Sin
embargo, no incluye la deuda contraída con el Banco Interamericano
de Desarrollo (BID), con lo que los países africanos, que
son la gran mayoría en la lista, recibirán más
ayuda que las cuatro naciones latinoamericanas.
El
G8, de donde partió la idea, ha promovido el proyecto como
una condonación del "100 por ciento" de la deuda
de los países más pobres, pero para las naciones más
míseras de América Latina será un perdón
parcial.
Fuentes
del BID dijeron a EFE que Nicaragua adeuda a ese banco 1.465 millones
de dólares, lo que supone el 79 por ciento de su deuda externa,
con lo que el país no se beneficiará mucho de este
nuevo plan.
Bolivia
le debe más al BID, 1.742 millones de dólares, que
equivale a un 35 por ciento de su deuda externa.
En
Honduras la cifra es de 1.400 millones de dólares, un 27
por ciento de su deuda exterior, y en Guayana de 468 millones de
dólares, un 43 por ciento de su débito externo.
BID se interesa en perdón
El
BID está "muy abierto a participar en la condonación
global de la deuda", dijo a EFE una fuente de este organismo
que no quiso ser identificada.
No
obstante, afirmó que "si gastamos los fondos en la condonación
de deuda, habrá menos capital para préstamos"
a sus países miembros.
Esa
era la misma preocupación de la gerencia del Banco Mundial,
pero al final el G8 y otros países ricos se comprometieran
la semana pasada a aportar fondos adicionales para cerrar el agujero
en las cuentas de la institución que dejará la condonación
de unos 42.500 millones de dólares en deuda a esos 38 países.
El
FMI usará parte de sus propios recursos y recibirá
aportaciones extra de las naciones ricas para condonar los 5.000
millones de dólares que le adeudan esas naciones.
En
el caso del Banco de Desarrollo Africano, pagará la cuenta
el G8, que está compuesto por EEUU, Canadá, Italia,
Alemania, Francia, Reino Unido, Japón y Rusia.
Los
gobiernos de Guayana y Honduras han dicho que solicitarían
formalmente a ese Grupo que haga lo propio con las deudas del BID,
pero hasta ahora no ha habido ninguna respuesta.
De
hecho, el tema brilló por su ausencia en los comunicados
oficiales que el G7 -el G8 menos Rusia- y los órganos de
gobierno del FMI y el Banco Mundial emitieron la semana pasada durante
la Asamblea Anual de ambas organizaciones de crédito.
En
esos encuentros se solventaron los últimos obstáculos
para que antes de fin de año se materialice la condonación
de la deuda incluida en el plan.
En
un discurso durante la Asamblea, el secretario de Hacienda de México,
Francisco Gil Díaz, sí se quejó de que las
cuatro naciones latinoamericanas "terminarán con más
deuda que los países africanos".
Gil
Díaz habló en nombre de su país, así
como de Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, España
y Venezuela, ya que estas naciones comparten una silla en el Consejo
Ejecutivo del FMI.
El
mismo mensaje reiteró Violeta Delgado, de la Coordinadora
Civil de Nicaragua, una coalición de organizaciones no gubernamentales,
quien se desplazó a Washington para la Asamblea del FMI y
el BM.
Pero
además de pedir que la deuda del BID sea perdonada, Delgado
transmitió otra solicitud: "Queremos un mayor compromiso
para que los fondos no vayan a acabar en las manos de los que tienen
más recursos", dijo a EFE.
Según
ella, gran parte de los millones que Nicaragua ya no tuvo que usar
para pagar la deuda externa gracias a condonaciones anteriores se
esfumó por causa de la corrupción.
Sin
más control ciudadano, teme que los recursos liberados por
este último perdón de deuda sean de nuevo "carne
para los mismos de siempre". EFE
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