Inmigrantes apelan al boicot económico en lucha por reforma
   

17 de marzo de 2006

Chicago - Alentados por grupos pro-inmigrantes, los latinos de Illinois boicotearon la cerveza Miller durante una semana y podrían ampliar las medidas de fuerza contra otras empresas que apoyan financieramente al republicano James Sensenbrenner.


El llamado a que los inmigrantes no consumieran productos Miller se hizo desde la tribuna que coronó la marcha de decenas de miles de personas por el centro de Chicago el 10 de marzo pasado.

Uno de los oradores destacó que la empresa cervecera, con sede en Wisconsin, financiaba al legislador de ese estado que presentó una iniciativa de ley que propone levantar un muro en la frontera con México y considerar a los inmigrantes indocumentados como criminales.

El impacto en las ventas fue inmediato, al punto que Miller envió a Chicago a varios de sus ejecutivos para negociar con representantes del comité encargado de organizar la marcha.

El méxico-americano Ron Acosta, encargado de relaciones multiculturales de la empresa, dijo que el boicot tuvo "un claro impacto" en las ventas de Miller, sin entrar en detalles.

Señaló que la empresa aportó dinero a la campaña de Sensenbrenner en 2004 porque el político "manejaba temas importantes sobre nuestro negocio, no temas sociales".
"Jamás lo habríamos hecho si supiéramos que iba a lanzar una ley anti-inmigrante", aseguró Acosta.

El funcionario prometió que la empresa revisará ese apoyo y será "muy cuidadosa" sobre el aporte económico futuro a campañas políticas.

Al mismo tiempo, en los principales medios de comunicación latinos de Chicago y alrededores, Miller Brewing Company divulgó un comunicado donde establece que se "opone a cualquier legislación que procure injustamente y de mala fe, restringir la inmigración, incluso la propuesta de ley HR4437 pendiente actualmente en el Congreso".

De hecho, agrega, Miller es activa en ayudar a que los inmigrantes aprendan cómo hacerse ciudadanos legalmente naturalizados en EEUU.

El comunicado exhorta a los latinos a que "sigan disfrutando con responsabilidad los productos Miller", y afirma que la empresa "seguirá apoyando a la comunidad hispana y los derechos de los inmigrantes".

Nehl Horton, vicepresidente de Comunicaciones, dijo ayer en conferencia de prensa que Miller también colaborará con los esfuerzos de la comunidad para contactarse con miembros del Senado en Washington D.C. donde se discute la reforma migratoria.
Asimismo, la empresa explorará "oportunidades" para asociarse con grupos comunitarios que necesiten becas para estudiantes indocumentados.

Según Miller, en los últimos tres años ha contribuido con más de 2 millones de dólares a organizaciones hispanas de todo el país y se ha involucrado en programas de becas y de naturalización.

Horton recordó que Miller fue fundada hace 151 años por un inmigrante alemán, Frederick Miller, y en la actualidad forma parte de una empresa internacional con empleados de todas partes del mundo.

Carlos Artemio Arriola, coordinador de la marcha, dijo que el boicot fue una decisión unánime del comité organizador integrado por más de 80 organizaciones de servicio social, cívicas, políticas y federaciones de oriundos.

El acuerdo con el activista para suspender el boicot todavía tiene que ser refrendado por el plenario de la coalición.

Carlos Arango, otro de los organizadores del boicot, dijo que el comité investigó la financiación de la campaña política de Sensenbrenner y descubrió que hay "muchas otras empresas que le dan dinero".

Entre ellas mencionó a Disney, Exxon, Marathon, Tyson, Pepsico y Bacardi.
Arango señaló que el comité "entrará en contacto" con esas empresas, antes de decidir cualquier tipo de medida extrema.

Mientras tanto, mantiene el lema "Hoy marchamos, mañana votamos" por una mayor participación latina en las elecciones primarias del 21 de marzo en Illinois. EFE


 
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