El “Señor
de la Sierra”, como llamaban sus compañeros indígenas
a Lempira, es recordado cada 20 de julio por los hondureños
como un símbolo de valentía y patriotismo que en el
año de 1537 hizo una heroica resistencia a los invasores
españoles en Cerquín, una región montañosa
conformada por los actuales municipios de Erandique y Candelaria
en el occidental departamento de Honduras.
Las
arterias principales de Gracias fueron inundas días antes
de la celebración por lempirenses que bajaron desde sus aldeas
y caseríos para presenciar como hace 52 años los desfiles
de las escuelas y colegios de la ciudad y así no olvidar
las hazañas de su líder indígena de todos los
tiempos, el Indio Lempira.
Las
indias bonitas
A
muy tempranas horas de la mañana lindas jóvenes lencas
ataviadas con hermosos trajes típicos confeccionados con
manta y cuero de res y decorados con tuzas secas, pencas de plátanos,
granos de maíz y frijol y paste de cerro, se aprestaron a
las polvorientas calles, para con su belleza engalanar la festividad.
 |
Su
título es el de “Indias Bonitas” y cada
una de ellas representa a la belleza de la mujer lenca y la
pureza que para los indígenas representa el sexo femenino,
la fiel compañera que los acompañaba en su diario
vivir.
En
la elaboración de sus vestidos se pudo percibir horas
de trabajo y mucha creatividad, pues cada diseño era
único, digno sólo de reinas o emperatrices. |
Esta bella joven indígena hace gala de este traje típico
confeccionado de materiales naturales y decorado con maíz. |
Los
caciques
Los
jóvenes lempirenses también estuvieron presente en
la celebración, al simular a los principales guerreros de
las comarcas de aquellos tiempos: cerquines, cares, lencas y potones,
que bajo el liderazgo de Lempira resolvieron sus diferencias, y
se aglutinaron en un ejército heroico que frenó el
avance de los españoles, infringiéndoles cruentas
derrotas, que se documentan en el Archivo General de Indias de Sevilla,
dónde se confirma que el indómito cacique murió
a manos del soldado Rodrigo Ruiz.
La
vestimenta de estos modernos guerreros también fue
motivo de admiración, adornaron sus cabezas con vistosas
plumas, en su cuerpo un taparrabo elaborado en caral, un material
muy conocido en el occidente del país, atuendo que
se complementaba con un arco y flechas que los hacía
verse como verdaderos caciques. |
 |
Estos
dos niños lencas recrean a los dos líderes indígenas
Colohel y Lempira. |
Gastronomía
típica
Tamalitos de elote, chicha, chilate, ticucos, empanadas de maíz
y guirilas fueron del deleite de los comensales, platos típicos
que fueron saboreados por cientos de turistas nacionales e internacionales,
a la sombra de chozas de bajareque y varas atadas con fibra de maguey
o bejuco artísticamente decoradas con fogones, utensilios
domésticos y muebles como un ejemplo de cómo viven
en las montañas muchos de los hondureños que residen
en La Campa, Santa Cruz, Gualcinse, Erandique, Talgua, Tomalá,
Cololaca, entre otros, municipios de Lempira.
El drama
El
plato fuerte de la celebración fue la dramatización
de obra denominada “Maldición y muerte de Lempira”,
que bajo la dirección de los maestros de la escuela Juan
Lindo y puesto en escena por los alumnos que con mucho orgullo,
por sus raíces, exaltaron la figura de su héroe Lempira.
“En
Gracias nadie es un extraño y hemos aprendido a tener identidad
a preservar la cultura y tradiciones de nuestros antepasados lencas”,
dijo Carlos Roberto Membreño, un graciano con rasgos indígenas,
quien tuvo el honor de hacer el papel del “Señor de
la Sierra” en la dramatización.
Aprender
las líneas de su personaje le ha llevado horas de infatigable
estudio, pero como él bien dice “han valido la pena
porque es la sexta vez que encarno el personaje del Indio Lempira”.
Membreño
fue acompañado en los papeles estelares por otros gracianos
que dramatizaron los personajes de Copán Gales, “El
señor de los llanos de Copán; Agaltel, jefe de la
tribu de los cares; Caul, cacique de los potones, Cicumba y Colohel,
el guerrero de confianza de Lempira.
|
Los
guerreros se acomodaron alrededor de Lempira en un escenario
construido con ramas de los árboles y paste traídos
de las montañas del departamento de Lempira, hasta
donde llegó una doncella que se ofreció en sacrificio
como agradecimiento al Dios del Maíz, una de las deidades
a las que adoraban las indígenas. |
Los
niños de Gracias recrean las batallas del Cacique Lempira.
Aquí las huestes del líder indígena. |
El
drama continua cuando un indígena llega corriendo hasta los
dominios de Lempira para informarle de las malas noticias sobre
la invasión de los españoles que montados en caballos,
eran descritos como bestias de dos cabezas “Mitad hombre,
mitad animal”.
El
objetivo principal de la dramatización fue demostrar que
Lempira convocó a todos los caciques de las tribus vecinas
y bajo el liderazgo del indómito cacique decidieron combatir
a los españoles, produciendo tres enfrentamientos, pero es
en el último en que cae vencido el líder indígena
a manos de un español y que como dice su Himno: “para
herir al temible guerrero fue preciso la odiosa traición”.
Los
turistas
La
celebración del 20 de julio en Gracias, Lempiras es
una fiesta con fama internacional, los estadounidenses y europeos,
en su mayoría españoles, se mimetizan entre
la población hondureña, para vivir la historia
de los indígenas hondureños. |
 |
El
bastión de las huestes españolas, el fuerte de
San Cristóbal en Gracias, Lempira. |
Los
restaurantes y hoteles de la ciudad fueron abarrotados por los visitantes
que aprovecharon para conocer las costumbres étnicas y comprar
alfarería y dulces lencas que se ofertaban en la plaza central
de Gracias.
También
aprovecharon la ocasión para conocer la Fortaleza de San
Cristóbal construida por el presidente Juan Lindo y los balnearios
de aguas termales famosos por su potencial curativo.
|