Director de Telesur
“Hay que democratizar la información”
   

20 de febrero de 2006
Especial para Proceso Digital
En alianza con IPC

Medellín - Democratizar los medios de comunicación, afianzar la idea de la ciudadanía como un quinto poder para que haga control social de la información y fortalecer los medios alternativos son algunas de las propuestas que lanza Aram Aharoniam, director de la cadena televisiva Telesur, para abrir el debate sobre una vieja discusión: el papel de los medios de comunicación en las sociedades.

Aram Aharoniam.

Aram Aharoniam es un periodista uruguayo de 60 años de edad que combina su chaqueta tipo sastre con jeans, y pese a su poco cabello logra peinarse una pequeña cola de caballo. Su ansiedad se traduce en el constante cambio de manos de un par de celulares que lleva consigo, en la manera cómo mordisquea el filtro del cigarrillo, en el tic de quitarse y ponerse sus gafas, y en la vehemencia de sus palabras. Ahora está frente a un reto enorme: contrarrestar, desde el mayor proyecto televisivo de América Latina, el mensaje hegemónico de las grandes cadenas de Norteamérica y Europa.

Telesur, idea cuya concreción le tomó a Aharoniam cuatro años, es financiado por Venezuela, que posee el 51% del capital inicial del proyecto; Argentina, con el 20%; Cuba, con el 19% y Uruguay aporta el 10%. Los tres primeros participan con contenidos, la puesta en marcha de las corresponsalías y el apoyo para su distribución. El canal está en el aire desde el 24 de julio del año pasado, emite su señal desde Caracas y su cobertura, a través del satélite NSS, abarca a América del Sur, América Central y el Caribe, América del Norte, Europa Occidental y Norte de África.

En el marco del VI Foro Social Mundial 2006, realizado entre el 23 y el 29 de enero en Caracas, Venezuela, Aram Aharoniam habló así para la Agencia de Prensa IPC.

¿Cuáles son las preguntas que se hacen en el VI Foro Social Mundial alrededor de los medios de comunicación en América Latina?

“Esas preguntas tienen que ver con quién tiene que hacer el control social de los medios de comunicación; cómo deben diseñarse nuevas políticas públicas para los medios de comunicación comunitarios y alternativos, que les brinden las mismas oportunidades que tienen los medios comerciales para poder subsistir en nuestros países; y cómo diferenciar para no confundir alternatividad con marginalidad e incluso con la necesidad de una mayor profesionalización de lo que es la labor comunicativa en los medios alternativos”.

¿Y qué respuestas tiene usted para algunas de esas preguntas?

“Si durante décadas los medios de comunicación fueron ese cuarto poder que ejercía control sobre los tres poderes del Estado -legislativo, judicial y ejecutivo- y hoy son un poder por sí mismo que, incluso, a veces quieren suplantar al Estado, se hace necesario un quinto poder, que podríamos decir que son los usuarios, que haga un control social de los medios de comunicación. No creo que la discusión sea solamente la necesidad de tener observatorios de medios; se requieren reglamentaciones que estructuren la labor de los medios de comunicación; además, hay que buscar posibilidades para que los medios alternativos y comunitarios no sean marginales en el espectro de la comunicación para poder tener espacios más democratizados”.

Ahora se viene hablando del papel que juegan y jugarán los medios de comunicación en los nuevos gobiernos llamados de izquierda en América Latina, ¿sobrevivirán unos y otros desde orillas opuestas?

“A pesar de tener gobiernos progresistas en varios países en América Latina, los medios de comunicación siguen en manos de pequeños oligopolios; en cada uno de nuestros países y muchos de nuestros presidentes son prisioneros y presionados por estos oligopolios. Si no democratizamos la información y la comunicación, no existe la posibilidad de tener gobiernos democráticos y gobiernos para las mayorías”.

¿Qué hacer entonces?

“No podemos pensar en la subsistencia de gobiernos populares sin medios de comunicación populares; no podemos hablar de democratización de una sociedad sin medios democratizados. La primera lucha es la democratización de los medios, y la democratización de los medios pasa por darle acceso no solamente a aquellos que jamás tuvieron voz en América Latina hace 513 años –porque las grandes mayorías no tienen voz en los medios de comunicación social– sino que pasa por mantener la voz de quienes todavía la tienen para que vayan al debate de ideas, confronten posiciones y construyan sociedades más democráticas para que podamos instituir estos cambios que reclaman nuestras sociedades”.

¿Corre el riesgo Telesur de convertirse en un mensaje hegemónico?

“El que mire Telesur se dará cuenta que no existen mensajes hegemónicos ni monopolios. La propuesta, tal cual está diseñada, es un mecanismo para coadyuvar a un proceso de integración latinoamericana desde la diversidad y pluralidad. La diversidad significa que aquí cabemos todos, que tenemos que estar todos. Telesur es de todos, no es de alguien en particular ni es de ningún Estado. Cuando hablamos de pluralismo, apuntamos a darle cabida a todas las voces. En general, desde el Norte, nos mandan un mensaje único, pensamiento único, la imagen única; nosotros vamos a ver que casi todas las televisoras del Norte el mensaje y la imagen es la misma”.

En términos periodísticos, ¿cuáles son los compromisos de Telesur para convertirse en una alternativa que les llegue a todos los latinoamericanos?

“El compromiso que tenemos, además de rescatar los géneros periodísticos como la crónica, el reportaje, la investigación, el análisis y el debate de las ideas, es ofrecer distintas versiones sobre un mismo tema, distintos puntos de vista al ciudadano, porque le apuntamos a la formación de un ciudadano crítico que sirva para hacer los cambios en las sociedades y no a consumidores o a borregos políticos. No es decir negro a lo que otros dicen blanco, es darle a la gente la posibilidad de sacar su propia conclusión de las distintas opiniones sobre un propio hecho. Si tenemos borregos no vamos a tener sociedades que puedan hacer cambios. Queremos ciudadanos críticos”.

¿Por qué creer en Telesur?

“La gente tiene la posibilidad de creer o no creer en Telesur. Nos va a creer mientras se vea reflejado en Telesur. Si no se ve reflejada, nos va a censurar. ¿Y sabe cuál es la censura? Hacer click y cambiar de canal. Si lo que decimos no refleja lo que piensa, lo que espera el televidente, nos va a censurar directamente”.

 
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