Delay,
hablando con reporteros en su oficina del Capitolio, dijo que sólo
con la aprobación de ese tipo de tratados se "hará
florecer las economías regionales evitando el retorno a los
días de la amenaza comunista".
"Hay
un panorama muy peligroso en estos días (en las Américas)",
agregó. "Con Chávez y Castro haciendo las cosas
que hacen, sólo hay una forma de oponerse: la creación
de economías fuertes".
Esa
fue una referencia a los presidentes Hugo Chávez, de Venezuela,
y Fidel Castro, de Cuba, señalados por Estados Unidos como
fuentes de recientes crisis políticas en varios países
de la región.
DeLay,
quien fija la agenda cameral semanal, dijo sin embargo que no sabía
qué día exactamente empezaría el debate, en
lo que será el escollo final del tratado para su ratificación
por Estados Unidos.
El
tratado tiene como miembros latinoamericanos a Costa Rica, Nicaragua,
Honduras, El Salvador, Guatemala y República Dominicana.
Ha sido ya aprobado por el Senado, y ha culminado el proceso en
los congresos de Guatemala, El Salvador y Honduras.
Otras
fuentes legislativas informaron que el debate en la Cámara
de Representantes se haría "en los últimos días"
de la próxima semana, la última también del
trabajo legislativo antes del receso de verano que durará
hasta comienzos de septiembre.
DeLay
dijo que el gobierno del presidente George W. Bush tiene ya los
votos para su aprobación.
"Definitivamente
será aprobado", declaró el congresista.
El
anuncio se produjo en la víspera de la presentación
de Bush ante los embajadores de la Organización de los Estados
Americanos, donde en abril de 2001, apenas tres meses después
de asumir funciones, pidió estudiar la factibilidad del tratado.
La
Casa Blanca dijo solamente que Bush "hablará sobre el
CAFTA-RD" en la OEA, pero fuentes diplomáticas de la
organización han estado adelantando que el presidente anunciaría
la culminación del proceso y hablaría también
del Area de Libre Comercio para las Américas (ALCA).
ALCA
es una idea que nació en 1994 cuando los presidentes americanos
se comprometieron a convertir a las Américas en un solo mercado
libre hacia el año 2005. Pero el proceso está detenido
ante la oposición de varios países que desean acceso
a mercados en igualdad de condiciones que las exigidas por Estados
Unidos.
DeLay
criticó a los legisladores demócratas, de oposición,
por hacer del CAFTA-RD "un tema político".
Recordó
que el tratado de libre comercio con México y Canadá,
conocido como NAFTA, fue aprobado por el Congreso con apoyo republicano
durante el gobierno del presidente demócrata Bill Clinton
porque los republicanos sabían que era beneficioso para Estados
Unidos.
"Me
apena que los demócratas quieran votar ahora en contra de
lo que es correcto sólo por razones políticas",
dijo. "Si el voto fuese secreto, el CAFTA sería aprobado
abrumadoramente".
Indicó
que quienes estaban promoviendo proyectos de inmigración
en el Congreso, incluidos algunos legisladores más críticos
del CAFTA-RD, deberían ver en el CAFTA-RD un instrumento
para disminuir los flujos migratorios hacia Estados Unidos con el
desarrollo de buenas economías en Centroamérica.
"Si
alguien tiene empleo en su país no tratará de venir
ilegalmente a los Estados Unidos en busca de empleo", dijo.
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