Según cálculos de la empresa Risk Management Solutions
(RMS), de los costos para las aseguradoras, de 15.000 a 25.000 millones
provienen exclusivamente de los daños provocados por la inundación
de Nueva Orleans tras la rotura de los diques de la ciudad.
Katrina se convertiría así en el desastre natural
más costoso desde que se tienen datos, por encima incluso
del devastador Andrew, que llegó a las costas de Florida
y Luisiana en agosto de 1992 y por el que las aseguradoras pagaron
20.900 millones en pólizas.
Además, los daños de Katrina superarán los
22.900 millones que las compañías pagaron el año
pasado por los daños causados por los cuatro huracanes que
llegaron a las costas del sur de EEUU.
Según los datos de RMS, distinguir la porción de los
daños provocados por el viento y por la subida del agua será
difícil en muchas áreas, y las pérdidas de
las compañías de seguros dependerán de esta
distinción.
En EEUU los daños por inundación no son cubiertos
por empresas privadas, sino a través de un seguro especial
que se contrata con el Gobierno, a través del National Flood
Insurance Program (NFIP), del que se encarga la Administración
Federal para la Gestión de Emergencias (FEMA).
RMS señala que las pérdidas de las aseguradoras no
sólo dependerán de los daños causados por la
tormenta, sino también por los incendios, saqueos y la caída
en el valor de las viviendas a raíz del abandono que sufren.
La compañía estima que cerca de la mitad de las pérdidas
económicas de Katrina se deberán a la inundación
de Nueva Orleans, que calcula podría tardar meses en ser
secada, momento en que recién se podrá hacer una evaluación
exhaustiva de los daños, que incluirán también
los efectos de la contaminación.
Asimismo, señala que los costos asociados a la interrupción
de los negocios y de la actividad económica dependerán
de la duración de la evacuación de la zona.
"Esta es la primera vez que una inundación urbana ocurre
en una zona tan vasta e industrializada", señala la
vicepresidenta de RMS Laurie Johnson, en un comunicado.
"Sin casos previos, las autoridades tienen poca experiencia
en determinar los niveles de contaminación tras el retiro
de las agua o el tiempo que habrá que esperar para poder
volver a habitar esta zona", puntualizó. EFE
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