El jefe
de la Misión, el venezolano Moisés Benamor, dijo en
rueda de prensa que los observadores de la Organización de
Estados Americanos (OEA) no han recibido hasta ahora denuncias de
graves irregularidades, sólo expresiones de "preocupación"
de partidos políticos sobre "posibles anomalías".
Entre
esos problemas mencionó retrasos en la emisión de
credenciales para miembros de mesas electorales por parte del Tribunal
Supremo Electoral (TSE).
La
Misión de la OEA, que se instaló oficialmente el lunes
en Honduras, está integrada por 107 observadores, 32 de ellos
procedentes de 14 países miembros del organismo, según
explicó.
Los
otros 75, apuntó, son miembros del cuerpo diplomático
acreditado en Honduras que se sumaron al grupo de la OEA.
Benamor
destacó que el calendario de actividades, la preparación
del material y su distribución "se han cumplido eficazmente".
Lamentó
que "la campaña estuvo más marcada por una confrontación
verbal, por ataques; realmente hubiese sido más oportuno
espacios de mayor contenido, de debate de ideas".
Los
principales candidatos presidenciales, Porfirio Lobo, del gobernante
Partido Nacional, y Manuel Zelaya, del Liberal, llenaron la campaña
con intercambios de insultos y acusaciones personales.
Benamor
comentó que, sin embargo, la colectividad "no reflejó
la violencia verbal que la campaña marcó", por
lo que el pasado lunes ésta terminó "con tranquilidad".
Pero
tras el fin de la campaña, oficialistas y liberales se han
enzarzado en denuncias mutuas de violar las prohibiciones de la
Ley Electoral sobre difusión de propaganda.
Además,
a pesar de que esa ley también lo prohíbe, durante
la campaña los dos partidos divulgaron encuestas que daban
ventaja a su candidato.
Benamor
dijo que no pueden calificar tales hechos de violación, pero
que tomaron "nota de lo que ha sido la aplicación de
la legislación" y de su "interpretación"
por parte de los partidos.
Sugirió
que se reforme la Ley Electoral de 2004 para que no se puedan interpretar
algunos artículos de modo que se pueda lesionar "la
seguridad jurídica" del proceso.
Los
observadores de la OEA han notado, dijo Benamor, que en "la
opinión pública" hondureña existe una
percepción de las lealtades partidarias "que posiblemente
existen" en el TSE "respecto a partidos que participan
en este proceso electoral".
"Esto
definitivamente está haciendo doblemente duro el esfuerzo
para el Tribunal para demostrar que debe prevalecer el compromiso
constitucional por garantizar un proceso electoral transparente",
agregó.
El
TSE, integrado por tres magistrados, sustituyó en 2004 al
Tribunal Nacional de Elecciones (TNE), que esta integrado por representantes
de los cinco partidos legalizados en Honduras.
Los
magistrados del TSE son de reconocida militancia en los partidos
Liberal, Nacional y Democracia Cristiana.
Los
hondureños escogerán el domingo a un presidente, un
vicepresidente, 128 diputados y 298 alcaldías municipales.
EFE
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