EL FARAÓN QUE DESAFIÓ A DIOS
   
06 de diciembre de 2005 
Por Chano Rivera
  • El primer gran error: haberle dado todo el control de la campaña a Mark Klugmann
  • Es un estratega brillante, casi un genio; pero dictatorial, dogmático y terco, terco, terco...
  • Se equivocó al recomendarle al gobierno el aumento de un solo a los combustibles
  • Tres semanas antes del cierre, le dimos un "golpe de estado" temporal

Mario "Chano" Rivera
  • Con el "yo los perdono", "Mel" atrajo votos indecisos en enormes cantidades
  • El de "Los Horcones", el más sucio anuncio jamás visto en la historia de la política hondureña
  • El desgaste del gobierno, los "call centers" y las conferencias de prensa de odio, también influyeron en el voto de castigo
  • "La Pichu", la revelación y mejor defensa del candidato liberal y vocera ante la juventud

"Pepe" Lobo no merecía perder. Pero se hizo la voluntad de Dios a la que "Pepe" se encomendó. 1 Tesalonicenses 5:18 dice: "Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús".

"Pepe" tampoco merecía la campaña que le hizo Mark Klugmann. Ni tampoco cargar con los errores del gobierno. Pero no podemos ni debemos buscar culpables específicos, porque todos somos responsables por acción o por omisión.

La campaña ya pasó. Nada va a cambiar el resultado final. Dejando a un lado las pasiones partidarias debemos poner en nuestras oraciones al presidente electo Manuel Zelaya y a todo su equipo de colaboradores para que hagan un buen gobierno. Y también debemos orar por "Pepe" Lobo y su familia.

Regresando a la campaña presidencial, la pregunta que todos nos hacemos es ¿Por qué no ganó "Pepe"? Yo inicio reconociendo y dándole méritos a la campaña liberal.

PRIMERO. Su candidato logró vender esperanza y necesidad de cambio.

SEGUNDO. Fueron muy disciplinados en la ejecución de su estrategia en la que, tenemos entendido, participó activamente el propio candidato y su estratega local de la campaña Raúl Valladares. Fue este quien le recomendó la pegajosa frase "Urge el Cambio, Urge Mel". Y cuando sus asesores extranjeros le pidieron que cambiara el eje estratégico de su campaña, de "Urge Mel a Gana Mel", estos se opusieron y mantuvieron su criterio que "Urge" era el concepto primordial de su campaña.

TERCERO. Lograron darle vuelta al polémico debate de la Pena de Muerte y pusieron a la defensiva a nuestro candidato. En lo personal considero que fue el factor principal para nuestra derrota.

CUARTO. Son un partido muy grande y definitivamente mayoritario.

QUINTO. Su equipo de campaña nunca se dejó. Esas conferencias diarias de Hugo Noé Pino, Rodas, Milton Jiménez, Flores Lanza, Izaguirre... mantenían persistentemente el mensaje liberal. El estilo de James Carville, el "Rapid Response" funcionó.

No se dejaron imponer la agenda, a tal grado que obligaron a Brevé Travieso y a Oscar Alvarez Guerrero a renunciar a sus puestos en la Comisión Política. Nunca su equipo de campaña perdió la fe, ni la disciplina estratégica, aún cuando pudieron haber caído en el caos por los números que en momentos no les favorecían.

SEXTO. La publicidad de la campaña ganadora fue positiva, propositiva, incluyente, y cuando tuvieron la oportunidad hicieron una efectiva campaña de crítica al gobierno. Lo negativo lo hicieron "noticiosamente" en entrevistas y en la plaza pública.

SEPTIMO. Un elemento importante en el éxito liberal fue la presencia del expresidente Flores cuando más lo necesitaban. Había salido la encuesta de Gallup, que los colocaba muy abajo y la presencia de su líder más popular, Carlos Flores, junto a la imponente concentración de Santa Bárbara, le volvió a dar vida a una candidatura que estaba pasando por un momento emotivo muy bajo. El gigante rojo había despertado.

OCTAVO. La gran revelación de la campaña liberal fue la hija del presidente electo. "La Pichu", era su mejor defensa y vocera no sólo ante los electores liberales sino, sobre todo, ante la juventud.

NOVENO. No hay duda que las últimas semanas, la campaña de "Mel", logró posicionarlo como "víctima" ante la avalancha de ofensas.

Cada vez que "Mel" decía "yo los perdono", sin duda alguna atraía votos indecisos en enormes cantidades.

