Los trabajadores hondureños de nuevo ven con esperanzas la
posibilidad de encontrar un empleo que les permita sacar adelante
sus vidas y la de sus familias, de modo que cientos de ellos acuden
a las oficinas de la Secretaría de Trabajo en la norteña
ciudad de San Pedro Sula y Tegucigalpa, la capital del país,
para inscribirse en esta nueva aventura.
El
ministro del Trabajo, German Leitzelar, dijo hoy a Proceso Digital
que por ahora las autoridades hondureñas hacen las aproximaciones
con sus homólogos estadounidenses y así poder concretar
la oferta laboral.
Agregó
que la necesidad lleva a los hondureños por esas rutas, pero
por ahora hace falta llenar los requisitos que piden las autoridades
norteamericanas para poder enviar los primeros contingentes de conciudadanos
a trabajar a esa ciudad de Luisiana.
Demanda
de obreros
Según
la información ofrecida por el ministro Leitzelar, en Nueva
Orleáns existe la posibilidad de emplear hasta 10 mil compatriotas
en labores de albañilería, electricidad, carpintería
y fontanería, entre otros, oficios y profesiones técnicas.
Dijo
que esencialmente se trabaja en enlistar cuantos albañiles,
carpinteros, fontaneros o técnicos en deferentes ramas hay
en el país, porque si los trabajadores llenan los requisitos
y se marchan podría ocurrir que el país se quedara
sin trabajadores que puedan atender este tipo de demanda a nivel
nacional.
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Manifestó,
además, que pese a la necesidad de mano de obra que
los estadounidenses tienen en estos rubros para lograr la
reconstrucción de la devastada Nueva Orleáns,
son muy minuciosos en buscar trabajadores que no pretendan
quedarse ilegalmente en los Estados Unidos. |
Según
el funcionario, la posibilidad de aumentar el número de indocumentados
hondureños en los Estados Unidos es la principal preocupación
de las autoridades de ese país y este detalle sería
el único obstáculo a vencer.
El
paro agudiza la crisis
Consultado sobre el éxodo de tantos compatriotas hacia diversos
países, el titular de Trabajo dijo que la población
económicamente activa en Honduras asciende a 2,9 millones
de personas, de las cuales hay en 5,9 por ciento tienen un empleo
formal y un 32 por ciento sobreviven con subempleos.
Agregó
que pese a que las remesas enviadas por los emigrantes constituyen
el primer rubro en generación de divisas no existen programas
que logren canalizar esos fondos a microempresas o capacitación,
y lo que prevalece es el consumo como único fin de los dineros
que son enviados por los trabajadores hondureños en el exterior.
Cifras
oficiales revelan que en 2004 el país recibió 1,143
millones de dólares en remesas enviadas sólo desde
Estados Unidos. Para este año se estima que la cifra se incrementará
a 1,650 millones de dólares.
Leitzelar
dijo que, tanto la institución que él rectora, como
la Secretaría de Industria y Comercio, hacen algunos estudios
estratégicos para buscar una orientación adecuada
de estas divisas a fin de poder garantizar una estabilidad económica
a los emigrantes y sus dependientes.
Agregó
que se diseña un programa para que los emigrantes puedan
afiliarse al sistema de seguridad social en Honduras y así
tener cobertura de jubilación y pensión por
invalidez, así como prestar servicios sanitarios a
sus núcleos familiares. |
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Hace
apenas unos meses cientos de hondureños iniciaron su ruta
hacia Irak donde trabajan como guardia privados y arriesgan sus
vidas en una región altamente peligrosa en materia de seguridad.
Hondureños
en Irak
Sobre los emigrantes hondureños en Irak el ministro Leitzelar
dijo que en este caso las autoridades se encargaron de que cada
uno de los comandos hondureños viajara protegido por seguros
de vida e incluso de repatriación, pero indicó que
el riesgo que corren es una cuestión de decisión personal.
En
España, en los últimos dos años el número
de hondureños que han emigrado se ha triplicado y por ahora
son más de 15 mil los que se desempeñan en trabajos
de servicio.
Según
Leitzelar, a partir de enero y con la puesta en vigor del Tratado
de Libre Comercio (TLC) unos 20 mil hondureños lograrán
colocarse en el sector de la maquila. Este rubro provee un alivio
laboral al país, en el que más de 100 mil trabajadores,
en su mayoría mujeres, ganan un salario que les permite sobrevivir.
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