Cámara de Representantes aprueba TLC
   

28 de julio de 2005

Washington - La Cámara Baja de EEUU aprobó por 217 votos a favor y 215 en contra, el pacto comercial firmado con América Central y República Dominicana (CAFTA-DR), lo que pone fin a la mayor pugna en el Congreso sobre un acuerdo de ese tipo en más de una década.


El Senado había dado su visto bueno al pacto el 30 de junio, con 54 votos a favor y 45 en contra. El texto ahora se enviará a la mesa del presidente de EEUU, George W. Bush, para su firma.

La gran mayoría de los demócratas votaron contra el acuerdo y a ellos se unieron una veintena de republicanos, que no fueron suficientes para doblegar al resto del partido de Bush con un puñado de demócratas rebeldes.

El sí del Congreso significa que el acuerdo se aplicará desde el 1 de enero entre EEUU y los países de la región que lo han ratificado, que hasta ahora son El Salvador, Guatemala y Honduras.

Las legislaturas de Costa Rica, Nicaragua y República Dominicana no lo han rubricado aún, pero la decisión de hoy de la Cámara será una llamada de urgencia para que lo aprueben, según los expertos.

El acuerdo prevé la supresión por parte de los países miembros de la gran mayoría de los aranceles que gravan el comercio. Además, establece normas comunes de inversión y protección de la propiedad intelectual.

La ratificación pone fin a meses de incertidumbre en los que los líderes republicanos han atrasado una y otra vez la votación al carecer de los apoyos suficientes en la Cámara de Representantes para garantizar la aprobación, a pesar de que tienen la mayoría de los escaños.

Para resaltar la importancia del acuerdo y para torcer el brazo a los últimos indecisos de su partido, Bush acudió al Congreso, el martes por la mañana, acompañado por el vicepresidente, Dick Cheney, el Representante de Comercio Exterior, Robert Portman, y algunos otros asesores principales.

En esa visita, muy rara, el presidente resaltó las "implicaciones estratégicas o de seguridad nacional del acuerdo", pues apoya "democracias emergentes", según explicó posteriormente el portavoz de la Casa Blanca, Scott McClellan.

Para añadir sustancia a las palabras, los líderes republicanos dieron concesiones a las industrias azucarera y textil a fin de ganarse el apoyo de legisladores que representan a distritos con empresas de estos sectores.

Además, entre bambalinas ofrecieron a congresistas indecisos financiar infraestructuras y proyectos no relacionados con el CAFTA-DR, como se conoce al pacto en inglés.

El resultado en la Cámara se supo a las 00:06 de la madrugada, hora local, 04:06 GMT del jueves, tras más de una hora de votación durante la cual ambos lados estuvieron prácticamente empatados hasta que quedaron un puñado de legisladores, que se mantuvieron duros de roer.

Anteriorment, se había celebrado durante unas dos horas y media un acalorado debate en el pleno, que partidarios y detractores usaron para reiterar los argumentos que han esgrimido hasta la extenuación para justificar su posición.

Los líderes republicanos han promovido el acuerdo como un mecanismo para fomentar el crecimiento en América Central y República Dominicana, aumentar las exportaciones estadounidenses y reducir la inmigración a Estados Unidos.

La mayoría de los demócratas, por su parte, han argumentado que no protege lo suficiente los derechos de los trabajadores en la región y que agravará la tendencia de empresas estadounidenses a desplazarse a países donde la mano de obra es más barata.

Durante el debate en el pleno, la líder de los demócratas, Nancy Pelosi, de California, calificó el pacto como "un paso atrás para los trabajadores en América Central y un destructor de empleos en Estados Unidos".

Por su parte, algunos republicanos presentaron una perspectiva ominosa si la Cámara no lo aprobaba. Peter Hoekstra (Michigan) afirmó que su rechazo colocaría a la región "en las garras de Hugo Chávez (presidente) de Venezuela y de Fidel Castro", jefe del Estado cubano.

El CAFTA-DR ha sido el acuerdo comercial más disputado en el Congreso de EEUU desde que en 1993 se aprobó el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, que creó una unión aduanera entre Estados Unidos, Canadá y México.

Entonces la Cámara de Representantes registró 234 votos a favor y 200 en contra de ese acuerdo. EFE

 
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