La fiscal especial de las Etnias y el Patrimonio Cultural, Yani
del Cid, informó que los agentes concretamente investigarán
los asesinatos de varios líderes tribales, el último
de ellos el del dirigente Teodoro Martínez, así como
las usurpaciones de tierras de que son objeto por parte de terratenientes.
Se
calcula que unos 20 mil Xicaques
o Tolupanes habitan entre los departamentos de Francisco Morazán
y Yoro. Viven en condiciones de extrema pobreza y enfrentan problemas
de posesión de sus tierras ancestrales, que son motivo de
disputa, especialmente con traficantes de madera, resina y otros
derivados del bosque.
En
la última década los organismos humanitarios y las
organizaciones étnicas han denunciado los asesinatos de al
menos una veintena de líderes indígenas, en su mayoría
tolupanes que se han resistido a ceder sus dominios territoriales.
La
fiscal del Cid dijo que los agentes de la DGIC permanecerán
en la zona de la Montaña de la Flor por un espacio de cinco
días que pudieran prolongarse en caso de ser necesario.
Agregó
que existen al menos 10 requerimientos fiscales relacionados con
usurpaciones de tierras pero los mismos se han detenido por falta
de elementos probatorios.
La
funcionaria añadió que se espera que con las diligencias
investigativas que se inician hoy la Fiscalía logre reunir
las pruebas que sustenten los hechos y acusaciones en contra de
los violadores de los derechos de los indígenas.
En
Honduras habitan ocho grupos étnicos culturalmente diferenciados
y todos han sido víctimas del olvido y el marginamiento por
parte de las autoridades centrales.
Para
ser escuchados los indígenas iniciaron en 1994 la primera
de varias peregrinaciones y marchas desde sus comunidades hasta
Tegucigalpa, la capital hondureña, y aunque las mismas les
han valido alguna mejoría en sus condiciones de vida, los
logros alcanzados no son los suficientes para lograr los estándares
mínimos de dignidad humana.
A
mediados del año pasado, el actual gobierno abrió
en la zona de la montaña de La Flor, una posta policial
y asignó varios agentes para dar seguridad a los pobladores
de la zona, ante los asaltos y amenazas de que son objeto por extraños
que llegan a despojarlos de sus pocas pertenencias.
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