Su discurso en Vida Abundante tuvo un efecto multiplicador a favor suyo. Lo irónico es que en esos momentos la campaña liberal lanzaba los ataques más groseros contra "Pepe", como por ejemplo lo del "Anticristo", pero eran aceptados como "legítima" defensa ante la avalancha de spots negativos de Klugmann.


Mark Klugmann.

Al final de cuentas lo que contribuyó -junto a sus aciertos- al triunfo liberal, fueron los errores de nuestra campaña, que los medios han "bautizado" como la campaña del miedo. También influyó el desgaste del gobierno y su relación con el voto de castigo,

la división y pleito entre diputados y sin duda el tema sensible de la pena de muerte.

Hago mi propio análisis, muy subjetivo, porque formé parte del Equipo de Estrategia de la campaña de "Pepe" Lobo, (aunque no tuvimos voto, sólo teníamos voz). Voces que junto al resto del equipo eran sólo de desahogo ante la frustración de no ser tomados en cuenta, porque la campaña la dirigía en forma individual (y lo que valía en la campaña del puño firme), el asesor norteamericano Mark Klugmann.

Mark es mi amigo, le guardo mucho cariño a él y su esposa Verónica.

Pero como se lo dije una vez, una cosa es la amistad y otras las profundas diferencias de criterio estratégico que teníamos. Klugmann es un estratega brillante, talentoso, analítico, casi un genio. Pero también prepotente, dictatorial, cerrado, dogmático y sobre todo terco, terco, terco.

Y ahí está un error grave de la campaña de "Pepe". En haberle dado todo el control como nunca antes en una campaña, a una sola persona; por haber creído que su triunfo -el de "Pepe"- en las internas había sido por Klugmann, y no fue así. "Pepe" derrota a Miguel desde el 17 de Diciembre del 2004 cuando se funda el Movimiento Trabajo y Seguridad -aún ante la oposición de Klugmann- y que se cristaliza un año después con el concepto publicitario "Mi voto es azul, ni rojo ni verde". Eso junto a la estructura política en los departamentos hizo ganar a "Pepe" las primarias, no Klugmann.

Desde ahí empezamos mal. Mark no quiso escuchar a nadie. Ni siquiera compartía información. No jugó el papel que jugó en la campaña de Maduro, donde fue otro asesor más, recuerdo bien que dos semanas antes de esas elecciones recomendó atacar a Pineda Ponce cosa que no hicimos. En esta campaña se apoderó de todos los cargos: asumió la jefatura desplazando a Pompeyo Bonilla que nunca se cansó de pedir una campaña positiva y alegre, era el estratega, el encuestador, el analista, el creativo, el publicista, el jefe de relaciones públicas, productor, etc. Nada se hacía ni se movía sin el visto bueno de él. Ni siquiera el "grupo de peso" dentro del partido que se reunía todos los lunes con el candidato, Callejas, Rivera López, Hernández, Cerrato, Ramos Soto o Goldstein pudieron evitar el control total de Klugmann en la campaña.

Y esa decisión llevó a tomar decisiones tremendamente dañinas como por ejemplo los "call centers" con llamadas vergonzosas, las conferencias de prensa diarias de odio y confrontación, la ridiculez en pleno siglo nuevo trayendo el tema del sandinismo –comunismo. Nunca se me olvida que semanas antes de las elecciones le dije en tono molesto: "Mark vos no conocés Honduras, en toda la costa norte el voto es más progresista y esa campaña comunista se nos iba a revertir. Estamos orillando a la izquierda a darle el voto a Mel Zelaya, que debería hacerlo por la UD".

"Vos sos el que no conoce Honduras, porque en mis encuestas en la costa norte es donde hay más rechazo a Daniel Ortega-Mel Zelaya", me dijo. Qué equivocado estaba.

Cuando se hicieron sentir los efectos del huracán "Katrina", Klugmann se equivocó dos veces consecutivas. Primero al recomendarle al gobierno porque también influía en la Estrategia de Presidencial, que aumentara de un solo los precios de los combustibles, que trajo la revuelta de los taxistas y la otra cuando peleó como nunca para impedir que "Pepe" rebajara estos combustibles a los precios anteriores. Si no es por la presión de los diputados y líderes azules, el tema económico hubiese dominado la campaña y la diferencia hoy sería mayor.

