Miami se recupera
entre tinieblas y sed
   

25 de octubre de 2005

Miami - Miami, la ciudad más poblada en la península de la Florida, ha iniciado un lento y doloroso proceso de recuperación tras los destrozos dejados por el huracán "Wilma" que el martes se diluyó con lluvias torrenciales en el noreste del país.


Los residentes de algunos sectores de la ciudad continuaron el miércoles cortando los árboles que bloquean muchas calles, al tiempo que ayudaban a los técnicos de los servicios públicos a restablecer el suministro eléctrico para unos seis millones de personas.

Sin embargo, según la compañía suministradora de electricidad FPL el restablecimiento de esos servicios sólo podrá completarse en un plazo de entre dos y ocho semanas.

El huracán también ha provocado problemas en el abastecimiento de combustible y el martes centenares de conductores esperaban en largas filas para llenar los depósitos de gasolina, combustible que ha comenzado a escasear en las últimas horas.

"Wilma", el octavo huracán que azota la región en 15 meses, cayó sobre el sur de la Florida el lunes con vientos de más de 200 kilómetros por hora, causó la muerte de al menos seis personas y dejó una estela de destrucción que las autoridades calculan en más de 10.000 millones de dólares.

"Esto nos está agotando. En pocos meses hemos tenido que soportar al huracán "Katrina", después a "Rita" y ahora este", manifestó frustrado Carlos González, un residente del sector de Brickley, a un kilómetro del centro de la ciudad.

Pese a los esfuerzos de las autoridades y de muchos residentes, la recuperación tardará varios días debido a que la situación es caótica en muchos sectores donde no había servicios eléctricos y las calles estaban bloqueadas por los árboles, letreros y postes de alumbrados derribados por la tormenta.

El distrito escolar de Miami-Dade señaló el martes que las clases solo podrían reanudarse la próxima semana ya que, además de la falta de luz, es necesario revisar cada escuela para reparar los daños sufridos.

"La ciudad está hecha pedazos. Pasará mucho tiempo antes de que podamos ver una normalización", señaló a EFE Mauricio Montaldo, un periodista chileno que vive en North Miami Beach, una zona de altos edificios junto a las playas atlánticas de la península.

"Por suerte ya tenemos electricidad, lo que ha aliviado un poco las penurias que hemos sufrido durante las últimas 24 horas", añadió.

Pero la luz no había llegado hasta el miércoles a la zona de Kendall, en el sur de Miami, donde muchas casas quedaron sin techo o semidestruidas por el viento.

"Lo único que nos comunica con el mundo exterior es el teléfono", dijo Cynthia Rodríguez, una puertorriqueña que ha afrontado más de una decena de la cadena de huracanes que en los últimos años han azotado a la Florida.

Según Abel Esquivel, un periodista chileno que llegó a Miami horas antes de que "Wilma" se abatiera sobre la ciudad, las dificultades tardarán mucho en superarse.

En estos momentos hay algunas empresas, bancos y negocios que están anunciando que reanudarán sus labores durante el día, pero eso se realizará con muchas dificultades, según pronosticó.

"Es decepcionante ver esta ciudad de sol, playas y alegría convertida en un sitio gris, de caos y destrucción", añadió.

A la paralización de la actividad cotidiana se ha sumado la interrupción de operaciones en los tres principales aeropuertos de la ciudad, las cuales se podrían reanudar parcialmente mañana, jueves, según fuentes oficiales.

Eso ha significado que miles de turistas hayan tenido que resignarse a permanecer unos días más en la ciudad.

La tormenta se diluyó en el noreste del país sin antes de derribar árboles y tendidos con lluvias torrenciales que dejaron sin luz a más de 4.000 hogares en el estado de Massachusetts.

El martes el Servicio Nacional de Meteorología emitió alertas de fuertes vientos durante hoy, miércoles, para las costas de los estados de Rhode Island, Connecticut y Massachusetts.