Director de Telesur | ||||
“Hay
que democratizar la información” |
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Aram Aharoniam es un periodista uruguayo de 60 años de edad que
combina su chaqueta tipo sastre con jeans, y pese a su poco cabello logra
peinarse una pequeña cola de caballo. Su ansiedad se traduce en
el constante cambio de manos de un par de celulares que lleva consigo,
en la manera cómo mordisquea el filtro del cigarrillo, en el tic
de quitarse y ponerse sus gafas, y en la vehemencia de sus palabras. Ahora
está frente a un reto enorme: contrarrestar, desde el mayor proyecto
televisivo de América Latina, el mensaje hegemónico de las
grandes cadenas de Norteamérica y Europa.
“Esas preguntas tienen que ver con quién tiene que hacer
el control social de los medios de comunicación; cómo deben
diseñarse nuevas políticas públicas para los medios
de comunicación comunitarios y alternativos, que les brinden las
mismas oportunidades que tienen los medios comerciales para poder subsistir
en nuestros países; y cómo diferenciar para no confundir
alternatividad con marginalidad e incluso con la necesidad de una mayor
profesionalización de lo que es la labor comunicativa en los medios
alternativos”.
“Si durante décadas los medios de comunicación fueron
ese cuarto poder que ejercía control sobre los tres poderes del
Estado -legislativo, judicial y ejecutivo- y hoy son un poder por sí
mismo que, incluso, a veces quieren suplantar al Estado, se hace necesario
un quinto poder, que podríamos decir que son los usuarios, que
haga un control social de los medios de comunicación. No creo que
la discusión sea solamente la necesidad de tener observatorios
de medios; se requieren reglamentaciones que estructuren la labor de los
medios de comunicación; además, hay que buscar posibilidades
para que los medios alternativos y comunitarios no sean marginales en
el espectro de la comunicación para poder tener espacios más
democratizados”.
“A pesar de tener gobiernos progresistas en varios países
en América Latina, los medios de comunicación siguen en
manos de pequeños oligopolios; en cada uno de nuestros países
y muchos de nuestros presidentes son prisioneros y presionados por estos
oligopolios. Si no democratizamos la información y la comunicación,
no existe la posibilidad de tener gobiernos democráticos y gobiernos
para las mayorías”.
“No podemos pensar en la subsistencia de gobiernos populares sin
medios de comunicación populares; no podemos hablar de democratización
de una sociedad sin medios democratizados. La primera lucha es la democratización
de los medios, y la democratización de los medios pasa por darle
acceso no solamente a aquellos que jamás tuvieron voz en América
Latina hace 513 años –porque las grandes mayorías
no tienen voz en los medios de comunicación social– sino
que pasa por mantener la voz de quienes todavía la tienen para
que vayan al debate de ideas, confronten posiciones y construyan sociedades
más democráticas para que podamos instituir estos cambios
que reclaman nuestras sociedades”.
“El que mire Telesur se dará cuenta que no existen mensajes
hegemónicos ni monopolios. La propuesta, tal cual está diseñada,
es un mecanismo para coadyuvar a un proceso de integración latinoamericana
desde la diversidad y pluralidad. La diversidad significa que aquí
cabemos todos, que tenemos que estar todos. Telesur es de todos, no es
de alguien en particular ni es de ningún Estado. Cuando hablamos
de pluralismo, apuntamos a darle cabida a todas las voces. En general,
desde el Norte, nos mandan un mensaje único, pensamiento único,
la imagen única; nosotros vamos a ver que casi todas las televisoras
del Norte el mensaje y la imagen es la misma”.
“El compromiso que tenemos, además de rescatar los géneros
periodísticos como la crónica, el reportaje, la investigación,
el análisis y el debate de las ideas, es ofrecer distintas versiones
sobre un mismo tema, distintos puntos de vista al ciudadano, porque le
apuntamos a la formación de un ciudadano crítico que sirva
para hacer los cambios en las sociedades y no a consumidores o a borregos
políticos. No es decir negro a lo que otros dicen blanco, es darle
a la gente la posibilidad de sacar su propia conclusión de las
distintas opiniones sobre un propio hecho. Si tenemos borregos no vamos
a tener sociedades que puedan hacer cambios. Queremos ciudadanos críticos”.
“La gente tiene la posibilidad de creer o no creer en Telesur. Nos
va a creer mientras se vea reflejado en Telesur. Si no se ve reflejada,
nos va a censurar. ¿Y sabe cuál es la censura? Hacer click
y cambiar de canal. Si lo que decimos no refleja lo que piensa, lo que
espera el televidente, nos va a censurar directamente”. |
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