Desaparecen diez miskitos en Nicaragua
   
30 de octubre de 2005
Pescadores de los Callos Miskitos arriban al muelle de Puerto cabezas, el Presidente Bolaños oriento a los miembros del ejército de Nicaragua a brindar cualquier tipo de cortesía migratoria y socorro para los garifonas hondureños que viven en la frontera con Nicaragua.

Nicaragua
- Al menos 10 indios miskitos fueron dados por desaparecidos el sábado por las autoridades de Defensa Civil cuando el huracán Beta comenzaba a entrar a territorio nacional por este puerto.

El jefe regional de Defensa Civil de Puerto Cabezas, mayor Gustavo Ramos, dijo que se trata de dos familias que se cree naufragaron en sus botes cuando huían de los Cayos Miskitos, unos 75 kilómetros al noreste de aquí, debido a las violentas marejadas.

"Habrían desaparecido al mediodía, cuando el huracán había alcanzado apenas la categoría uno", dijo.

Agregó que el ejército tuvo que desalojar a la fuerza a 23 habitantes del cayo que se resistían a abandonarlo.

Evacuados
Fuertes vientos y un intenso aguacero comenzaron a azotar Puerto Cabezas e inundaron los barrios cercanos a la costa, donde miles de personas eran evacuadas ante el inminente choque del huracán.

Las autoridades nicaragüenses hacían esfuerzos desesperados el sábado para evacuar a unas 10.000 personas de la región de Cabo Gracias a Dios, en el extremo noreste del país, ante la inminente arremetida del huracán Beta que se ha ido desplazando hacia la vecina Honduras.

"Unas 10.000 personas se encuentran en alto riesgo ante el impacto del huracán en Cabo Gracias y a lo largo del Río Coco", fronterizo con Honduras, dijo a los periodistas el jefe nacional de la defensa civil, teniente coronel Mario Pérez Cassar.

Pérez Cassar informó acá que la evacuación de esas personas se realiza por medio de botes y lanchas a lo largo del Río Coco y que están siendo llevadas principalmente a lugares más seguros en la localidad de Waspán, 100 kilómetros al noroeste de este puerto, donde se ha abierto un puesto de mando.

Se para envío de ayuda
El presidente Enrique Bolaños informó en Managua que un contingente de médicos con plasmas y medicinas no pudo tomar un vuelo hacia la región caribeña debido a lo inestable del clima.

Agregó que 150 médicos fueron concentrados en un hospital de Managua para salir en cualquier dirección donde se pueda llegar por tierra o agua, porque recibió informes del Centro de Hucanes de Miami de que Beta podría chocar con el país con categoría tres y provocar intensas lluvias en todo el territorio nacional.

El ministro de Defensa, Avil Ramírez _que se encuentra aquí desde el miércoles por órdenes presidenciales_ dijo que Beta viró repentinamente y se dirigía hacia el puerto para golpear durante la noche.

Inicialmente se había calculado que tocaría tierra más al norte con dirección a Honduras.

Las dos emisoras de televisión y varias de radio del puerto cerraron sus transmisiones para proteger sus equipos, en tanto que se producían los primeros apagones de energía y continuaba la evacuación de miles de personas de las zonas costeras.

"Unas 10.000 personas se encuentran en alto riesgo ante el impacto del huracán en Cabo Gracias y a lo largo del río Coco (fronterizo con Honduras)", dijo a los periodistas el jefe nacional de Defensa Civil, teniente coronel Mario Pérez Cassar.

Agregó que la evacuación de esas personas se realiza por medio de botes y lanchas a lo largo del río Coco y que están siendo llevadas principalmente a lugares más seguros en la localidad de Waspán, 100 kilómetros al noroeste de este puerto, donde se ha abierto un puesto de mando.

Más de 100 especialistas del ejército en tareas de rescate y salvamento fueron enviados temprano, así como otros medios de transporte terrestre y acuático. También se instaló un hospital de campaña.

Bolaños ordenó el sábado conceder permisos migratorios de cortesía a la población hondureña fronteriza para que se refugien en los puestos de socorro nicaragüenses.

Al mismo tiempo, anunció que pidió permiso al Congreso para que una fragata británica con alimentos que navega en el Caribe atraque en Puerto Cabezas.

Miles de refugiados colman las universidades, colegios y otros edificios del puerto y unos cien pacientes fueron desalojados del vulnerable hospital local, construido en una zona baja.

Las mujeres cargaban con sus hijos y animales en medio de una fuerte lluvia y rachas de vientos esporádicas.

Los comerciantes alteraron los precios de los alimentos, ante la fuerte demanda de la población. El agua envasada se agotó y productos como la leche se vendían a casi dos dólares el litro, cuando su precio normal es de 0,50 centavos de dólar. Las autoridades amenazaron con sancionarlos.