El
llamado a que los inmigrantes no consumieran productos Miller
se hizo desde la tribuna que coronó la marcha de decenas
de miles de personas por el centro de Chicago el 10 de marzo pasado.
Uno
de los oradores destacó que la empresa cervecera, con sede
en Wisconsin, financiaba al legislador de ese estado que presentó
una iniciativa de ley que propone levantar un muro en la frontera
con México y considerar a los inmigrantes indocumentados
como criminales.
El
impacto en las ventas fue inmediato, al punto que Miller envió
a Chicago a varios de sus ejecutivos para negociar con representantes
del comité encargado de organizar la marcha.
El
méxico-americano Ron Acosta, encargado de relaciones multiculturales
de la empresa, dijo que el boicot tuvo "un claro impacto"
en las ventas de Miller, sin entrar en detalles.
Señaló
que la empresa aportó dinero a la campaña de Sensenbrenner
en 2004 porque el político "manejaba temas importantes
sobre nuestro negocio, no temas sociales".
"Jamás lo habríamos hecho si supiéramos
que iba a lanzar una ley anti-inmigrante", aseguró
Acosta.
El
funcionario prometió que la empresa revisará ese
apoyo y será "muy cuidadosa" sobre el aporte
económico futuro a campañas políticas.
Al
mismo tiempo, en los principales medios de comunicación
latinos de Chicago y alrededores, Miller Brewing Company divulgó
un comunicado donde establece que se "opone a cualquier legislación
que procure injustamente y de mala fe, restringir la inmigración,
incluso la propuesta de ley HR4437 pendiente actualmente en el
Congreso".
De
hecho, agrega, Miller es activa en ayudar a que los inmigrantes
aprendan cómo hacerse ciudadanos legalmente naturalizados
en EEUU.
El
comunicado exhorta a los latinos a que "sigan disfrutando
con responsabilidad los productos Miller", y afirma que la
empresa "seguirá apoyando a la comunidad hispana y
los derechos de los inmigrantes".
Nehl
Horton, vicepresidente de Comunicaciones, dijo ayer en conferencia
de prensa que Miller también colaborará con los
esfuerzos de la comunidad para contactarse con miembros del Senado
en Washington D.C. donde se discute la reforma migratoria.
Asimismo, la empresa explorará "oportunidades"
para asociarse con grupos comunitarios que necesiten becas para
estudiantes indocumentados.
Según
Miller, en los últimos tres años ha contribuido
con más de 2 millones de dólares a organizaciones
hispanas de todo el país y se ha involucrado en programas
de becas y de naturalización.
Horton
recordó que Miller fue fundada hace 151 años por
un inmigrante alemán, Frederick Miller, y en la actualidad
forma parte de una empresa internacional con empleados de todas
partes del mundo.
Carlos
Artemio Arriola, coordinador de la marcha, dijo que el boicot
fue una decisión unánime del comité organizador
integrado por más de 80 organizaciones de servicio social,
cívicas, políticas y federaciones de oriundos.
El
acuerdo con el activista para suspender el boicot todavía
tiene que ser refrendado por el plenario de la coalición.
Carlos
Arango, otro de los organizadores del boicot, dijo que el comité
investigó la financiación de la campaña política
de Sensenbrenner y descubrió que hay "muchas otras
empresas que le dan dinero".
Entre
ellas mencionó a Disney, Exxon, Marathon, Tyson, Pepsico
y Bacardi.
Arango señaló que el comité "entrará
en contacto" con esas empresas, antes de decidir cualquier
tipo de medida extrema.
Mientras
tanto, mantiene el lema "Hoy marchamos, mañana votamos"
por una mayor participación latina en las elecciones primarias
del 21 de marzo en Illinois. EFE