México, muerte en el desierto
 

En la declaración conjunta de los gobiernos de México y Estados Unidos "ante la trágica muerte de 14 migrantes en el desierto de Arizona", ambos expresan su "profunda tristeza y consternación" por lo sucedido en la zona entre el sábado 19 y el miércoles 22, cerca de la frontera con el estado de Sonora. Como si no tuvieran ninguna responsabilidad, los altos representantes de las dos naciones culpan de todo a los polleros: "Quienes perdieron la vida se encontraban dentro de un grupo de 28 migrantes abandonados en el desierto por traficantes de personas después de haber cruzado la frontera común...

Los sobrevivientes están siendo atendidos por la Patrulla Fronteriza y el Consulado de México en Caléxico. Ambos gobiernos han iniciado una investigación para identificar a los traficantes responsables de esta tragedia, y han confirmado su compromiso de cooperar estrechamente para localizar a estos criminales y llevarlos ante la justicia".

La posición oficial, es hipócrita y bastante cómoda: Los gobiernos de los dos países se lavan las manos y condenan el tráfico de migrantes que, a su vez, pone en riesgo la vida de migrantes potenciales.

"Esta lamentable tragedia ratifica la necesidad urgente de nuestros gobiernos de continuar trabajando en alcanzar un nuevo acuerdo migratorio y de seguridad fronteriza. Este proceso ya se ha iniciado bajo la dirección del Grupo de Alto Nivel en materia migratoria que establecieron los Presidentes Vicente Fox y George Bush, y que encabezan los Secretarios de Relaciones Exteriores y de Gobernación, por parte de México, y el Procurador General y el Secretario de Estado, por parte de EU". Y al final del comunicado conjunto, el anuncio de una nueva reunión en San Antonio, Texas, del 6 al 8 de junio próximo "para discutir medidas específicas" que supuestamente evitarán en el futuro nuevas tragedias.

Los verdaderos criminales

Al respecto, Isabel García, dirigente en Tucson de la Arizona Border Rights Coalition declaró al periódico The Arizona Daily Star, que por mucho que ambos gobiernos quieran levantar ahora la bandera del combate a los polleros el verdadero criminal es la política política migratoria de EU.

"El verdadero acto criminal aquí es la aplicación de una estrategia que está avalando matar gente. Ellos (los funcionarios de gobierno) lo sabían antes de que desplegaran la estrategia y no están siendo sinceros ahora al decir que no tenían ninguna idea. Esta fue una consecuencia sabida de su política", planteó. La activista a favor de los derechos humanos de los mexicanos indocumentados, agregó que es sabido que cerca de 500 personas murieron el año pasado cruzando hacia los EU a lo largo de la frontera con México, de ellos, 106 murieron en Arizona, mientras los políticos continúan presionando por más agentes de la Patrulla Fronteriza y por el incremento de la militarización, lo que obliga a los migrantes a tomar rutas cada vez más peligrosas. De hecho, más de mil 600 indocumentados mexicanos han muerto en la fronterasur de EU desde 1994, cuando la Patrulla Fronteriza comenzó a implementar eloperativo "Guardián", que cuenta con más de mil 200 agentes y tecnologíaavanzada para la cacería nocturna de "ilegales". Como resultado, tan sólo en California han muerto 639 personas en estos siete años.

"Las muertes por insolación y deshidratación en el desierto, lo mismo que las que se registran por hipotermia, ataques de alimañas o complicaciones cardiacas en las montañas, son resultado de una estrategia deliberada de la Patrulla Fronteriza, que consiste en impedir el paso a los inmigrantes por zonas de relativo fácil acceso a EU, y dejarles como opción los desiertos, montañas desoladas y de terreno difícil o los canales y ríos fronterizos, consideró la abogada Claudia Smith, también integrante de estos grupos pro derechos humanos.

De acuerdo con el relato publicado por La Jornada, las víctimas de este trágico viaje por el desierto salieron de Veracruz y los 30 que lo iniciaron todos eran hombres de entre 15 y 42 años. Llegaron el miércoles 16 a Sonoita, donde contactaron en un hotel al pollero que los cruzaría a EU. Cada uno pagó entre mil 500 y 2 mil dólares. El sábado, a bordo de una camioneta tipo Van ingresaron a Arizona, y al caer la tarde, cuando las víctimas estaban dos o tres millas dentro del desierto, el traficante les dijo que a unos 15 o 20 kilómetros, no más de dos horas de camino, hallarían una autopista donde podrían encontrar algún vehículo para proseguir. Y los dejó.

'"Con estas temperaturas, una persona puede quedar totalmente desorientada en pocas horas. Para caminar por estos lugares son necesarios casi cuatro litros de agua por hora y esta gente no tenía nada de agua, según nuestros datos", declaró René Noriega, vocero de la Patrulla Fronteriza en Tucson.

La deshidratación es una de las más horribles muertes: el cuerpo drena el líquido de los ojos, la nariz y desde los órganos. Muchas veces vemos gente escarbando por aguacon sus manos desnudas".

Tomado de rebelion.org

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