Este
atentado, que hirió a otros 25 civiles, fue perpetrado en
el centro de Tos Jormato, 150 kilómetros al norte de Bagdad,
cuando un suicida al volante de un coche cargado con explosivos
hizo estallar el vehículo frente a la mezquita Al Rasul al
Adha.
Según
fuentes policiales, la explosión tuvo lugar hacia las 13.30
horas (09.30 GMT) en un momento en el que decenas de fieles chiíes
salían del templo tras la plegaria del mediodía.
Las
fuentes también informaron de la detención en la misma
zona de un hombre que tenía adosadas al cuerpo varias granadas
de mano que quería hacer estallar entre los fieles chiíes
frente a la mezquita, después del ataque con el coche bomba.
Este
atentado en Tos Jormato siguió a otro en Baquba, donde hombres
armados dispararon y mataron a seis miembros de una misma familia
chií que viajaban en coche por una carretera de esta ciudad,
situada a unos 60 kilómetros al noreste la capital.
En
el barrio bagdadí Al Sadr, un clérigo chií,
Fadel Alami, perdió la vida y otro resultó gravemente
herido al ser tiroteado su vehículo en la carretera Al Qanah.
Los
ataques contra los chiíes se registran dos días después
de que el líder de Al Qaeda en Irak, Abu Musab al Zarqaui,
amenazara, en un mensaje divulgado por internet, con atacar a los
miembros de esa comunidad, a los que acusa de colaborar con las
fuerzas de la "ocupación" estadounidense.
Esta
organización terrorista ha asumido la autoría de los
ataques de los pasados dos días, que costaron la vida a más
de 200 iraquíes, muchos de ellos chiíes, y afirmó
que con ellos se vengaba la reciente ofensiva de las tropas iraquíes
y de Estados Unidos contra feudos de la insurgencia en Tal Afar.
En
esta ciudad, del noroeste de Irak, las tropas mataron a más
de 150 presuntos rebeldes y detuvieron a otros trescientos, según
el Ministerio de Interior.
Las
autoridades iraquíes y estadounidenses acusan al grupo de
Al Zarqaui de intentar provocar una guerra civil entre los suníes
y los chiíes.
Los
chiíes, marginados durante la dictadura de Sadam Husein,
controlan Irak desde la caída del antiguo régimen,
en abril de 2003.
La
insurgencia golpeó también hoy en la capital, donde
hombres armados en dos vehículos abrieron fuego contra un
grupo de obreros en una plaza del barrio Nuevo Bagdad (oeste), lo
que causó la muerte de dos personas y heridas a otras doce.
"Los
mismos atacantes dispararon y causaron la muerte de un funcionario
del Ministerio de Transporte e hirieron a otros dos mientras viajaban
en un vehículo por un barrio vecino", dijeron a EFE
fuentes del Ministerio de Interior.
En
Al Hasua y Latifiya, en el llamado "triángulo de la
muerte", al sur de la capital, tres policías perdieron
la vida en un ataque suicida con coche bomba, mientras que presuntos
rebeldes dispararon y mataron al director del Consejo Municipal
de la vecina localidad Al Iskandariya, Amer Al Jafayi, y a cuatro
de sus guardaespaldas.
Al
menos cinco iraquíes fallecieron en otros atentados en distintas
zonas del país, el último de ellos en el barrio bagdadí
Al Amiriya (oeste) y que costó la vida a dos agentes de las
fuerzas de seguridad.
Las
nuevas acciones de violencia ocurren mientras continua la ofensiva
militar en el oeste del país, donde nueve supuestos "terroristas"
murieron en un ataque aéreo estadounidense lanzado el jueves
contra un almacén de armas del grupo de Al Zarqaui en Al
Karabla, informó hoy el Ejército de EEUU.
El
mando militar estadounidense también anunció hoy,
en otro comunicado, la muerte el jueves de un marine en un ataque
con proyectiles contra una base militar en la ciudad de Ramadi,
a unos 110 kilómetros al oeste de Bagdad. EFE
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