García
Lizana definió el Lobby como un Plan o estrategia de Comunicación
y RRPP para comunicar y defender determinados intereses ante los legisladores
y los distintos representantes de las administraciones públicas.
Al hablar
de la situación de esta actividad en España, se explicó
que, “al igual que en el resto de países europeos, no existe
ninguna reglamentación”, por lo que se trata de un ejercicio
legítimo y legal, pero “poco profesionalizado”.
Se señaló
también que el Lobby debe ser ejercido siempre que una organización
necesite que se favorezcan sus intereses, a través de los procesos
políticos legislativos o ejecutivos de ámbito local, nacional
o internacional así como en el ámbito económico,
empresarial o social.
Destacaron
también la necesidad de realizar estas prácticas bajo
una “estrategia bien definida y orquestada, dirigida a la consecución
de los objetivos e intereses de la organización”. Por otro
lado, se trata de una actividad que debe ser ejercida por profesionales
con grandes dotes de comunicador.
Para desarrollar
una campaña de lobby eficaz, explicaron que es necesario conocer
previamente el marco de legislación vigente y de tendencia en
el sector, además de saber cuál es el proceso de toma
de decisiones y sus respectivos escenarios.
Antes de
ejecutar una campaña de Lobby, es importante que haya una fase
previa de investigación y análisis donde se realicen estudios
de motivaciones y de entornos favorables y contrarios.
Después
de elaborar los informes y de preparar la documentación necesaria,
se diseña la estrategia con los mensajes diferenciados para cada
público y/o audiencia además de los argumentos correspondientes.
Por último,
hay que elaborar un plan de evaluación de actuación y
de resultados parciales así como una evaluación y análisis
final.
Tomado
de iarnoticias.coml