SEGURIDAD
CN interpelará a ministro por repunte de la violencia
   
21de febrero de 2006
Por Dagoberto Rodríguez
drodriguez@proceso.hn
  • Álvaro Romero niega que el gobierno aliente una política de diálogo con los pandilleros

Tegucigalpa - El ministro de Seguridad, Álvaro Romero, negó hoy que el gobierno de la República aliente una política de diálogo con las pandillas juveniles en un intento por atenuar la ola de críticas a la administración de Manuel Zelaya por el repunte de la violencia en todo el territorio.

El ministro de seguridad dijo que la espiral de violencia en el país no es nueva.

Las declaraciones de Romero surgen en un momento que el colectivo parlamentario de la izquierdista Unificación Democrática (UD) se apresta a presentar una moción para que comparezca ante el pleno legislativo para exponer la política de seguridad de la actual administración y explicar el incremento de la criminalidad.

Sólo el lunes de esta semana se reportaron diez muertos por hechos de violencia en diferentes partes del país, entre ellos la ejecución de cuatro personas en Santa Cruz de Yojoa, Cortés, en la que estarían involucrados agentes del comando especial “Cobras” de la policía Preventiva.

A este hecho se suma el hallazgo del cadáver de un pandillero de la mara 18 en la periferia de la ciudad, cuyos ejecutores dejaron un mensaje al gobierno criticando la política de diálogo con las pandillas juveniles. Para los expertos en el tema, esta espiral de violencia es atípica, tratándose de que es inusual que a principios de semana se reporten diez muertes en un solo día.

Se defiende
Frente a esa situación, el ministro del ramo Álvaro Romero salió el paso de las críticas, aunque admitió el alto índice de crímenes, diez en menos de 24 horas, pero justificó que eso no es nuevo y que ha venido ocurriendo en los últimos meses.

A modo de ejemplo, dijo que diciembre de 2005 fue el mes más sangriento con un promedio de 360 fallecidos por diferentes hechos de violencia, le siguió enero de 2006 con 256 decesos y en lo que va de febrero ya se registran 151 ciudadanos fallecidos.

“Eso indica que esta ola no ha empezado en estos días sino que ha aumentando ese ritmo y va aumentando progresivamente”, afirmó.

Romero atribuyó este fenómeno a la creciente ola de deportados de Estados Unidos, ya que hay muchos de ellos que vienen especialistas en diferentes tipos de delitos.


Negó que el gobierno aliente un diálogo con los pandilleros.
En relación a los últimos crímenes violentos, apuntó que ya ha girado las correspondientes instrucciones para encontrar y llevar a la justicia a los responsables, especialmente en aquellos casos en donde existen indicios de la participación de policías. “Vamos a ser enérgicos y no vamos a tolerar a ningún miembro de la policía, sea oficial o de cualquier otra categoría”.

También dijo que en menos de 30 días esperan tener resuelto y terminar con el robo de celulares, hecho delictivo que en los últimos meses a cobrado la vida de unos 30 inocentes compatriotas que se negaron a entregarlos a sus asaltantes.

Preguntado por el ambiente de zozobra que viven los hondureños por los últimos crímenes relacionados con las pandillas y el crimen organizado, el funcionario respondió que en materia de seguridad el 50 por ciento es percepción y justificó que por la cercanía de la Semana Santa hay un resurgimiento de la delincuencia.

“El enfoque de la percepción es fundamental; no ha habido un incremento de la delincuencia en lo que va de estos días, se ha mantenido y créame que la mayor parte de muertes, durante este periodo han sido muertes de tráfico (de drogas) y hay un caso que yo siempre le digo a los sociólogos que le pongan mucha atención, porque da indicios de que hay una enfermedad social, casi todos los días hay uno o dos muertes por suicidios y ese es un dato muy importante que se debe tomar en cuenta”, arguyó.

Mareros
Respecto al diálogo con los pandilleros, Romero apuntó que esa no ha sido una política del nuevo gobierno, sino un acto responsable de escucharlos para buscar una solución a sus problemas.

“No ha sido una política del estado ir a un diálogo, ustedes recuerdan que fueron ellos (los pandilleros) los que se manifestaron a través de los medios de comunicación y nosotros lo hemos visto como un acto responsable de escucharlos y de poner a escucharlos a aquellas personas que los atendieron para encontrar para ellos una vía de escape a sus problemas”, dijo.

Dijo que ese proceso de diálogo fueron los pandilleros los que lo han pedido, pero si ellos ya no lo quieren “nosotros continuamos con la policía, haciéndose lo que la ley dice”.

Por su parte, el fiscal general de la República, Leonidas Rosa Bautista, atribuyó la espiral de violencia a la falta de coordinación de los operadores de justicia e hizo un llamado a sus máximas autoridades a unir esfuerzos e integrar un bloque común para hacer frente a ese flagelo que mantiene en zozobra a los hondureños.