Tegucigalpa.
Más de 300 bomberos, soldados, policías y voluntarios
intentaban el viernes por cuarto día consecutivo controlar
un incendio en los bosques de pino de la isla turística de
Guanaja, sobre el Atlántico de Honduras.
"Ya
estamos agotados, pero continuamos realizando nuestra labor",
dijo el jefe de bomberos de Guanaja, Henry Brooks. "Toda la
población de la isla ha ayudado a sofocar las llamas",
agregó
Cinco
helicópteros militares, uno de Honduras y cuatro de Estados
Unidos, ayudan a apagar el fuego, mientras una densa capa de humo
permanece estacionada en el cielo de Guanaja. Trasladan agua del
mar y la arrojan en las montañas afectadas.
"El
fuego consume desde el martes los pinos y el bosque latifoliado
en unas 700 hectáreas de las montañas de Sandy Bay,
donde están las tres principales fuentes de agua del lugar:
El Higueral, El Pelícano y La Ensenada", dijo Brooks.
El
representante de la Escuela Nacional de Ciencias Forestales, Richard
Buñay, calificó de "enorme" el daño
causado por el fuego al ecosistema de la zona.
"Sospechamos
que el incendio fue intencional, lo que investigan las autoridades",
subrayó.
El
jefe de operaciones de la Comisión Permanente de Contingencias,
Luis Martínez, informó que "la situación
está controlada, aunque el fuego sigue vivo".
Sin
embargo, vientos de 30 kilómetros por hora que azotan la
región amenazan con extender las llamas a otros sitios.
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