Un grupo de 19 heridos fue hoy trasladado a
Lima, donde fueron internados en distintos hospitales
de la capital, en su mayoría con fracturas,
quemaduras de distinta consideración
y contusiones.
Uno de ellos, el peruano Daniel
Rojas falleció en el Hospital Provincial
de Pucallpa antes de ser trasladado a la capital
como consecuencia de las quemaduras que cubrían
más de un 60 por ciento de su cuerpo.
Los heridos llegaron en el avión
presidencial, en el que también viajó
la primera dama de la nación, Eliane
Karp, y en un Antonov de la Fuerza Aérea
de Perú (FAP).
En la aeronave del presidente
fue trasladada a Lima la pareja de recién
casados formada por el peruano William Zea y
Mónica Glenn, quienes salvaron la vida
en el avión que les iba a llevar a Iquitos,
el destino de su luna de miel.
El Antonov 325 de la FAP envió
a la capital a otros 17 heridos, entre ellos
las italianas sobrevivientes a la tragedia Letizia
Onorati, Simone Simonini y Ornella Umbretta,
así como dos niños de dos y ocho
años de edad.
Mañana serán trasladados
a Lima los cadáveres de la colombiana
Liliana Narváez Cobo, la española
Eva María Gonzalo Torrellas y los estadounidenses
Loth Stephen y Youbg Sera, así como el
cuerpo de una quinta persona, de rasgos orientales,
y que los médicos presumen que también
es extranjera.
Se sabe que en el avión
viajaban hasta 19 personas de otras nacionalidades:
once estadounidenses, cuatro italianos, una
española, una colombiana, un australiano
y un brasileño.
El brasileño Roberto
Andolizato Souza Wagner se identificó
hoy a su llegada al aeropuerto de Lima después
de que tanto los médicos como las autoridades
lo hubieran confundido con un peruano.
Souza Wagner, aunque herido
leve, se encuentra fuera de peligro, según
fuentes del aeropuerto de la capital.
Mientras tanto, en el Hospital
Provincial de Pucallpa, donde se ubicó
un improvisado mortuorio, se sucedieron las
escenas de dolor a medida que se iban identificando
a los cadáveres.
El
clímax llegó cuando se informó
a los parientes de que un menor de dos años
se encontraba entre las víctimas mortales.
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El
Boeing 737-200 de la compañía
TANS se estrelló a seis kilómetros
del aeropuerto de Pucallpa, en medio de
un bosque tropical de aguas movedizas,
después de un intento fallido de
aterrizaje como consecuencia de una fuerte
tormenta.
Testigos
explicaron a EFE que desde la caída
del avión a tierra y la explosión
que envolvió el aparato en llamas
pasaron unos 25 minutos, tiempo que sirvió
para que la mayoría del pasaje
salvara la vida.
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Un
total de 98 personas viajaban en el vuelo 204
de TANS que cubría la ruta Lima-Pucallpa-Iquitos,
y de ellos 92 eran pasajeros y seis miembros
de la tripulación.
Las operaciones de rescate concluyeron
tras una larga y tensa jornada en la que finalmente
las fuerzas de seguridad y los médicos
forenses de la Fiscalía consideraron
que habían hecho todo lo posible.
"Pensábamos encontrar
a todos, pero no se pudo, porque con las múltiples
explosiones e incendios que sufrió el
avión varios cuerpos desaparecieron",
explicó a EFE el director de la policía
provincial de Pucallpa, Ariosto Obregón.
Los policías buscaron
víctimas entre el amasijo de hierros,
el fango y los árboles espinosos, a quienes
se unieron decenas de espontáneos, algunos
de ellos llevados por el interés de encontrar
objetos de valor.
Y es que el avión siniestrado
transportaba 2,5 millones de soles (unos 760.000
dólares) del banco estatal de Perú,
cantidad que, según Obregón, fue
recuperada en un noventa por ciento por empleados
de la empresa de seguridad Prosegur.
El jefe policial, que calificó
la jornada como "escabrosa", dijo
que sólo quedan en el lugar "restos
humanos quemados, turbinas, fuselaje y fango".
También confirmó
el hallazgo de una de las cajas negras y explicó
que, tras concluir las tareas de rescate, la
Marina de Guerra acordonó el lugar para
que los funcionarios del Ministerio de Transportes
y Comunicaciones puedan realizar sus investigaciones
sin interferencias. EFE