Según
fuentes del ministerio de Defensa iraquí citados por la
cadena estatal Al Iraqiya, las fuerzas conjuntas norteamericanas
e iraquíes arrestaron en un principio a 48 personas, pero
pusieron en libertad a 17 al comprobar que no tenían ninguna
relación con los grupos rebeldes.
La "Operación Enjambre" es la mayor campaña
aérea emprendida en Irak contra la insurgencia iraquí,
y "ya está consiguiendo varios de sus objetivos",
según el ministro iraquí de Seguridad.
La operación, en la que participan más de 1.500
soldados estadounidenses e iraquíes, tiene como objetivo
terminar con los grupos de insurgentes cerca de Samarra, zona
donde la insurgencia suní es particularmente activa.
Un comunicado del mando militar estadounidense afirmó que
los almacenes de armas encontrados en la operación contienen
varios proyectiles de mortero, armas blancas y artefactos explosivos,
además de indumentaria militar.
Por su parte, el ministro de Seguridad Nacional iraquí,
Abdel Karim Al Anzi, explicó hoy a EFE que la operación
se puso en marcha después de que las fuerzas iraquíes
y las tropas estadounidenses consiguieran informaciones de inteligencia
sobre células terroristas que se concentran en las afueras
de las ciudades del norte de Bagdad.
Estos grupos terroristas disponen de campamentos de entrenamiento
y lugares donde fabrican artefactos explosivos y cargan los coches
con bombas, según el ministro iraquí.
"Las
células terroristas consideran estos campamentos como centros
desde donde lanzan atentados con vehículos bomba y artefactos
explosivos", agregó Al Anzi.
El responsable iraquí aseguró que la ofensiva continuará
durante varios días hasta terminar con las células
terroristas y que sus redes hayan sido desmanteladas.
Sin embargo, hoy la ciudad de Samarra amaneció en un estado
de calma y seguridad, aunque se veía algunos helicópteros
estadounidenses sobrevolando la parte norte de la ciudad, según
afirmaron a EFE varios testigos.
El periodista local Abdel Samie Al Samarraí dijo a EFE
que las tropas estadounidenses cortaron la carretera que une Samarra
con la ciudad de Al Dur, al noreste de Samarra, mientras que dejaron
abiertas las entradas al sur de esta ciudad.
Según Al Samarraí, los hospitales generales de Samarra
no han recibido a ninguna víctima, ya que la operación
se desarrolla a 35 kilómetros de la ciudad.
Samarra, localizada en el suroeste de la provincia de Salah El
Din, fue escenario el pasado 22 de febrero, de un atentado contra
un santuario chií, uno de los cuatro más importantes
para esta comunidad en Irak.
La explosión, que destruyó una cúpula dorada
del templo del imán Ali Al Mahdi, fue seguida por una ola
de violencia sectaria, que dejó a decenas de muertos, en
su mayoría suníes.
Los insurgentes de la zona ubicada entre Samarra, por el sur;
Al Dour por el norte; el río Tigris, por el oeste; y los
altos de Hamarein, por el este, son acusados de lanzar ataques
contra civiles iraquíes, en una región conocida
como "zona de la muerte" donde las tropas estadounidenses
apenas se aventuran.
En esta misma región, un grupo de insurgentes asesinaron
el pasado 22 de febrero a una periodista del canal de televisión
por satélite Al Arabyia, junto con dos de sus compañeros.
EFE