, motivo que fuerza a sus hijos e hijas a trabajar. La cadena es bien sencilla. La pobreza genera trabajo infantil y éste a su vez reproduce pobreza”, dijo Margetic.

En el encuentro, efectuado en el Centro Universitario Regional del Litoral Atlántico (CURLA) en la ciudad de La Ceiba, al norte del país, asistieron representantes del Estado, organismos sociales e internacionales, así como estudiantes de la carrera de agronomía en un afán por sensibilizarlos acerca de la importancia del tema.

Según los datos proporcionados por la OIT, de los 43 millones de habitantes que aglutina a los países de América Central, Panamá y República Dominicana, más de la mitad vive en el área rural y su población está conformada por personas menores de 18 años de edad.

Sólo en la región centroamericana se estima que trabajan aproximadamente 2,4 millones de niños, niñas y adolescentes, de los cuales un millón 140 mil se dedican a labores agrícolas. Con excepción de Panamá, uno de cada diez menores en las edades de 5 y 17 años, efectúa algún tipo de trabajo infantil en la región, estima el estudio hecho por la OIT.


En el caso de Honduras, alrededor de 356 mil menores y adolescentes efectúan jornadas de trabajo infantil. De este número, 197 mil laboran en trabajos agrícolas, incidiendo así en las tasas de deserción escolar al establecer un estrecho vínculo entre ambos porque quien se desempeña en el campo difícilmente puede concluir su educación básica escolar. La proporción de abandono de las escuelas entre los menores que laboran en el campo, es más alta que en aquellos que no trabajan.

Según cifras oficiales, el nivel de alfabetización de la población hondureña en las edades de 15 años y más es de 76%. De los 356 mil menores que hacen labores de trabajo infantil, siete de cada diez viven en el área rural.

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Niños y niñas en labores peligrosas
Karla Cueva, consultora del IPEC/OIT, afirmó que el trabajo infantil es un fenómeno principalmente rural, y el 56% de niños y niñas que trabajan en Honduras se ubican en las ramas de agricultura, silvicultura y pesca; en tanto el 24% se desempeña en el comercio, hoteles y restaurantes, y apenas un 8% en la industria de la manufactura.

Cueva, quien presentó los resultados de un estudio orientado a la situación legal en que trabajan los menores, dijo que si bien en el país se prohíbe a los infantes menores de 14 años ejercer algún tipo de trabajo, esta condición no se cumple, y en su mayoría el desempeño de funciones de los niños, niñas y adolescentes radica en labores peligrosas y restrictivas de sus derechos, incluidas entre las llamadas “peores formas de trabajo infantil”.

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Alternativas conjuntas
En este sentido, el IPEC/OIT presentó una serie de proyectos que realiza con organizaciones estatales para disminuir la presencia del trabajo infantil, particularmente en la región sur del país donde la problemática es alta a nivel de las cañeras, la pesca y las plantaciones de melón, especialmente.

Ruth Escoto, del IPEC/OIT Honduras, dijo que junto al Centro Nacional de Educación para el Trabajo (Cenet) de la Secretaría de Educación, promueven actividades orientadas a incentivar a los menores y adolescentes a insertarse en el sistema educativo formal como alternativo en el que participan empresarios, grupos de base y gremiales de la zona sur del país.

De esta forma, desarrollan un proyecto piloto en la región de Marcovia, en la zona sur, para incorporar unos 1200 niños y niñas menores de 18 años a los planes de educación básica formal y no formal, con resultados “sumamente alentadores”, acotó Escoto.

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