Don Felipe:
La Corona y la Constitución garantizan el futuro de España
   

21 de octubre de 2005

Oviedo - El Príncipe Felipe apeló a la defensa de la Constitución como el marco más adecuado para afrontar el futuro de forma "unida, solidaria y respetuosa" con la riqueza de la "pluralidad y diversidad territorial" y aseguró estar "firmemente comprometido con ese proyecto de convivencia al servicio de España".

Estas palabras del Príncipe, durante su intervención en el acto de entrega de los Premios Príncipe de Asturias, que este año cumplen su XXV aniversario, fueron recibidas con una prolongada ovación del público que llenaba el Teatro Campoamor de Oviedo.

En presencia de la Reina, y con el recuerdo de su esposa, Doña Letizia Ortiz, que no se desplazó a Oviedo, por recomendación médica, pero que sí estuvo presente "con todo su corazón y su pensamiento", según indicó Don Felipe, antes de reafirmar su compromiso con los valores e ideas en que se asienta la democracia y la Monarquía parlamentaria.

Afirmó que estos años han transcurrido "bajo la inspiración, la guía y el amparo" de la Constitución -"una extraordinaria obra política y jurídica edificada con ejemplar responsabilidad, profundo sentido de Estado y una amplísima generosidad"-, y aseguró que la "voluntad tan firme de construir una España mejor, la España de todos y para todos, hizo posible una histórica reconciliación".

No obstante, advirtió de que "nada de esto hubiera sido posible sin la vigencia y el respeto a la Constitución y a sus valores" por lo que, a su juicio, "preservar y acrecentar ese inmenso e irrenunciable patrimonio constituye una responsabilidad histórica de las generaciones actuales y venideras".

El Príncipe reconoció también la labor desarrollada por su padre, Don Juan Carlos, desde que fuese proclamado Rey hace ahora 30 años, y a subrayar los logros alcanzados por la sociedad española en esta etapa.

"Creo que es particularmente oportuno rendir un tributo de reconocimiento y gratitud a Su Majestad el Rey, al que junto a tantos españoles de muy diversas generaciones, debemos la construcción de la España democrática de nuestros días", afirmó el Príncipe, para quien los españoles pueden estar "legítimamente orgullosos" de este periodo de su historia.

Don Felipe tuvo un "recuerdo emocionado" para quienes "cayeron víctimas de la barbarie y sinrazón terrorista o que sufren sus persistentes amenazas y extorsiones", y con los que, subrayó, hay que mostrarse "profundamente solidarios".

Al referirse al XXV aniversario de los Premios, Don Felipe también tuvo palabras de reconocimiento para su padre, "que alentó el nacimiento" de los galardones, así como para la Reina por haber "distinguido esta ceremonia como nadie con su apoyo y presencia en todas sus ediciones".

Tras asegurar que "las ilusiones iniciales siguen intactas" y de reconocer que estos premios cuentan con el apoyo y estímulo de la inmensa mayoría de los españoles para seguir adelante, el Príncipe tuvo palabras para todos los galardonados a los que previamente entregó el diploma acreditativo y la estatua diseñada por Joan Miró.

La escritora brasileña Nélida Piñón (Letras) también intervino en nombre de todos los galardonados, un conjunto de "seres notables" que simbolizan "el orgullo de la especie humana", y trasladó su satisfacción por recibir el Premio a Don Felipe y a su esposa "en este radiante momento de sus vidas".

La superiora de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, Evelyne Franc, (Concordia) aprovechó su intervención para reclamar un "mundo nuevo" que "comparta los bienes de la tierra" y cuyo objetivo sea "vivir la solidaridad y comprometerse a ir más allá y más lejos en la defensa de la vida".

El politólogo italiano Giovanni Sartori (Ciencias Sociales) advirtió, por su parte, de que "mientras prevalece la voluntad de Dios, la democracia no penetra" y subrayó, citando al filósofo español José Ortega y Gasset, que el dilema entre "voluntad del pueblo y voluntad de Dios" sigue siendo "el tema de nuestro tiempo".

La nómina de galardonados se completó con la magistrada francesa Simone Veil (Cooperación Internacional), los seis grandes institutos culturales europeos (Comunicación y Humanidades), el neurobiólogo portugués Antonio Damasio (Investigación), las bailarinas Tamara Rojo y Maya Plisetskaya (Artes) y el campeón del mundo de Fórmula 1, Fernando Alonso (Deportes).

Este último fue sin duda el galardonado que despertó más espectación entre los miles de aficionados que se dieron cita a las puertas del teatro ovetense, junto al que mañana, en la Plaza de la Escandalera, su afición le rendirá un homenaje.

A la ceremonia asistieron la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, y el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, así como representantes del cuerpo diplomático acreditado en España de los países de los premiados. EFE