"El
proyecto no sólo ayudará a luchar contra el tráfico
de menores, sino también a concienciar sobre la importancia
de la educación reproductiva y sexual, y la prevención
de la violencia doméstica", explicó hoy la portavoz
de la OIM en Ginebra, Jemini Pandya.
El
programa regional, que se prolongará durante los próximos
quince meses, tendrá como componente principal la formación
de un total de cien maestros procedentes de diez escuelas de los
países participantes.
"Esperamos
que esta formación tenga un efecto multiplicador ya que la
información que daremos a los maestros se diseminará
entre 4.000 alumnos de escuelas primarias y secundarias, los que
a su vez la llevarán a sus familias y a sus barrios",
indicó Pandya.
Según
datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT),
cerca de 1,3 millones de personas, la mayoría de ellos mujeres
y niños, son víctimas del trabajo forzado en América
Latina y el Caribe.
Por
ello, el OIM también espera promover, mediante esta iniciativa,
la incorporación del problema del tráfico de personas
en los programas escolares y en las agendas políticas.
Sobre
la situación en los países comprendidos en el proyecto,
el organismo internacional señaló que Bolivia es considerado
un país "de origen y tránsito" para el tráfico
de hombres, mujeres y niños, que son destinados al trabajo
forzado y la explotación sexual en países vecinos,
así como en España, Japón y Estados Unidos.
Los
menores bolivianos también son traficados dentro de su propio
país para obligarlos a trabajar en la minería y en
la agricultura, agregó.
Asimismo,
la OIM considera que en Colombia hay un "grave problema"
de mujeres y niñas que son enviadas al exterior para ser
sometidas a explotación sexual.
Una
situación similar sufre El Salvador, aunque este país
también se ha convertido en un territorio de "destino"
del tráfico, particularmente de niños y mujeres de
Nicaragua y Honduras.
En
cuanto a los niños paraguayos, el organismo internacional
indico que son traficados fundamentalmente a Brasil y Argentina,
así como a España. EFE
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