Emilio Medina, un caficultor y exportador del aromático grano,
dijo hoy que la medida legislativa tendiente a crear un fondo mediante
la retención de cuotas de nueve dólares por cada quintal
de café oro producido afecta a más de 80 mil pequeños
productores de este país centroamericano.
Agregó que el Congreso hondureño aprobó la
retención de estos fondos a solicitud de organizaciones cafetaleras
pero la medida únicamente beneficia a un pequeño sector
de los productores en gran escala y que han incumplido sus compromisos
financieros.
Según Medina, la generalidad de los caficultores de Honduras
no llegan a los bancos a retirar el dinero porque eso implica costos
de viaje, trámites administrativos y ellos en muchas ocasiones
desconocen los mecanismos burocráticos para hacerlos.
Dijo que la medida fue aprobada en un período pre eleccionario
interno para beneficiar a políticos de los partidos tradicionales,
el nacionalista en el poder y el liberal, principal fuerza opositora.
Medina solicitó al Tribunal Superior de Cuentas investigar
lo que ocurre con los fondos del fideicomiso y dijo que aparte de
beneficiar a unos pocos caficultores la medida es aprovechada por
dos instituciones bancarias que retienen los fondos y gozan de pagos
de intereses por el servicio.
En tanto, el banquero y empresario del café, Jorge Bueso
Arias, dijo que respalda la posición de Medina y urgió
al gobierno a cancelar la medida de retención.

Jorge Bueso Arias. |
Bueso
Arias indicó que durante el año cafetero que
finalizó en septiembre pasado a través del fideicomiso
de retuvieron unos 530 millones de lempiras a los pequeños
productores hondureños y de estos al menos unos 20
mil no acuden a recoger sus dineros. |
Agregó que de los 100 mil productores que existen en este
país unos 12 mil son los que tienen deudas pendientes con
los bancos.
Asimismo expresó que por las dificultades que representan
para la mayoría de los pequeños productores el hacer
sus reclamos, los bancos se quedan con al menos 60 millones de lempiras
que deberían ir a parar a las manos de los cultivadores de
café.
Tanto Medina como Bueso Arias dijeron que la retención de
estos fondos y su uso inadecuado es la principal causal para que
el café hondureño sea vendido a compradores guatemaltecos
y salvadoreños que llegan al país y que pagan hasta
200 lempiras más por cada quintal del grano.
En Honduras el café constituye uno de los principales rubros
de las exportaciones nacionales y anualmente en este país
se producen más de tres millones de quintales aptos para
la exportación.
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