Recluida
desde el 28 de noviembre del 2002 en el Cereso, por haber obtenido
de manera ilegal un acta de nacimiento y la credencial de elector,
le costó ser encarcelada cuando tenía tres meses de
embarazo de su hijo Said Enrique, quién ya cuenta con dos
años de edad y hace tres meses nació su hija Jade
Noemí, ahí mismo, en la cárcel.
“El
dolor que sentí cuándo el director del penal me dijo
que sería trasladada y tendría que abandonar a mis
hijos, no lo puedo explicar con palabras. Es algo que no le deseo
a nadie”.
Ella
fue encarcelada por violar la ley general de población y
su esposo, Enrique Balam Estrella fue detenido al mismo tiempo,
pero él por intento de homicidio.
La
ignorancia y la falta de recursos, mantienen a Mercedes aún
en elpenal. Desde el momento de ser sentenciada tenía derecho
a salir en libertadbajo fianza sí pagaba 6 mil 679 pesos,
pero en tres años no ha logradoreunirlos.
Además ha cumplido ya el 50% de su condena, por lo que podría
cobijarse en el programa de preliberación, por su buena conducta.
“Los principios y valores que me enseñaron mis padres
no los he traicionado. Creo que tres años son suficientes
para pagar mi error, quiero que me ayuden a salir por mis hijos”.
Mercedes dijo que estaba cansada de sufrir la discriminación
de amigosy de la familia de su esposo y no poder acceder a un trabajo
formal desde1995, cuando llegó a Chetumal, fue que decidió
registrarse como mexicana en el registro civil de la comunidad de
San Antonio Soda, municipio de Othón
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P.
Blanco y obtiene la credencial de elector, pagando por ambos
trámites400 pesos.
“La
credencial la utilice únicamente para conseguir trabajo,
nuncavote con ella. Estoy arrepentida y sí logró
salir libre me iré a mi país, ya noes lo mismo
México para mi”.
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En 1995 salió de su natal San Pedro Sula, Honduras en busca
del sueño americano, pero el dinero no le alcanzo y se quedó
en el sur de Quintana Roo.
Narra
que después de varios años, acudió a las autoridades
del Instituto Nacional de Migración de Chetumal para acogerse
al programa de repatriación y en primera instancia consigue
que le extiendan el FM3 y viaja a Honduras en 1998, a visitar a
sus familiares después de que el huracán Michimpactará
a ese país. Pero en el 2002, fue detenida y remitida al Cereso,
por el uso de documentos falsos.
El
miércoles 23 de noviembre iba a ser trasladada junto con
otros 99 reos a otras cárceles del país. Pero su llanto,
angustia y desesperación originó que las autoridades
penitenciarias decidirán no transferirla.
Mercedes de 37 años de edad, al igual que muchas mujeres
se enfrenta a una extenuante carga de trabajo, incluso, la de ella
tal vez peor, por estar recluida dentro de un penal y no contar
con una fuente de empleo que le permita mantener a sus dos hijos.
“Tejo
vestidos, bolsas y chambritas para poder comprar la leche, pañales
y la ropa de mis hijos. Pero estos trabajos son muy mal pagados”,
señaló.
El
buen comportamiento que ha demostrado en los tres años
de reclusión, le han servido para ganarse la confianza
y la amistad del personal penitenciario. Incluso, a una de
las celadoras le había pedido que se quedara con sus
dos hijos en caso de que fuera llevada a otro penal. |
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