Desde el primer spot de TV de los quiebrabancos hasta el último, el más sucio anuncio jamás visto en la política hondureña: el de "Los Horcones", el rechazo de todo el grupo de estrategia fue elocuente. A Mark lo bautizamos con el sobrenombre de "El Faraón" por sus decisiones antojadizas y dictatoriales: Siempre se impuso a tal grado que el jefe de estrategia nuestro renunció porque no era tomado en cuenta.

Lo que más dolió de esta campaña fue que la reapertura de la publicidad negativa o confrontativa no fue una decisión de los opositores, sino nuestra. "Pepe" estaba arriba, su campaña positiva estaba funcionando. Así lo decían todas las encuestas. Pero Klugmann, obsesionado contra los dueños de medios de comunicación cuando estos pararon las campañas negativas por respeto al pueblo hondureño, insistió, presionó y hasta los amenazó, logrando salirse con la suya: se reabrió la campaña negativa y ahí fue el "click" para la recuperación de la campaña de "Mel", que logró criticar y posicionar a "Pepe" Lobo como "fracasado" y responsable del gobierno Lobo-Maduro. Los spots liberales funcionaron y los nuestros, cada día con más odio y saña, eran rechazados por el electorado, sobre todo el independiente. Viendo la caída en las encuestas, tres semanas antes que se cerrara la campaña le dimos, cuando Klugmann estuvo dos días fuera del país, un "golpe de estado" a la conducción de la campaña.

Retiramos los spots negativos y pusimos anuncios positivos. Pero nuestra alegría duró poco. El nuevo rumbo que queríamos darle a la campaña con un concepto alegre y propositivo, sólo duró dos días. Cuando regresó nuevamente tomó el mando y reanudó la campaña de miedo y odio que evidentemente no funcionó.

Klugmann también presentó unas encuestas que decían que Miguel Pastor le hacía daño a "Pepe" y lo excluyó de salir a la par de nuestro líder, dejando a un lado la unidad partidaria mientras Gabriela, Jaime, Pineda, Marlon y todos los liberales consolidaban y promocionaban su unidad.

Klugmann se vuelve a equivocar cuando le pedimos acercar más a "Pepe" a la mujer para suavizar su imagen, que hiciera spots de Rosa Elena de Lobo. Pero no quiso porque dijo que le iba hacer daño a "Pepe"!!!! Otra vez totalmente equivocado.

Nuestro plan de gobierno no fue promocionado como se debía, aún ante la insistencia de nuestro candidato a Vicepresidente, Mario Canahuati; Mark lo definió como "irrelevante". "Nadie vota por propuestas" insistía Klugmann, y aunque el evento fue preparado con mucho profesionalismo por Sebastián Pastor, quizá llegó cuando era ya muy tarde. Klugmann se opuso en hacer spots sobre el evento del plan de gobierno.

OTRA EQUIVOCACIÓN MÁS

La incorporación de Oscar Alvarez fue correcta desde el punto de vista estratégico por su credibilidad en el tema de la delincuencia, pero el tratamiento que Klugmann le dio al spot y a la imagen de Oscar Alvarez fue desastroso. El grupo de estrategia, que para ese entonces tenía el sobrenombre de "Grupo de Filósofos" porque eran horas y horas hablando y soñando cómo nos gustaría que fuese la campaña nuestra, preparó un spot muy mesurado de Oscar Álvarez. Pero no, Klugmann quería a Oscar gritando y produjo un spot muy tétrico que evidentemente tampoco funcionó.

El "control absoluto" de Klugmann en la campaña no fue la única razón de la derrota. El exceso de confianza de todos los que estábamos involucrados de una manera u otra, el pleito entre diputados, el desgaste natural del gobierno y el consecuente voto de castigo también influyeron. Pero a mi juicio la principal causa fue porque DESAFIAMOS A DIOS. Al traer el tema de la Pena de Muerte como elemento estratégico, Klugmann hizo que todo un Partido Nacional desafiara al Todopoderoso... Porque sólo Dios da y quita la vida. Y el anuncio liberal sobre la vida y la pena de muerte le dio vuelta completamente al tema de seguridad, ahora en contra de nosotros por la intensidad del elector que rechaza la pena de muerte.

Y hay que reconocerlo, también desafiamos a Dios al insistir con la participación de los pastores en política, que nuevamente Klugmann era el único que apoyaba la participación de estos en política y lo miraba como tema de campaña favorable. Nuevamente equivocado.

