El brazo
en Irak de la red terrorista internacional Al-Qaida se atribuyó
la masacre a través de un comunicado divulgado a través
de internet.
En
la nota, cuya autenticidad no ha podido ser verificada, la organización
inspirada por Osama Bin Laden subrayaba que la serie de atentados
son la respuesta a la ofensiva bélica emprendida por EEUU
y las tropas iraquíes contra la ciudad de Tel Afar, supuesto
feudo de la insurgencia en el noroeste del país.
El
ataque más cruento se produjo en el barrio chií de
Kadimiya, en el norte de la capital, donde un suicida al volante
de un vehículo cargado de explosivos segó la vida
de 113 personas e hirió 162, según el último
balance del Ministerio de Sanidad.
Fuentes
médicas no descartan, sin embargo, que la cifra de fallecidos
pueda aumentar en las próximas horas, ya que algunos de los
heridos presentan lesiones de extrema gravedad.
Según
el relato de los testigos, sobre las 06:50 hora local (02:50 GMT),
el kamikaze se lanzó contra una multitud de personas, en
su mayoría obreros de la construcción, que se apelotonaban
ante un edificio oficial en espera de trabajo.
Este
es el segundo atentado con mayor número de víctimas
de la posguerra iraquí, tras el ocurrido el pasado febrero
en la ciudad meridional de Hila, donde murieron 125 personas en
un doble ataque con coche bomba.
Además,
significa la segunda cifra más alta de muertos por una acción
violenta en un solo día en Irak desde que en marzo de 2003
comenzara la invasión y posterior ocupación anglo-estadounidense
del país
En
agosto de 2003, 181 fieles perdieron la vida en ataques contra los
santuarios chiíes de Nayaf y Kerbala.
Horas
antes de que se explotara hoy el primer suicida, una partida de
hombres armados asesinó a sangre fría a 17 miembros
de una misma familia en la ciudad de Tayi, a unos 30 kilómetros
al norte de la capital.
De
acuerdo con la versión de la Policía, sobre las 04:00
de la mañana hora local (00:00 GMT), los pistoleros, vestidos
con uniformes militares, irrumpieron en la ciudad, congregaron a
los habitantes y eligieron a 17 hombre de la tribu Tamim, a los
que acribillaron a balazos.
A
media mañana, otras once acciones violentas, la mayoría
de ellas obra de suicidas, mataron a más de una veintena
de personas en diversos puntos de Bagdad.
Seis
de ellos tuvieron como objetivo principal convoyes militares norteamericanos,
mientras que los cuatro restantes afectaron a caravanas de la Policía
iraquí.
Además,
cuatro civiles perdieron la vida y 22 resultaron heridos en un atentado
suicida con coche bomba perpetrado a las puertas de una oficina
del clérigo radical chií Muqtda al-Sadr, en el barrio
de Al-Chola, en el noroeste de la capital.
En
el puente de Al-Dulai, que atraviesa el Tigris en el barrio de Al-Hurriya,
en el noroeste de Bagdad, tres agentes iraquíes fallecieron
y tres resultaron heridos al estallar un coche bomba conducido por
un suicida al paso de su convoy.
En
una acción similar murieron otras tres personas, entre ellas
un policía, en el barrio de Al-Alawi, ubicado en el oeste
de Bagdad.
En
la plaza de Antar, corazón del barrio de Adamiya, otro vehículo
cargado de explosivos cercenó la vida de un policía
causó heridas a diez civiles.
Seis
patrullas de militares estadounidenses también sufrieron
los estragos de los terroristas suicidas, que atacaron los vehículos
con los que se desplazaban por la capital.
Sin
embargo, el mando militar no ha informado aún si causaron
víctimas.
La
oleada de atentados coincidió con la entrega hoy al comité
de la ONU de la copia definitiva del borrador de la nueva Constitución
iraquí, que será sometida a referéndum el próximo
15 de octubre.
El
texto fue entregado con las últimas enmiendas introducidas
por los suníes, comunidad que se opone a un texto consensuado
por chiíes y kurdos. EFE |