ÉXODO AL EXTRANJERO
Honduras, en riesgo de quedarse sin mano de obra
   
  • La migración de albañiles, carpinteros, electricistas y fontaneros podría dejar al país sin trabajadores elementales

  • Estados Unidos demanda obreros, pero temen que se queden radicando ilegalmente en las tierras del “Tío Sam”

26 de octubre de 2005
Redacción
Proceso Digital

Tegucigalpa - Los hondureños siguen dejando su tierra, siguen abandonando el país, primero a Estados Unidos, luego a Canadá y ahora a España e Irak; pero la nueva ruta es Nueva Orleáns, la ciudad devastada por el huracán “Katrina”, cuya reconstrucción urge actualmente de mano de obra buena y barata.


German Leitzelar, ministro del Trabajo.


Los trabajadores hondureños de nuevo ven con esperanzas la posibilidad de encontrar un empleo que les permita sacar adelante sus vidas y la de sus familias, de modo que cientos de ellos acuden a las oficinas de la Secretaría de Trabajo en la norteña ciudad de San Pedro Sula y Tegucigalpa, la capital del país, para inscribirse en esta nueva aventura.

El ministro del Trabajo, German Leitzelar, dijo hoy a Proceso Digital que por ahora las autoridades hondureñas hacen las aproximaciones con sus homólogos estadounidenses y así poder concretar la oferta laboral.

Agregó que la necesidad lleva a los hondureños por esas rutas, pero por ahora hace falta llenar los requisitos que piden las autoridades norteamericanas para poder enviar los primeros contingentes de conciudadanos a trabajar a esa ciudad de Luisiana.

Demanda de obreros
Según la información ofrecida por el ministro Leitzelar, en Nueva Orleáns existe la posibilidad de emplear hasta 10 mil compatriotas en labores de albañilería, electricidad, carpintería y fontanería, entre otros, oficios y profesiones técnicas.

Dijo que esencialmente se trabaja en enlistar cuantos albañiles, carpinteros, fontaneros o técnicos en deferentes ramas hay en el país, porque si los trabajadores llenan los requisitos y se marchan podría ocurrir que el país se quedara sin trabajadores que puedan atender este tipo de demanda a nivel nacional.

Manifestó, además, que pese a la necesidad de mano de obra que los estadounidenses tienen en estos rubros para lograr la reconstrucción de la devastada Nueva Orleáns, son muy minuciosos en buscar trabajadores que no pretendan quedarse ilegalmente en los Estados Unidos.

Según el funcionario, la posibilidad de aumentar el número de indocumentados hondureños en los Estados Unidos es la principal preocupación de las autoridades de ese país y este detalle sería el único obstáculo a vencer.

El paro agudiza la crisis
Consultado sobre el éxodo de tantos compatriotas hacia diversos países, el titular de Trabajo dijo que la población económicamente activa en Honduras asciende a 2,9 millones de personas, de las cuales hay en 5,9 por ciento tienen un empleo formal y un 32 por ciento sobreviven con subempleos.

Agregó que pese a que las remesas enviadas por los emigrantes constituyen el primer rubro en generación de divisas no existen programas que logren canalizar esos fondos a microempresas o capacitación, y lo que prevalece es el consumo como único fin de los dineros que son enviados por los trabajadores hondureños en el exterior.

Cifras oficiales revelan que en 2004 el país recibió 1,143 millones de dólares en remesas enviadas sólo desde Estados Unidos. Para este año se estima que la cifra se incrementará a 1,650 millones de dólares.

Leitzelar dijo que, tanto la institución que él rectora, como la Secretaría de Industria y Comercio, hacen algunos estudios estratégicos para buscar una orientación adecuada de estas divisas a fin de poder garantizar una estabilidad económica a los emigrantes y sus dependientes.

Agregó que se diseña un programa para que los emigrantes puedan afiliarse al sistema de seguridad social en Honduras y así tener cobertura de jubilación y pensión por invalidez, así como prestar servicios sanitarios a sus núcleos familiares.

Hace apenas unos meses cientos de hondureños iniciaron su ruta hacia Irak donde trabajan como guardia privados y arriesgan sus vidas en una región altamente peligrosa en materia de seguridad.

Hondureños en Irak
Sobre los emigrantes hondureños en Irak el ministro Leitzelar dijo que en este caso las autoridades se encargaron de que cada uno de los comandos hondureños viajara protegido por seguros de vida e incluso de repatriación, pero indicó que el riesgo que corren es una cuestión de decisión personal.

En España, en los últimos dos años el número de hondureños que han emigrado se ha triplicado y por ahora son más de 15 mil los que se desempeñan en trabajos de servicio.

Según Leitzelar, a partir de enero y con la puesta en vigor del Tratado de Libre Comercio (TLC) unos 20 mil hondureños lograrán colocarse en el sector de la maquila. Este rubro provee un alivio laboral al país, en el que más de 100 mil trabajadores, en su mayoría mujeres, ganan un salario que les permite sobrevivir.