Presentan un "Diccionario panhispánico de dudas"
   

10 de noviembre de 2005

Madrid - Con sus más de 7.000 entradas, el "Diccionario panhispánico de dudas", presentado hoy en Madrid, da respuestas claras y argumentadas a las principales dudas de los hablantes y tiene "su valor supremo en la autoridad que le confiere el ser una obra de consenso al servicio de la unidad del idioma".

La ministra de Educación, María Jesús San Segundo, acompañado del director de la Real Academia Española de la Lengua, Víctor García de la Concha, muestra un ejemplar del "Diccionario panhispánico de dudas".

De ese valor supremo habló el director de la Real Academia Española de la Lengua, Víctor García de la Concha, al presentar la obra después de seis años de trabajos, en un acto al que acudieron los directores de las 22 Academias de la Lengua Española, autoras todas ellas del Diccionario.

También asistieron responsables de los medios de comunicación del mundo hispanohablante, que han colaborado en el proyecto.

La ministra española de Educación, María Jesús San Segundo, refrendó con su presencia la importancia de un Diccionario concebido para "dar cuenta de la riqueza de la lengua española, de su unidad en la diversidad" y que servirá para mostrar a los hispanohablantes que "ningún país, ninguna región, puede arrogarse el monopolio del buen uso del idioma".

Editado por Santillana, el Diccionario está ya a la venta en las librerías españolas a 29,90 euros (unos 35,8 dólares) y, a partir de hoy, se distribuirá paulatinamente en América, donde costará de 24 a 25 dólares.

La tirada inicial es de 160.000 ejemplares y pronto se ofrecerá en formato electrónico.

El director del Instituto Cervantes, César Antonio Molina; Francisco de Bergia, director general adjunto de Telefónica, patrocinadora del Diccionario, y numerosos académicos, entre ellos autores que se citan en la obra como Mario Vargas Llosa o Arturo Pérez Reverte, acudieron a esta "fiesta del lenguaje" que supone lanzar una obra destinada a 400 millones de hispanohablantes.

El Diccionario consolida definitivamente la política lingüística panhispánica que las Academias llevan a cabo desde hace años y que consiste en que las principales obras de referencia que publican no representen sólo el español de España, sino de todos los países hispanohablantes.

Después le tocará el turno a la Gramática, que se publicará en 2007.

Este Diccionario está dirigido a la persona de la calle porque, según García de la Concha, es allí donde "se hace el lenguaje", y tiene su origen en los centenares de consultas que a diario llegan a las Academias.

Como resaltó la filóloga Elena Hernández, coordinadora de la obra, de las 7.250 entradas con que ésta cuenta, 56 son temáticas y ofrecen amplia información sobre el uso de las mayúsculas, formación de plurales o del femenino, normas de acentuación, dequeísmo, voseo y concordancia, entre otros.

Hay varios apéndices sobre modelos de conjugación verbal, topónimos y gentilicios, abreviaturas y símbolos o signos no alfabetizables.

Cada entrada va ilustrada con numerosas citas extraídas de 1.600 obras y 300 publicaciones periódicas.

La "idea concreta" de hacer un diccionario de este tipo surgió en 1999 y partió de Alfredo Matus, director de la Academia Chilena de la Lengua, recordó García de la Concha.

Por su parte, Matus subrayó que el Diccionario "no se ha realizado a espaldas de los hispanohablantes, sino para ellos y con ellos".

"Por eso, es una obra lexicográfica realista. Se atiene al principio de objetividad platónico de 'decir las cosas como son' y, por tanto, su mayor timbre de gloria consistirá en que todos los hispanohablantes se reconozcan en ella", dijo Matus, quien subrayó que en esta obra se han tenido en cuenta la norma común y las variedades regionales más significativas.

"Chile y Venezuela tienen tanto derecho como Andalucía y Aragón para que se toleren sus diferencias, si las patrocina" la norma culta, destacó Matus, para quien el Diccionario "no es una obra neutra, aséptica, sino que se compromete, toma partido".

Gonzalo Celorio, secretario de la Academia Mexicana de la Lengua, explicó por qué se ha tenido en cuenta la norma culta para responder a las dudas que se plantean y Pedro Luis Barcia, presidente de la Academia Argentina de Letras, expuso los criterios seguidos en el tratamiento de los neologismo y extranjerismos. EFE

 
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