La alerta
roja incluye los departamentos de Gracias a Dios, Colón,
Atlántida e Islas de la Bahía, y el norte de Olancho,
precisó un comunicado de la Comisión Permanente de
Contingencias (COPECO).
La
institución también declaró alerta amarilla
en el departamento de Cortés.
El
subcomisionado de la COPECO, Hugo Arévalo, explicó
que la alerta roja supone la activación inmediata de los
comités de emergencia regionales y locales, y advertencias
para la navegación marítima y aérea.
La
COPECO había declarado alerta verde (de prevención)
en el Caribe el sábado, cuando "Wilma" aún
era una depresión tropical.
La
tormenta, situada hoy a 329 kilómetros al noreste de Honduras,
ha cambiado su curso en las últimas horas y se dirige hacia
el suroeste, "con una tendencia de acercamiento hacia el Atlántico
hondureño", añadió la institución.
Sin
embargo, el comunicado aclaró que "no se pronostica
que este nuevo fenómeno impacte directamente nuestro país,
pero sí puede producir fuertes lluvias en la zona costera
y algunas áreas aledañas".
En
Islas de la Bahía y zonas costeras de Atlántida y
Colón, como los puertos de Tela, La Ceiba y Trujillo, ya
se registran lluvias "como efecto indirecto" de la tormenta,
dijo a ACAN-EFE una fuente del Servicio Meteorológico Nacional.
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La
COPECO refirió que el Centro Nacional de Huracanes
(CNH) de Estados Unidos, con sede en Miami, prevé que
"Wilma" se convierta en huracán mañana,
martes, y se ubique a unos 244 kilómetros al norte
del territorio hondureño. |
Adelantó
que, si se agrava la amenaza de la tormenta sobre Honduras, podría
evacuarse la población de zonas vulnerables en la región
caribeña.
Los
meteorólogos del CNH prevén que "Wilma",
o sus vientos, toquen las islas Caimán, Honduras y Nicaragua
y que, dependiendo de su trayectoria, podría golpear México,
Belice o Cuba para seguir por el golfo de México, adonde
llegaría el fin de semana próximo.
Honduras
ha sido afectada en las últimas semanas por las lluvias que
dejó en Centroamérica la tormenta tropical "Stan",
que afectó con más fuerza a Guatemala, donde dejó
al menos 663 muertos, 844 desaparecidos, 3,5 millones de damnificados
y pérdidas materiales que se cuentan por centenares de millones
de dólares. EFE
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