Tegucigalpa
- ¿Usted compraría un juguete erótico?
¿por qué y para qué?. Cuál
sería su respuesta si alguien le cayera de
repente con una cámara y un micrófono
haciéndole estas interrogantes. Lo más
seguro es que trastabillaría, se sonrojaría
y se vería en serios aprietos.
De
repente, algunos hondureños ultra conservadores
pueden considerar estas preguntas como insolentes
e indecentes, pero otros de “mente más
abierta” no dudarían en responder afirmativamente,
es más, serían capaces de exponer
con lujo de detalles las bondades y el uso que le
darían al producto.
En
una sociedad conservadora, un negocio de venta de
juguetes eróticos o “sex shop”,
como se les conoce en Estados Unidos, iría
irremediablemente a la quiebra y al fracaso y, quizás,
muchos pensarán que en Honduras un comercio
de tal naturaleza se conduciría también
al despeñadero. Pero déjeme decirle
que no.
Para
sorpresa de muchos, en la capital funciona, desde
hace nueve meses, una tienda que se dedica a este
tipo de menester y, según explicó
su gerente propietario al equipo periodístico
de Proceso Digital, los
novedosos y eróticos “juguetitos”
se venden como “pan caliente” entre
personajes de diferentes estratos de la sociedad.
La
venta de juguetes es un negocio redondo. |
Esto
muestra que los hondureños, no importando
su condición social, ya no son tan
conservadores como hasta ahora se creía
y tampoco ven el sexo como un tabú
o como una forma de perversión.
El
negocio se encuentra estratégicamente
localizado en un edificio de apartamentos
del barrio Morazán, cerca del centro
de la capital. No tiene un nombre estrambótico
y, es más, cualquiera que por coincidencia
se tope con él, pensará que
se trata de una venta de repuestos o de cualquier
otro tipo de actividad.
Sorianos
y Más S de R.L, que es su nombre o
razón social, funciona como cualquier
otro comercio legalmente establecido, ya que
cuenta con sus respectivos permisos de operación
y solvencia de pago de impuestos, extendidos
por la alcaldía municipal, la Secretaría
de Gobernación y Justicia y la Dirección
Ejecutiva de Ingresos (DEI). |
Sin
embargo, debe cumplir con ciertas prohibiciones
y restricciones como el operar cerca de una iglesia,
escuela o colegio y tampoco permitir el ingreso
de niños o adolescentes al interior de la
tienda por “razones de carácter moral”.