Por "Katrina", Bush recurre a reserva de petróleo
   

31 de agosto de 2005

Washington - El presidente de EEUU, George W. Bush, autorizó hoy la entrega de petróleo de la reserva estratégica nacional para paliar los efectos del huracán "Katrina", aunque se espera que la medida tenga poco impacto en los mercados.


"He instruido al secretario de Energía, Samuel Bodman, para que se reúna con las empresas para determinar la forma en que se realizará la operación", dijo Bush en un discurso desde la Casa Blanca, sin precisar más detalles al respecto.

Fuentes de la industria dijeron que la aportación del Gobierno al abastecimiento petrolífero puede estar disponible mañana mismo.

Antes de que el presidente oficializara el anuncio, Bodman indicó que el Gobierno actuó "ante la percepción" de que la escasez de crudo del golfo de México acelere aún más el aumento de los precios del crudo y de los productos refinados.

Sin embargo, el secretario de Energía desechó la posibilidad de que el Gobierno imponga algún límite al precio de la gasolina.

El asesor económico de la Casa Blanca Ben Bernanke dijo que "es probable que el impacto económico del huracán 'Katrina' sea modesto, ya que los daños a la infraestructura de energía son pasajeros".

"Creo que (los efectos económicos) se absorberán con relativa facilidad, como ocurrió con anteriores desastres naturales", agregó.

La percepción de una escasez mundial de crudo y el aumento de los precios tanto del petróleo como de los combustibles han sido constantes durante más de un año, pero esta vez el gobierno de Bush necesitó sólo dos días desde el impacto de un huracán para abrir la reserva estratégica.

Mientras las ganancias de las empresas petroleras han crecido firmemente a lo largo de más de un año, la administración Bush se ha resistido a usar la reserva estratégica, y el vicepresidente Dick Cheney dijo en agosto pasado que sólo debería recurrirse a ella "en una emergencia grave".

Según Cheney, tal emergencia ocurriría si faltaran de 5 a 6 millones de barriles diarios en el suministro mundial.

"Katrina" interrumpió la extracción del 92 por ciento del crudo procedente del golfo de México, que habitualmente asciende a 1,4 millones de barriles diarios.

"La resistencia ideológica ha dejado paso al reconocimiento de que el Gobierno erró cuando no dio un alivio a las refinerías de EEUU, cuando hay disminuciones reales del suministro", opinó David Goldwyn, presidente de la firma Goldwyn International Strategies, con sede en Washington.

Las reservas estratégicas las empezaron a constituir los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) después de la crisis del petróleo de 1973, para hacer frente a situaciones excepcionales de falta de crudo con el fin de responder a la demanda.

Representan unos 4.000 millones de barriles, de los cuales 1.500 millones bajo control directo de los gobiernos respectivos. En teoría esas reservas equivalen a 90 días de consumo.

Las refinerías de Estados Unidos tienen, fuera de la reserva, un inventario que es un 11 por ciento superior al que tenían hace un año, según las cifras del Departamento de Energía. Las existencias de combustible para vehículos cubren de 8 a 9 días.

En septiembre del año pasado transcurrieron once días desde que "Iván" se abatió sobre el sur de EEUU y hasta que el gobierno de Bush autorizó entregas de crudo de la reserva estratégica.

Antes de la elección de 2000, Bush, entonces candidato presidencial, denunció como una maniobra electoral la decisión del presidente Bill Clinton de hacer entregas de crudo de esa reserva para compensar la disminución de suministro debido a huracanes.

La reserva estratégica, compuesta por depósitos de crudo en cavernas de sal en Texas y Luisiana, cuenta actualmente con unos 700 millones de barriles de crudo.

Del golfo de México procede casi el 27 por ciento del crudo extraído en Estados Unidos, y las refinerías de esa costa producen el 10 por ciento de los combustibles y otros derivados. Entre esas refinerías se cuentan las que procesan el crudo importado desde Venezuela. EFE