La situación
es especialmente preocupante en el norte de México, Colombia
y Venezuela, aseguraron varios representantes de organizaciones
periodísticas que hoy participaron en el simposio Libertad
de Prensa en América Latina y el Caribe, organizado por el
centro de estudios Diálogo Interamericano.
Entre
las notas positivas de este 2005 que toca a su fin figura la abolición
de varias leyes de desacato en países como Guatemala, Honduras
y Panamá, señaló William Casey, tesorero de
la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).
Además,
y en parte como resultado de la autocensura, el número de
periodistas asesinados ha disminuido, según Carlos Lauría,
del Comité para la Protección de Periodistas.
Aun
así, diez periodistas fueron asesinados este año en
la región, según la SIP.
En
el recuento por países, José Miguel Vivanco, director
ejecutivo para América de la organización Human Rights
Watch, destacó como "preocupante" la situación
en Venezuela, que, dijo, ha ampliado los controles sobre los medios.
En
su opinión, la ausencia de independencia judicial en el país
es la principal amenaza a la libertad de expresión en estos
momentos.
En
el lado contrario se encuentra Chile, que ha impulsado la libertad
de expresión al eliminar medidas autoritarias heredadas de
la dictadura del general Augusto Pinochet.
Chile
introdujo este año una enmienda para poner fin a la ley que
penalizaba las críticas a militares, miembros del Congreso
y altos representantes del poder judicial, una de las leyes favoritas
de Pinochet durante los últimos años de su mandato
para acallar a
sus críticos, destacó Vivanco.
Pese
al progreso en algunos frentes, Casey lamentó "la persistencia
de la violencia contra los periodistas y los medios, incluyendo
el asesinato", así como la "impunidad" de
la que disfrutan muchos de los que los perpetran.
La
violencia, explicó el tesorero de la SIP, no procede sólo
de narcotraficantes y grupos del crimen organizado, sino también,
"desafortunadamente, de individuos corruptos de la administración
pública, sobre todo en áreas rurales".
La
SIP ha identificado también un aumento de la violencia contra
periodistas por parte de pandillas en Centroamérica.
Por
su parte, Carlos Lauría destacó la autocensura generalizada
entre los miembros de los medios de Colombia y México.
Señaló
que periódicos del norte de México, donde los carteles
del narcotráfico han asesinado a varios periodistas, como
"El Mañana" y "El Imparcial" han dejado
de publicar reportajes de investigación sobre el crimen organizado
y casos de corrupción ante el temor a represalias.
"México
se ha convertido en uno de los lugares más peligrosos para
que los periodistas lleven a cabo su trabajo", dijo Lauría
durante el simposio.
Con
respecto a la situación en Argentina, los expertos lamentaron
que el país no aprobase la ley para facilitar el acceso de
la prensa a documentos públicos, aunque mostraron su esperanza
de que la egislación reciba la luz verde en el futuro. EFE
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