Alerta por entrada excesiva de remesas
   
  • Para Honduras, El Salvador y República Dominicana las remesas representan al menos el 15 por ciento de su Producto Interno Bruto

22 de agosto de 2005

El aluvión de remesas y la mejora de los precios de las exportaciones, que a primera vista pareciesen tener sólo beneficios para Latinoamérica, también tienen sus riesgos, advirtió la CEPAL.


La profusa entrada de dólares a la región, que aparenta ser un negocio redondo para elevar la reservas de los bancos centrales y hacer a los países menos vulnerables a las crisis externas, tiene el costo de haber apreciado varias monedas locales frente a la divisa estadounidense.

Pero una apreciación fuerte podría hacer menos competitivas a esas economías, al encarecer sus exportaciones e incluso hacerlas caer en 'el riesgo de aumentar la tasa de inflación' por intentar mantener un tipo de cambio competitivo internacionalmente, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).

'La apreciación cambiaria es un problema eventual en la región si es muy grande', señaló en una entrevista el secretario ejecutivo de la CEPAL, el argentino José Luis Machinea, quien visita México para participar en un seminario sobre las Metas del Milenio de la ONU.

Colombia, México y Chile han apreciado sus monedas en el último tiempo, mientras que las de Brasil y Uruguay ya ganaron fuerza frente al dólar, y en Perú la apreciación es menos intensa.

'Argentina está comprando mucho (dólar) para no apreciar (el peso), pero quizás a riesgo de que aumente algo la inflación', dijo Machinea.

El ingreso de dólares a la región es especialmente por la vía de las remesas en México y Centroamérica, y en Suramérica por la mejora de los precios de las exportaciones de materias primas.

Para Haití las remesas representan el 29 por ciento de su Producto Interno Bruto (PIB) al año, mientras que para El Salvador, Honduras y la República Dominicana significan el 15 por ciento.

Para la totalidad de Centroamérica representan el 8,8 por ciento del PIB; para Ecuador, el 6 por ciento; para Bolivia, el 5 por ciento, y para Colombia, el 4 por ciento.

En México, el principal receptor de remesas por monto, con 16.613 millones de dólares en 2004 y la expectativa de superar los 20.000 millones este año, apenas equivalen al 2,5 por ciento del PIB.

En el cono sur la situación es distinta. En la mayoría de los países el ritmo de crecimiento de las exportaciones ha aumentado desde hace 15 años.

Pero el impulso más fuerte en los dos últimos años provino de la expansión económica de China, con tasas del 10 por ciento anual, que elevó los precios del cobre y otra materias primas a niveles récord.

Una desaceleración leve, planificada para no recalentar la economía, no debería afectar a Latinoamérica, aunque si ésta es más fuerte, 'sería un problema muy serio para la región', dijo el secretario ejecutivo de CEPAL.

La acumulación de divisas en la región está creciendo a un ritmo del 1,5 por ciento del PIB por año, y en México, la mayor economía de Latinoamérica, superan los 60.000 millones de dólares, muy cerca de los 78.000 millones de dólares de su deuda pública externa.

Pero esto representa un costo financiero.

'Una región que ahorra poco y destina parte de su ahorro a acumular reservas está bien en el corto plazo, por un período, para reducir la vulnerabilidad', afirmó Machinea.

'Pero en el largo plazo es un problema', añadió, porque la región necesita destinar este ahorro -entre otras cosas- a inversión productiva para mantener ritmos de crecimiento que le permitan superar su rezago en materia social y frente a otras economías emergentes, especialmente de Asia'.

Machinea destacó que en los últimos años los gobiernos latinoamericanos han avanzado en el tema de la responsabilidad fiscal, reduciendo su deuda externa y ampliando sus plazos, así como manteniendo la inflación bajo control.

'La región es menos vulnerable que en el pasado, lo cual no quiere decir que no sea afectada por 'shocks' externos', dijo.

Entre los principales riesgos, mencionó una desaceleración de EEUU, el aumento del precio del petróleo y la amenaza de aumento del proteccionismo, entre los externos.

En el plano interno aludió a la inestabilidad política y el tipo de cambio EFE.

 
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