Tegucigalpa
- “Patrón de patrones”, “La
reina del sur”, “las monjitas”
o el “Corrido
del Padre Amaro”, son entre muchos los
temas musicales que hacen del narcotráfico
y especialmente de los capos de la droga, una especie
de “héroes” populares cuyas historias
son contadas al mejor estilo de la narrativa tradicional
mexicana, de tal forma que han despertado, incluso,
el interés de grandes figuras literarias
como Gabriel
García Márquez.
La fiebre de los narcocorridos ha traspasado fronteras
y si bien tienen su origen en México han
invadido el mercado latinoamericano, han llegado
a Europa y por supuesto que tienen un nicho pletórico
en el sur de los Estados Unidos.
Honduras
especialmente es un mercado creciente de este sub
género musical según relatos de proveedores
callejeros de discos “piratas” y vendedores
de casas dedicadas a la comercialización
regular de música que operan en Tegucigalpa.
Los nacocorridos, que han sustituido en gran medida
las historias épicas de los héroes
revolucionarios, de los valientes y vencedores de
las guerras, de las historias de amores, desamores
y traiciones pasionales y en fin de esas vivencias
cotidianas cantadas y de sobra conocidas y relacionadas
con la vida del común ciudadano.