Emilio y Carlos, primera boda homosexual en España
   

11 de julio de 2005

España - Después de treinta años juntos, Emilio Menéndez y Carlos Baturín celebraron esta tarde su boda en el Ayuntamiento de Tres Cantos (Madrid), una breve ceremonia que se convirtió en la primera boda entre homosexuales, emotiva y reivindicativa.


Ocho días después de que la nueva ley entrara en vigor, ofició el enlace el concejal de IU de Tres Cantos José Luis Martínez Cestau, quien aseguró sentir una 'especial ilusión' ante una ceremonia que ponía fin a 'una serie de injusticias' y era 'ejemplo de igualdad entre todos los ciudadanos'.

Nada más contraer matrimonio, los cónyuges, que han vivido en Massachusset, el único estado estadounidense que permite el matrimonio entre personas del mismo sexo, recibieron una lluvia de arroz en el día 'más feliz' de su vida.

Emilio Menéndez (español) y Carlos Baturín (psiquiatra estadounidense) se conocieron hace 30 años en una cafetería de Madrid, y están juntos desde entonces: 'él me miro interesado y yo no podía imaginarme que un tío tan guapo se fijara en mí', dijo hoy Emilio.

Hoy quería decirle 'a todo el mundo que el amor es muy bonito, que somos familia y como somos familia hemos querido casarnos como hacen todas las familias'.

'Hoy somos un poco más familia', corroboró Carlos antes de que Emilio diera las gracias al Gobierno, al presidente José Luis Rodríguez Zapatero, a todos los políticos que han apoyado la ley y también a los funcionarios del Ayuntamiento de Tres Cantos, que se portaron 'fenomenal'.

Son ya mayores para adoptar niños, pero Carlos apuntó que 'si nos pilla años atrás lo hubiéramos hecho, posiblemente'.

La boda, que querían en la intimidad, se celebró entre una veintena de invitados -entre ellos el dirigente socialista Pedro Zerolo- y una treintena de periodistas, con diez cámaras de televisión.

Cuando toda la familia y amigos estén en Madrid, en octubre, lo celebrarán con un banquete, pero antes, en septiembre, harán un crucero por el Adriático y el Egeo, 'regalo de la suegra' (madre de Emilio), que con 88 años fue hoy testigo del enlace.

Emilio dijo que no pensaban que iban a ser los primeros homosexuales en casarse, pero aseguró que no les importa que su boda se vea para demostrar que 'somos gente normalita' y que 'lo que queremos es ser felices'.

Preguntado por las declaraciones del catedrático Aquilino Polaino, quien calificó de patológicas las conductas homosexuales y destacó los problemas de sus progenitores, Emilio recordó que su padre era una 'persona maravillosa' que 'hubiera estado encantado de ver a su hijo casarse con quien ha querido' y que su madre, 'esta bendiciendo a Dios por ver este día'.

Emilio se definió además como católico pero dijo que se está planteando dejar de serlo porque le ha llenado de tristeza que los obispos se revuelvan contra una ley 'que no les afecta y que a nosotros nos llena de felicidad'.

'Hoy aquí, dijo, hay mucho amor y no lo había en la manifestación del 18 de junio (convocada por el Foro de la Familia); de hecho si nos conocieran no habrían ido a esa manifestación: amarse es muy cristiano, pero lo que no es cristiano es negar los derechos a otras personas; que estén tranquilos los obispos que no vamos a destruir ninguna familia ni ninguna iglesia', subrayó.

Rechazó también las críticas sobre la promiscuidad de los homosexuales, porque, 'conozco muchos heterosexuales muy promiscuos y muy golfos' y 'si los homosexuales quizá lo han sido más es porque la sociedad no les ha permitido ser fieles'.

Como les ocurrió a ellos, si vivían con su pareja, 'enseguida eran los maricones del barrio'.

El concejal que les casó aseguró que en el Ayuntamiento -gobernado en coalición por Tres Cantos Unidos y el PP- no se había puesto ninguna traba a esta boda e hizo votos para que los novios fueran felices en su nueva vida de casados.

Durante la ceremonia, tomó la palabra la hermana de Emilio, quien felicitó a la pareja por el paso que daban, que supone 'todo un reto, un acto de valentía y de coherencia con vuestra vida'; 'merecéis vivir en paz y alegría', dijo.

Se trataba, dijo, de un 'paso pequeño, pero de trascendencia enorme para la sociedad'.

Tras haber soportado 'con valor humillaciones y discriminaciones durante muchos años', les deseó felicidad porque, aseguró, 'os lo habéis ganado'.

El concejal recordó la Declaración Universal de derechos humanos, la Constitución y el Código Civil para subrayar que los españoles son iguales ante la ley, sin discriminaciones, y que los cónyuges tienen derecho a contraer matrimonio con plena igualdad jurídica.

Antes de preguntar a la pareja si querían contraer matrimonio, les aseguró que estaban 'haciendo historia, una historia que no va contra nadie, sino que contribuye a construir un camino de felicidad y respeto'.

Tras dar el sí y ser declarados 'unidos en matrimonio', los cónyuges intercambiaron los anillos -de oro blanco con un brillante-y se dieron un abrazo entre los aplausos de los invitados y de los periodistas.

Martínez Cestau cerró la ceremonia con unos versos de Pablo Neruda y un deseo, 'que la risa y la ternura os acompañen toda la vida'. (EFE)

 
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