Decidida
a proteger su escaso presupuesto, la pensionada acusó a las
autoridades locales de violar el código de vivienda y los
llevó a la justicia.
Al
emprender la acción legal, Lo Siu paralizó los US$3.000
millones del proyecto en el mercado de acciones.
Contra
gigantes
La
zona en conflicto había ganado fama entre los inversionistas.
Tanto,
que algunas de las mayores instituciones financieras del mundo hicieron
todo lo posible para conseguir una parte del negocio.
Tras
ocho meses de ardua disputa, la máxima corte de Hong Kong
rechazó el recurso de la pensionada, despejando el camino
para que el proyecto se implemente.
De
este modo y pese a que no logró su objetivo, Lo Siu se transformó
en una celebridad en su barrio debido a su coraje y perseverancia.
Y
de paso las cortes de justicia demostraron ser un popular espacio
para prevenir o al menos postergar, decisiones gubernamentales que
no gozan del apoyo de las comunidades afectadas.
tomado
de BBCMundo.com
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