Klugmann también pensaba que podía ganar, aún sin la voluntad de Dios. Nunca olvidaré un sábado, pocas semanas antes de las elecciones. Me llamó molesto cuando le dimos el "golpe de estado" temporal, exigiendo que volviese a poner los spots confrontativos. Le dije que no se podía porque era sábado ya tarde y habría que esperar hasta el lunes. Me dijo que eso nos iba a costar la elección. Le dije yo entonces: "Mark, hagamos lo que hagamos, si Dios no quiere, "Pepe" no va a ganar" y él me dijo que si metíamos los spots íbamos a ganar, que la estrategia y no Dios iba a definir el resultado". El faraón desafió al único que quita y pone reyes, como es nuestro Dios Todopoderoso.

Oraré siempre por Mark. Para que cambie su forma de hacer campañas y entienda que Dios es el soberano, no uno. Sé que si deja de ser soberbio en la conducción de las campañas volverá a tener éxito como consultor político. En Lucas 1, 46-56 encontramos palabras de nuestra Madre, la Virgen María, que debemos siempre tomar en cuenta... "El hace proezas con brazo, derriba del trono a los poderosos, y enaltece a los humildes".

Al final de la campaña en la última semana cuando ya no se podía hacer publicidad y Klugmann insistía con sus conferencias de prensa cargadas de odio tuvimos otra vez un choque "estratégico". "Mark si perdemos, le digo, una razón va a ser por la campaña negativa que tanto presionamos a los medios para que la volviesen a meter. No me dice, si perdemos es porque nos impidieron por dos semanas hacer más campaña negativa". Y en forma burlona, remató "Pero como "Chano" dice que será la voluntad de Dios". A lo que contesté, "Aunque no lo creas vos podes ser el instrumento de Dios para que "Pepe" no sea el Presidente de Honduras en esta ocasión". Y así fue.

Debemos como cristianos aceptar la voluntad de Dios. Sé que algún día "Pepe" entenderá el porqué Dios no permitió que él fuera el presidente en esta ocasión. El Salmo 118, 75 proclama "Señor, reconozco que todo lo que tu mandas es justo, y que, aunque nos haces sufrir, lo haces con razón".

"Pepe" Lobo levantó su partido que estuvo todo el tiempo alejado del gobierno. De eso no hay duda. Y sé que seguirá luchando por la estrella solitaria, porque como dice la letra de la marcha, "Es un hombre de partido sin igual". El futuro político de "Pepe" es muy pero muy promisorio. Hoy debe asumir el rol que le designó el pueblo: el de líder de la oposición constructiva.

Y a todos aquellos que aspiran a la Presidencia, que esta elección les sirva de lección. Las campañas positivas como la de Ricardo Alvarez, Lizzy, el de los Chocoyos, tuvieron éxito. Nunca en Honduras el candidato de la campaña negativa ha derrotado al de la campaña positiva. Pueda que funcionen en Estados Unidos pero no en Honduras.

Recordemos siempre las palabras sabias que dijo su Eminencia, Oscar Andrés Cardenal Rodríguez cuando responsabilizó a los asesores extranjeros por la campaña violenta, "por favor candidatos políticos, no oigan los malos consejos, oigan la palabra de Dios que da buenos consejos".

Que el resultado de la contienda electoral sea sobre todo una gran lección para que nunca jamás, ni como partido, mucho menos como seres humanos, volvamos a desafiar a Dios. Amén.

 
Comentarios recibidos
Creo que esta reflexión debería ser leída por todos los nacionalistas, a fin de que se entere de la verdad al interior de lo que se dio en la fatídica pérdida de PEPE. No me encantó que se llevara a Pepe a esta decepción y con esto a miles de nacionalistas. Creo que el consejo sabio y oportuno es necesario para un futuro candidato. Chano debe ser el que maneje la publicidad así como hizo con lo de los chocollos, AUN CUANDO NO SE CREA PERO PEGO.

Ignacio Alonzo ialonzo2004@yahoo.com.mx

Me parece uno de los mejores artículos que he leído desde el día de las elecciones. Felicidades para Chano Rivera por un análisis tan profundo, sincero, y sobretodo, humilde.

Viendo retrospectivamente la derrota de Pepe Lobo (claro, como dice el dicho gringo, Hindsight Is Always 20/20), el Partido Nacional necesitó mucho más del mensaje permeado de positivismo, sinceridad y sobre todo, humildad, que el Sr. Rivera logra comunicar a sus lectores, para haber logrado la victoria en estas recién pasadas elecciones.

Ojala que además de perder las elecciones, no pierdan también las lecciones. Quizás así la próxima campaña política nos deje un mejor sabor en la boca a todos.

Alberto C. Downing dowco1@hotmail.com

 
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