La
zona norte del país continúa en alerta amarilla y
reporta un peligroso crecimiento en los caudales del río
Ulúa como consecuencia de que sus principales afluentes el
Jicatuyo y Humuya muestran una progresión significativa producto
del temporal lluvioso que azota la región.
En el occidental departamento de
Santa Bárbara, autoridades locales reportaron derrumbes y
deslizamientos ocasionados por las lluvias mismas que han interrumpido
el trafico vehicular en varios puntos de las carreteras que comunican
a los municipios de Atima, San Nicolás y la Arada.
En
tanto Tegucigalpa la capital hondureña los cuerpos de rescate
local y de bomberos dijeron que al menos 400 mil personas se encuentran
en riesgo debido a que habitan en zonas proclives a los derrumbes.
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Un
portavoz del Cuerpo de Bomberos de la capital hondureña
dijo que los riesgos son graves en por lo menos 120 colonias
y barrios de la ciudad e hizo un llamado a la ciudadanía
a mantenerse en alerta ante a cualquier situación crítica. |
Tegucigalpa
y Comayagüela son zonas de alto riesgo debido a las fallas
geológicas que afectan su topografía. La situación
se agrava por el crecimiento desordenado que las ciudades gemelas
muestran sin que hasta ahora exista una verdadera política
local de reordenamiento urbano.
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