Fuentes
diplomáticas ecuatorianas en Washington expresaron su creencia
de que la negociación finalizará en la que será
la decimotercera ronda de conversaciones entre los negociadores
de los países andinos (Colombia, Perú y Ecuador) y
los de EEUU.
Las
fuentes reconocieron, no obstante, que permanecen algunos escollos
en capítulos importantes, como el agropecuario y el relativo
a la propiedad intelectual.
Ministros
y otros responsables gubernamentales, así como técnicos
y empresarios de los tres países latinoamericanos y de Bolivia,
que participa en el proceso en calidad de observador, se han desplazado
a la capital estadounidense para participar en esta nueva cita que,
en principio, se prolongará hasta el próximo viernes.
Todos
ellos acuden a la mesa de negociaciones con la esperanza de poder
cerrar el acuerdo, aunque conscientes de que no será fácil
por lo que, según los expertos, están dispuestos a
prolongar las conversaciones más allá del viernes
para poder buscar puntos de encuentro que permitan dejar el pacto
cerrado.
Las
discusiones tendrán lugar en la Oficina de Comercio Exterior
de EEUU (USTR) y se organizarán, como es habitual, en varias
mesas de trabajo sobre los más de 20 capítulos de
la negociación, como son los de reglas de origen, acceso
a mercados, medidas sanitarias y fitosanitarias, solución
de conflictos o textiles, entre otros.
Las
negociaciones del TLC Andino comenzaron en mayo de 2004 y debían
finalizar en enero, pero el plazo se amplió primero hasta
marzo, luego a julio y, por último, hasta noviembre.
Las
dos partes coinciden al destacar la importancia de poder cerrar
el acuerdo la próxima semana, debido a que en diciembre la
atención de todos se trasladará a las negociaciones
de la Organización Mundial de Comercio (OMC) en la cumbre
ministerial que tendrá lugar en Hong Kong.
Otra
razón de peso es que en 2006 los tres países andinos
celebrarán elecciones, lo que dificultaría la conclusión
de las conversaciones.
Además,
hay un tercer factor externo en la mente de los negociadores, el
de si el texto final que recoja el acuerdo podrá ser aceptado
por el Congreso estadounidense.
Es
un temor que ha apuntado Peter Hakim, presidente del centro de estudios
sobre Latinoamérica "Diálogo Interamericano",
quien avanzó este jueves en una reunión con periodistas
que "el gran problema va a ser lograr el apoyo (al pacto) en
EEUU".
Hakim
recordó el duro trámite del acuerdo de libre comercio
de EEUU con Honduras, Nicaragua, El Salvador, Costa Rica, Guatemala
y República Dominicana, que se aprobó en julio tras
numerosos retrasos por tan sólo dos votos de ventaja en la
Cámara de Representantes.
A
día de hoy, el éxito del proceso depende de las decisiones
que adopten los responsables políticos de los países
participantes en las negociaciones sobre los asuntos más
difíciles, en especial la apertura de los mercados agropecuarios
y la protección a la propiedad intelectual.
En
temas agropecuarios, los países andinos presionan a EEUU
para que acceda a los largos períodos de transición
para la eliminación de los aranceles que fueron contemplados
en el acuerdo comercial que firmó Washington con los países
de América Central y la República Dominicana.
Además,
solicitan salvaguardas para limitar la entrada de alimentos estadounidenses
en casos especiales.
EEUU
previsiblemente pedirá que nunca haya libre comercio en azúcar,
como en el TLC con Centroamérica, por lo que los países
andinos querrán excluir otros productos que consideran delicados.
El
otro gran obstáculo es la propiedad intelectual. En este
ámbito, EEUU quiere que el acuerdo fortalezca los monopolios
de los medicamentos de marca y atrase la introducción de
sus versiones genéricas, para lucro de su industria farmacéutica.
Por
su parte, los andinos piden que el texto contenga reglas contra
la biopiratería e impida que se patenten en EEUU plantas
medicinales o conocimientos ancestrales sin que las comunidades
indígenas que los descubrieron se beneficien por ello. EFE
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