Ocho
días después de que la nueva ley entrara en vigor,
ofició el enlace el concejal de IU de Tres Cantos José
Luis Martínez Cestau, quien aseguró sentir una 'especial
ilusión' ante una ceremonia que ponía fin a 'una serie
de injusticias' y era 'ejemplo de igualdad entre todos los ciudadanos'.
Nada
más contraer matrimonio, los cónyuges, que han vivido
en Massachusset, el único estado estadounidense que permite
el matrimonio entre personas del mismo sexo, recibieron una lluvia
de arroz en el día 'más feliz' de su vida.
Emilio
Menéndez (español) y Carlos Baturín (psiquiatra
estadounidense) se conocieron hace 30 años en una cafetería
de Madrid, y están juntos desde entonces: 'él me miro
interesado y yo no podía imaginarme que un tío tan
guapo se fijara en mí', dijo hoy Emilio.
Hoy
quería decirle 'a todo el mundo que el amor es muy bonito,
que somos familia y como somos familia hemos querido casarnos como
hacen todas las familias'.
'Hoy
somos un poco más familia', corroboró Carlos antes
de que Emilio diera las gracias al Gobierno, al presidente José
Luis Rodríguez Zapatero, a todos los políticos que
han apoyado la ley y también a los funcionarios del Ayuntamiento
de Tres Cantos, que se portaron 'fenomenal'.
Son
ya mayores para adoptar niños, pero Carlos apuntó
que 'si nos pilla años atrás lo hubiéramos
hecho, posiblemente'.
La
boda, que querían en la intimidad, se celebró entre
una veintena de invitados -entre ellos el dirigente socialista Pedro
Zerolo- y una treintena de periodistas, con diez cámaras
de televisión.
Cuando
toda la familia y amigos estén en Madrid, en octubre, lo
celebrarán con un banquete, pero antes, en septiembre, harán
un crucero por el Adriático y el Egeo, 'regalo de la suegra'
(madre de Emilio), que con 88 años fue hoy testigo del enlace.
Emilio
dijo que no pensaban que iban a ser los primeros homosexuales en
casarse, pero aseguró que no les importa que su boda se vea
para demostrar que 'somos gente normalita' y que 'lo que queremos
es ser felices'.
Preguntado
por las declaraciones del catedrático Aquilino Polaino, quien
calificó de patológicas las conductas homosexuales
y destacó los problemas de sus progenitores, Emilio recordó
que su padre era una 'persona maravillosa' que 'hubiera estado encantado
de ver a su hijo casarse con quien ha querido' y que su madre, 'esta
bendiciendo a Dios por ver este día'.
Emilio
se definió además como católico pero dijo que
se está planteando dejar de serlo porque le ha llenado de
tristeza que los obispos se revuelvan contra una ley 'que no les
afecta y que a nosotros nos llena de felicidad'.
'Hoy
aquí, dijo, hay mucho amor y no lo había en la manifestación
del 18 de junio (convocada por el Foro de la Familia); de hecho
si nos conocieran no habrían ido a esa manifestación:
amarse es muy cristiano, pero lo que no es cristiano es negar los
derechos a otras personas; que estén tranquilos los obispos
que no vamos a destruir ninguna familia ni ninguna iglesia', subrayó.
Rechazó
también las críticas sobre la promiscuidad de los
homosexuales, porque, 'conozco muchos heterosexuales muy promiscuos
y muy golfos' y 'si los homosexuales quizá lo han sido más
es porque la sociedad no les ha permitido ser fieles'.
Como
les ocurrió a ellos, si vivían con su pareja, 'enseguida
eran los maricones del barrio'.
El
concejal que les casó aseguró que en el Ayuntamiento
-gobernado en coalición por Tres Cantos Unidos y el PP- no
se había puesto ninguna traba a esta boda e hizo votos para
que los novios fueran felices en su nueva vida de casados.
Durante
la ceremonia, tomó la palabra la hermana de Emilio, quien
felicitó a la pareja por el paso que daban, que supone 'todo
un reto, un acto de valentía y de coherencia con vuestra
vida'; 'merecéis vivir en paz y alegría', dijo.
Se
trataba, dijo, de un 'paso pequeño, pero de trascendencia
enorme para la sociedad'.
Tras
haber soportado 'con valor humillaciones y discriminaciones durante
muchos años', les deseó felicidad porque, aseguró,
'os lo habéis ganado'.
El
concejal recordó la Declaración Universal de derechos
humanos, la Constitución y el Código Civil para subrayar
que los españoles son iguales ante la ley, sin discriminaciones,
y que los cónyuges tienen derecho a contraer matrimonio con
plena igualdad jurídica.
Antes
de preguntar a la pareja si querían contraer matrimonio,
les aseguró que estaban 'haciendo historia, una historia
que no va contra nadie, sino que contribuye a construir un camino
de felicidad y respeto'.
Tras
dar el sí y ser declarados 'unidos en matrimonio', los cónyuges
intercambiaron los anillos -de oro blanco con un brillante-y se
dieron un abrazo entre los aplausos de los invitados y de los periodistas.
Martínez
Cestau cerró la ceremonia con unos versos de Pablo Neruda
y un deseo, 'que la risa y la ternura os acompañen toda la
vida'. (EFE)
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