El Salvador
A emergencia por erupción de volcán se suman las lluvias
   

03 de octubre de 2005

San Salvador - Miles de personas evacuadas por la erupción del volcán de Santa Ana, situado en el oeste de El Salvador, esperan con incertidumbre el retorno a casa, mientras otras tantas sufren las inclemencias de las lluvias que azotan al país.


El Gobierno salvadoreño decretó hoy una alerta naranja por las persistentes lluvias que han caído en los últimas 48 horas por influencia de la tormenta tropical "Stan" y mantiene la alerta roja en cuatro kilómetros a la redonda del cráter del volcán de Santa Ana y alerta amarilla en su fase dos en sus zonas más bajas.

El volcán expulsó violentamente el sábado grandes cantidades de ceniza, gases y fragmentos de roca, pero no magma, y aunque ahora la situación aparentemente se ha calmado, incluso con una significativa disminución de seísmos, se mantienen las medidas de prevención.

La vicepresidenta salvadoreña, Ana Vilma de Escobar, expresó hoy, en una rueda de prensa acompañada por varios miembros del Gabinete, que el país afronta "momentos difíciles porque sigue afectado por las dos emergencias simultáneas que estamos viviendo, pero la población debe mantener la calma".

Insistió en que la población debe mantenerse informada de la evolución de las situaciones de lluvias y erupción volcánica y atender las instrucciones del Gobierno, que tiene equipos de emergencia en distintos puntos del país.

Por la erupción del volcán, un total de 4.512 personas se encuentran en la actualidad en 16 albergues situados en el departamento de Sonsonate y ocho en el de Santa Ana, dijo el ministro de Gobernación (Interior), René Figueroa, aunque otros centenares de pobladores han abandonado el lugar por su cuenta.

Figueroa manifestó que en las últimas horas las lluvias han obligado a evacuar de sitios de alto riesgo a 700 personas, que han sido trasladadas a una docena de albergues en el departamento de San Salvador.

El Ministerio de Educación anunció la suspensión de clases mañana, lunes, en todos los centros escolares públicos y privados del país, tanto por las lluvias como por la emergencia generada por la erupción volcánica, ya que si bien algunos no están en sitios de riesgo debe evitarse al máximo la movilización de personas.

El volcán de Santa Ana, que tiene 2.381 metros de altura, está situado entre los departamentos de Santa Ana y Sonsonate, a unos 50 kilómetros de San Salvador, y según los informes, las columnas de ceniza y gases que lanzó alcanzaron entre diez y doce kilómetros de altura.

La ceniza afectó a gran cantidad de poblaciones del occidente del país, así como a extensas zonas de cultivos, principalmente de café, aunque según el ministerio de Agricultura, las lluvias que han caído hoy en la zona pueden ayudar a "lavar" las plantaciones.

Las autoridades no descartan nuevas erupciones en los próximos días, por lo que la situación de las personas evacuadas es incierta en el sentido de retornar a sus hogares, donde dejaron abandonadas sus pertenencias.

En el lugar conocido como Palo Campana, en las faldas del volcán, dos hombres murieron soterrados el sábado por un deslizamiento de lodo que arrastró una gran cantidad de árboles, y personal del cuerpo de Bomberos aún trabajan en el rescate de sus cuerpos, dijo Figueroa, al asegurar que estas han sido las únicas víctimas mortales.

El Servicio Nacional de Estudios Territoriales (SNET) del Ministerio del Medio Ambiente, informó de que las lluvias amenazan con seguir de forma persistente en las próximas horas en un 75 por ciento del territorio nacional, lo cual ha aumentado el peligro de deslizamientos e inundaciones.

La Comisión Ejecutiva Hidroeléctrica del Río Lempa (CEL) procedió anoche a descargar agua en las presas 15 de Septiembre, 5 de Noviembre, Cerrón Grande y del Guajoyo, en distintos puntos del país, para evitar inundaciones.

El Arzobispo de San Salvador, Fernando Sáenz Lacalle, insistió hoy en que debe darse prioridad a las necesidades de todos los evacuados por los fenómenos naturales y consideró que una de las grandes tareas que tiene el país es la construcción de "viviendas dignas".

Consideró que el Gobierno debería considerar pedir ayuda o préstamos internacionales para reparar los daños causados por la naturaleza a la población. EFE