El
seminario "Alternativas a la globalización, potencias
emergentes y los nuevos caminos de la modernidad", patrocinado
por la UNESCO, la ONU y una red de universidades, reúne desde
hoy y hasta el jueves en Río de Janeiro a una serie de expertos
con el fin de vislumbrar lo que será del mundo en el nuevo
orden.
Los países de sureste de
Asia, incluida China, han ocupado un papel creciente como grandes
acumuladores de capital y líderes del comercio internacional,
señaló el profesor Giovanni Arrighi, de la universidad
Johns Hopkins, de Estados Unidos.
"El peso de China continental
en la economía mundial se ha incrementado más rápidamente
que el de otra región de demografía comparable",
agregó Arrighi.
Hasta ahora China ha sido incorporada
por Estados Unidos como su principal socio comercial en la región
del este de Asia.
Pero Pekín ha dejado atrás
a Estados Unidos en la promoción de la liberalización
del comercio multilateral, mientras ha impulsado su integración
con Japón, Corea e India.
Globalmente, China se ha unido a
India y Brasil en la ofensiva contra las prácticas de los
países desarrollados que como Estados Unidos imponen al sur
apertura de mercados mientras permanecen "ferozmente proteccionistas
en los productos donde los países en desarrollo tiene más
ventajas comparativas", observó Arrighi.
La bola de nieve que comenzó
con los llamados milagros del sureste asiático (Corea, Taiwán,
Singapur) culmina con el surgimiento de China como "la más
dinámica arena del capitalismo mundial", agregó
en su estudio.
Los cambios llaman más la
atención si se piensa que hace apenas 50 años Japón
estaba reducido a la condición de vasallo de Estados Unidos,
China era uno de los países más pobres del mundo y
la Guerra Fría había creado un enorme brecha en el
Este de Asia, según Arrighi.
La cátedra y red de la Universidad
de la Unesco sobre economía global y desarrollo sustentable
(REGGEN) está formada por unos 60 centros de investigación
económica de América, Europa, Asia y Africa.
Una de las premisas del estudio
es "hasta que punto la aparición de esas fuerzas emergentes
van a alterar el contexto internacional", explicó el
coordinador de la red, Theotonio dos Santos, de la brasileña
Universidad Federal Fluminense.
La red busca articular políticas
comunes entre esas economías emergentes: Africa del Sur,
China, Brasil, Rusia e India.
Las mesas redondas que se celebrarán
a lo largo de toda la semana van a tratar también el papel
de estas "potencias emergentes" en la economía
mundial, el desarrollo sustentable, la reducción de la pobreza,
la cooperación y la legitimidad política internacional.
El jefe del Departamento de Asuntos
Sociales y Económicos de la ONU, Jan Kregel, criticó
el uso calcado de las fórmulas de políticas económicas
de países desarrollados para el mundo en desarrollo sin tomar
en cuenta las diferencias.
Políticas como las del llamado
Consenso de Washington pretendían que no había necesidad
de pensar nuevas fórmulas, porque éstas ya habían
sido creadas, observó.
Pero mucha de esas políticas,
destacó Kregel a periodistas tras su intervención,
ya habían sido usadas en los años 30 por los países
desarrollados, donde no dieron resultado.
El Consenso de Washington establecía
medidas monetarias y fiscales de corte neoliberal impuestas desde
Estados Unidos a una serie de países, a través del
Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.
Este modelo "no establecía
diferencias entre las regiones del mundo" e imponía
recetas similares para todos los problemas.
Pero no ha sido capaz de resolver
el desempleo, la distribución desigual del ingreso ni la
necesidad de incorporar a los sectores más pobres de la población,
según Kregel.
"Existen
políticas alternativas", dijo al proponer el empleo
de los recursos de manera más eficiente en el desarrollo
social, de infraestructura, educación y tecnología
y no sólo con fines de equilibrio fiscal. EFE
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