Maúrtua
de Romaña respondió así a su homólogo
japonés, Taro Aso, quien -según los medios peruanos-
dijo en Tokio que no conocía la razón por la que el
gobierno de Lima había retirado al embajador Luis Macchiavello.
En declaraciones a la emisora Radio Programas del Perú (RPP),
el canciller también dijo que Japón no debe intervenir
en el caso Fujimori porque el ex gobernante, a pesar de que tiene
la nacionalidad japonesa, optó por la peruana al entrar en
Chile.
Perú busca extraditar desde Chile a Fujimori, de 67 años,
quien tiene abiertos 22 procesos judiciales en su país.
Sin embargo, un portavoz de la cancillería nipona dijo hoy
a EFE en Tokio que Japón seguirá el caso Fujimori
(presidente 1990-2000) por tratarse de un ciudadano japonés.
Según Kenji Hirata, director de la División de América
Latina, la visita de los diplomáticos japoneses al ex mandatario
peruano-japonés detenido en Chile corresponde a una "práctica
normal" prevista en la Convención de Viena.
Hirata rehusó comentar la afirmación peruana de que
Japón incurre en una "injerencia inaceptable" con
sus recomendaciones para que Chile dé a Fujimori un "trato
justo".
Fujimori también tiene la nacionalidad japonesa reconocida
después de su llegada a Japón en 2000 tras abandonar
la presidencia peruana, por tener antepasados nipones.
Perú también consideró un agravio que el gobierno
de Tokio no le informara de la salida del ex presidente fugado del
país con destino a Chile.
El titular de Exteriores peruano consideró dudoso que un
país como Japón, "con la cibernética más
elaborada, más sofisticada del mundo", no conociera
que Fujimori había partido hacia Sudamérica.
Por su parte, el procurador del Estado peruano, Antonio Maldonado,
afirmó hoy ante la comisión de Relaciones Exteriores
del Congreso de su país que la extradición es la única
opción que garantiza que Fujimori sea juzgado por los 22
procesos que tiene en Perú.
Maldonado dijo que la posibilidad de plantear la expulsión
de Fujimori de Chile representaba "un riesgo muy concreto de
que vuelva a fugarse " porque podía elegir su destino.
El ministro de Justicia, Alejandro Tudela, declaró ante la
misma comisión parlamentaria que "la expulsión
no garantiza para nada que venga al Perú".
Mientras tanto, la aeronáutica chilena excluyó hoy,
viernes, en Santiago cualquier castigo a la empresa aérea
que llevó a Chile a Fujimori.
"En
el plan de vuelo se identifica la matrícula del avión,
su certificado de aeronavegación, sus seguros vigentes al
día, la empresa, el tipo de avión, el piloto y la
cantidad de pasajeros y no la lista", dijo el jefe de comunicaciones
de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC),
Pablo Ortega.
"Nosotros
no somos policía internacional", precisó Ortega
en declaraciones al diario electrónico "El Mostrador",
y enfatizó que "la lista de pasajeros es un problema
de migraciones".
La policía de Investigaciones de Chile castigó con
la separación de sus cargos a dos detectives por errores
cometidos en el trámite de entrada al país del ex
presidente peruano.
Por su parte, la cancillería mexicana informó de que
su país pidió a Japón que explique por qué
no le informó del paso por su territorio de Fujimori.
Según las autoridades mexicanas, el ex mandatario peruano
estuvo durante "unos 50 minutos" el sábado anterior
en el aeropuerto internacional de la ciudad de Tijuana (noroeste,
frontera con EEUU), donde su avión privado hizo una escala
técnica en su viaje desde Tokio a Santiago.
El gobierno mexicano dijo que fue "físicamente imposible"
arrestar "en tan poco tiempo" al ex presidente debido
a que "no se contaba con una solicitud de extradición"
por parte de Lima.
La Secretaría (Ministerio) de Gobernación (Interior)
de México, a cargo de la oficina de Migración, señaló
que investiga si los funcionarios destacados en la terminal aérea
tuvieron una conducta impropia en relación con el paso del
ex presidente.
Según la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE)
de México, su Gobierno "siguió todos los canales
legales, desde el punto de vista de lo que se conoce como una 'alerta
roja' en la jerga de la Policía Internacional (Interpol)".
México había recibido esa "alerta roja"
por parte de Interpol, que, a su vez, recibió de parte del
Gobierno peruano la solicitud de arrestar a Fujimori en cualquiera
de los países afiliados a ese organismo |