En una
breve declaración en el hotel de Gleneagles (Escocia), donde
se desarrolla la cumbre del G8, el presidente de EEUU aseguró
que "la guerra contra el terrorismo continúa".
La
cumbre del Grupo de los Ocho, inaugurada anoche y que comenzaba
hoy sus deliberaciones, tiene como objetivo marcado el llegar a
un acuerdo para aumentar la ayuda a Africa y otro para combatir
el calentamiento global.
El
presidente de EEUU destacó el contraste entre los objetivos
de la cumbre y los de los terroristas.
"El
contraste entre lo que estamos viendo aquí y en las pantallas
de televisión no puede ser más vívido: por
un lado tenemos a unos hombres que quieren poner fin a la pobreza,
a enfermedades como el sida, que quieren un medioambiente limpio,
y por otro tenemos a hombres que matan a otros hombres", declaró
Bush.
Insistió
en que "el contraste no puede ser más claro: por un
lado, los hombres que respetan los derechos humanos y la libertad,
frente a hombres que guardan el mal en su corazón".
"No
nos inclinaremos ante esos hombres", aseguró el presidente
de Estados Unidos, quien alabó la "determinación
y la fortaleza" del primer ministro británico, Tony
Blair, quien ha emprendido camino hacia Londres.
Según
informó hoy la Casa Blanca, el presidente de EEUU, George
W. Bush, celebró una videoconferencia con altos funcionarios
de seguridad de su Gobierno tras conocer los atentados en el sistema
de transportes de Londres.
En
unas declaraciones paralelas a la prensa, el portavoz de la Casa
Blanca, Scott McClellan, indicó que los líderes del
G8 que se celebra en Gleneagles fueron informados de los ataques
cuando llevaban transcurridos veinte minutos en su primera sesión
del día, para tratar sobre medioambiente.
Las
sesiones quedaron interrumpidas por espacio de cincuenta minutos,
entre las 11,25 y las 12,15 horas locales (10,25 y 11,50 GMT).
Bush
abandonó la sala para participar en una videoconferencia
con altos funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional, indicó
McClellan. El presidente también se puso en contacto con
la consejera de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Fran Townsend;
el vicepresidente, Dick Cheney, y el director nacional de Inteligencia,
John Negroponte.
Según
McClellan, el presidente quería asegurarse de que "todas
las agencias adecuadas quedaban avisadas y de que se adoptaban todas
las medidas necesarias".
El
portavoz también indicó que Bush y Blair, que habían
celebrado una bilateral poco antes de los atentados, volvieron a
reunirse antes de que el primer ministro británico emitiera
una declaración de condena de los atentados.
Hasta
el momento se desconoce el número de víctimas de los
ataques, que el ministro del Interior británico, Charles
Clarke, ha confirmado que han sido cuatro en autobuses y en el sistema
de Metro londinense. EFE
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